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Jueves 06 de diciembre de 2012 - 12:00 PM

Miguel Calero estuvo 15 días sintiéndose mal Édgar Nathal

Desde Ciudad de México el médico Édgar Nathal quien dirigió las dos intervenciones quirúrgicas que le practicaron a Calero atendió telefónicamente a El País y reveló detalles previos a la reclusión de Miguel en la Fundación Médica Sur y lo que vino después

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“Miguel Calero estuvo 15 días sintiéndose mal”: Édgar Nathal (Foto: Archivo/VANGUARDIA LIBERAL)
“Miguel Calero estuvo 15 días sintiéndose mal”: Édgar Nathal (Foto: Archivo/VANGUARDIA LIBERAL)

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“Miguel Calero estuvo 15 días sintiéndose mal”: Édgar Nathal (Foto: Archivo/VANGUARDIA LIBERAL)

Durante los últimos 15 días de su vida, Miguel Calero no se sintió bien. Traía fuertes dolores de cabeza y había cambiado su rutina. Su condición física no era la misma. Inclusive, había abandonado su actividad en el gimnasio, una cita que cumplía religiosamente a diario en la ciudad de Pachuca.

Esa situación conduce a los médicos a interpretar, un día después de la muerte del exarquero vallecaucano de 41 años, que Calero presentaba una trombosis progresiva y no súbita, que lentamente lo fue afectando hasta el desenlace fatal del pasado martes.

Desde Ciudad de México, el médico Édgar Nathal, quien dirigió las dos intervenciones quirúrgicas que le practicaron a Calero, atendió telefónicamente a El País y reveló detalles previos a la reclusión de Miguel en la Fundación Médica Sur y lo que vino después.

- ¿En qué condiciones llegó Miguel Calero a la clínica el 25 de noviembre?

Llegó a Ciudad de México procedente de Pachuca en helicóptero. Estábamos avisados por el cuerpo médico del Pachuca sobre las condiciones en las que venía, así que nos dimos a la tarea de reunir a neurocirujanos vasculares y terapistas endovasculares; incluso, dentro del equipo de colaboradores está un neurocirujano colombiano, el doctor Francisco Londoño, que también estuvo atendiendo a Miguel.

- ¿Él llegó consciente?

Sí, todavía respondía. Su queja era un dolor de cabeza y la dificultad para mover su lado izquierdo. Su lenguaje era lento, pero contestaba todo, puesto que su hemisferio afectado era el derecho.

- ¿Les dijo hace cuánto tenía el dolor?

No era momento para hacer un interrogatorio extenso. En esos casos procedemos a hacer una evaluación neurológica porque no existe mucho tiempo para actuar. Más bien, todos los datos e información de lo que venía presentando lo obtuvimos de la familia.

- ¿Qué dijeron ellos?

Que él se venía sintiendo mal quince días antes. Se quejaba de un dolor de cabeza, tenía la sensación de falta de concentración. Además, había bajado su actividad física. Él, habitualmente, después de llevar a su hijo a la escuela, iba al gimnasio, pero últimamente había dejado de hacerlo, lo cual para nosotros, visto ahora en retrospectiva, significaba que probablemente se trataba de una trombosis progresiva y no súbita. Seguramente se venía presentando, creando un proceso que concluyó el domingo al cerrarse completamente la arteria.

- ¿Cuando intervinieron la arteria estaba completamente taponada?

La regla que nosotros tenemos es que existe un trombo que llamamos fresco, que es como gelatina; y un trombo organizado (mucho más fibroso). Cuando encontramos el trombo, era bastante duro, lo cual sugiere que no era reciente. Se había formado hacía varios días.

- ¿Por qué en un comienzo se dijo que la vida de Calero no corría peligro?

A Calero se le colocó un stent (dispositivo que ayuda a corregir el estrechamiento de las arterias). Por ser un cuerpo extraño, la sangre tiende a reaccionar con trombosis. Se realizó un tratamiento especial para impedir la coagulación. Nosotros, hasta el cuarto día, estuvimos muy optimistas; mientras no se presentó la retrombosis el cuadro era bastante alentador. La pregunta lógica era si Miguel estaba fuera de peligro y yo en muchas ocasiones dije que así era, pero que esa condición podía cambiar de un momento a otro.

- ¿Si la trombosis se hubiera presentado en otra parte, el desenlace hubiera sido diferente?

Sí. El problema del sistema nervioso es que no puede estar sin sangre más de cinco o diez minutos. En otros órganos, puede permitirse incluso horas sin circulación, sin que se produzca daño. Eso fue lo que ocurrió en su brazo (2007) que tuvo obstruido el sistema venoso durante horas. Es muy distinto cuando esto sucede en un órgano fuera del sistema nervioso.

- ¿El episodio del 2007 tuvo algo que ver con este?

Las evidencias sugieren que pudieron tener relación, aunque hasta el momento no podemos tener una confirmación, porque no tenemos disponibles los estudios de coagulación y de pruebas hematológicas que se hicieron en Estados Unidos en ese momento.

La familia tratará de conseguirlas con el objeto de verificarlas con las que hicimos en esta ocasión. Son pruebas diagnósticas, que no tienen ningún valor terapéutico, pero sirven —en caso de mostrarse una alteración— para tomar precauciones a futuro. Con esas pruebas se conocerá si Miguel debió haber estado siempre bajo tratamiento con antiagregantes plaquetarios, si existía una alteración con la que quedara el riesgo de volver a presentarse otra trombosis. Sin embargo, esto es muy especulativo y no va a ser hasta que tengamos los resultados que nos permitan establecer con certeza si él tenía un estado pretrombótico.

- ¿Cómo se presenta eso en un deportista de este nivel?

Estos estados pretrombóticos se dan desde el nacimiento. Hay un exceso o una deficiencia de las proteínas que intervienen en la coagulación. En otras palabras, puede ser un origen genético o heredado del cual el paciente no está consciente. El valor de los estudios es para prevenir futuros problemas, en este caso evaluar a los hijos de Miguel.

- ¿Qué impacto dejó en usted y su grupo de trabajo la muerte de Calero?

Sabíamos de quién se trataba y los tratamientos con él fueron extraordinarios, había una sobrevigilancia hacia Miguel las 24 horas. El cuerpo médico del Pachuca estaba permanentemente con él. Nadie esperaba un resultado adverso, sin embargo, podía pasar. Un tercio de la población que sufre una trombosis de este tipo logra salvarse, nosotros intuíamos que esto iba a pasar tras la primera intervención, pero lamentablemente se desencadenaron otros hechos para el fatal desenlace.

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Publicado por COLPRENSA

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