Los juegos de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones fueron más impredecibles de lo esperado, salvo Bayern Múnich, a los demás ‘pesos pesados’ les costó imponer condiciones.
La semana pasada sufrieron Liverpool, que generó muy poco ante el Atlético de Madrid y fue derrotado 1-0; París Saint Germain también la pasó mal y cayó 2-1 frente a Borussia Dortmund; y Tottenham, actual subcampeón, perdió 1-0 contra el Leipzig.
En esta semana, las víctimas fueron Barcelona, Juventus y Real Madrid.
Y es que el más veces campeón del certamen, Real Madrid, con 13 títulos, parece que perdió su idilio con el certamen y su presentación de ayer en el Bernabéu, ante un aplicado Manchester City, es la confirmación de las malas sensaciones de la campaña pasada y del curso actual.
Un elenco que perdió poder ofensivo tras la partida de Ronaldo, porque aunque por momentos se muestra ordenado, cuando adelanta las líneas le cuesta agredir al rival.
Guardiola volvió a sonreír en la casa ‘Merengue’, con un valioso 2-1, en el que no perdió el norte, con buen manejo de balón y a su vez oficio para recuperar el balón, a pesar de iniciar perdiendo tras el gol de Isco (60’).
Gabriel Jesús (78’) y Kevin De Bruyne (83’) propiciaron la remontada de los ingleses, que ahora en casa intentarán prolongar la crisis de Zidane y sus muchachos.
También tuvo un rato amargo Juventus, que careció de precisión para llegar con claridad a la portería de Lyon; y sus figuras, Ronaldo Dybala y el mismo Cuadrado, quedaron en deuda al igual que Messi ante Nápoles.
Lucas Tousart le dio el triunfo 1-0 a la escuadra francesa, que tiene una mínima, pero importante ventaja para el regreso en Turín.