En una sociedad que a menudo se encuentra en un frenético ritmo de vida, no es infrecuente que muchas personas terminen consumiendo su cena justo antes de irse a la cama.
El reloj biológico está implicado en la sensación de somnolencia. También, los alimentos altos en glucosa podrían afectar el estado de vigilia y atención del cuerpo.
Los perros, al igual que los humanos, tienen diferentes etapas del sueño. Los movimientos involuntarios como los temblores pueden ocurrir en la fase más profunda del sueño, también conocida como REM.
Dormir un mínimo de ocho horas por noche es esencial para mantener la salud física y mental, así como para promover un envejecimiento saludable y una mayor calidad de vida.
Si bien las interpretaciones pueden variar según las culturas y el contexto individual, lo más importante es recordar que los sueños son un reflejo de nuestro mundo interno y, como tal, una herramienta valiosa para el autoconocimiento y el crecimiento personal.