No solo el telescopio permite observar la estrella y los picos de la difracción de ella, sino que también otras estrellas en el campo que están ceñidamente enfocadas.
Los científicos señalan que los 2020 XL5 y 2010 TK7 no serían los únicos, y podría haber muchos más asteroides troyanos terrestres que no han sido detectados hasta ahora.