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Fútbol colombiano
Jueves 24 de octubre de 2019 - 12:00 PM

Puntos para entender la huelga de jugadores en Colombia

La disputa no es con los clubes. Así lo han dejado ver jugadores como el lateral de Atlético Nacional, Christian Mafla, quien en su posición de futbolista de equipo grande representa la posición de otros colegas en similar situación, que gozan de sobresalientes garantías contractuales, pero que sienten la necesidad de apoyar a quienes no las tienen.

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Getty/Vanguardia
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“La idea es que los jóvenes que vienen no pasen por lo que nosotros pasamos. Contra Nacional no tenemos nada, pero sabemos que hay clubes que no hacen las cosas igual”, expresó a Caracol Radio.

Haciendo énfasis en esto, los futbolistas de equipos importantes –que obviamente tienen mayor repercusión mediática– así como los que integran clubes de menor notoriedad, esperan ser escuchados por parte de la Dimayor e intentar llegar a un acuerdo, representados por la Acolfutpro, en algunos de los doce puntos que presentaron en la lista de peticiones que se reseñan en este informe, ampliando varios de estos en los módulos anexos.

Por parte de los jugadores hay hechos y evidencias que respaldan sus solicitudes.

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Entre lo principal está la definición de una minuta única de contrato. Es decir, que aunque los salarios de los jugadores sean exorbitantes o austeros, las condiciones contractuales sean las mismas y así evitar subcontratos (pagos debajo de la mesa) o incumplimientos.

Piden también tener asiento para concertar el código de disciplina que los rige. Alegan, por citar un ejemplo, que las multas en caso de sanciones y amonestaciones no tienen parámetros ni proporción.

A modo de ilustración, el pasado 24 de julio el delantero del Cúcuta Jonathan Agudelo recibió una multa de más de 8 millones de pesos por levantarse parcialmente la camiseta en una celebración para mostrar una foto de su hermano, asesinado días atrás. Otros casos señalan variedad en las sanciones ante simulaciones.

Hechos que dan pie al gremio de futbolistas a solicitar participación en la reformulación del reglamento.

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Los clubes grandes y que cumplen con sus compromisos laborales insisten en que no es procedente una huelga, ya que estarían incumpliendo con su responsabilidad contractual. Dimayor, por su parte, se cierne a la ley (ver columna derecha) de la cual se desprende que, tanto la negociación colectiva como la posible huelga, carecen de peso legal. Ambas posturas tienen asidero argumentativo.

Los técnicos del rentado, como Juan Carlos Osorio y Julio Comesaña han sido críticos con el posible cese de competencia. Sin embargo, coinciden en que lo justo es que las partes se sienten a negociar. En ese mismo sentido Bréiner Castillo, de Acolfutpro, es enfático al sentenciar: “Puede pasar que nos sentemos y nos digan que no. Listo, está bien. Seguiremos luchando en pro de estos cambios. Pero que nos escuchen, no pedimos más”.

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Publicado por Colprensa, Medellín

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