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El ‘dios’ que saboreó las mieles del triunfo y la hiel de la derrota
Hablar de Diego Armando Maradona, es hablar de uno de los grandes referentes del fútbol mundial; es hablar de un hombre que rozó tanto el cielo, como el infierno.
A sus grandes gestas en el campo de juego, les agregó alcohol, drogas y mujeres.
Diego, fue el futbolista por excelencia. Parecía poder hacer cualquier cosa con un balón de fútbol. Un pequeño genio que supo poner el mundo a sus pies, pero nunca pudo superar su pasado y sus preferencia por las drogas y el alcohol.
Pese a lo anterior, Maradona, con su clase y talento le cambió la historia a una ciudad y a un equipo: Nápoles.
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Y es que la historia que une a Maradona con el Nápoles empezó en 1984 y desde entonces hasta hoy se ha convertido en una historia de pasión e idilio incondicional. Con el astro argentino, el equipo italiano, que hasta entonces solamente tenía en sus vitrinas dos títulos de la Copa, tocó el cielo y logró cotas insospechadas. En 1987, ganó su primera liga y todos lo recuerdan como una auténtica hazaña porque se logró el ‘doblete’ (Liga y Copa).
Y después, en 1990, llegó el otro título de Liga, los únicos que hasta la fecha tiene el club napolitano.
Pero aparte de los títulos y las alegrías deportivas aparte, Maradona siguió siendo Maradona en Nápoles.
Fiestas con drogas, alcohol e infidelidades salieron a la luz. Mediáticamente se trató como un escándalo el hecho de que, con su esposa Claudia embarazada, apareciera una mujer asegurando que esperaba un hijo suyo.
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Un hijo que muchos años después acabaría reconociendo. Además, tampoco le benefició que se le relacionara con la mafia y con la droga.
En 1991 dio positivo en cocaína tras el partido contra el Bari y le cayeron 15 meses de suspensión (hasta junio del 92). Además, su nombre estaba siempre ligado al de la Camorra.
Así pues, siete años después de su triunfal, su salida del Nápoles fue por la puerta de atrás, muy bajo de forma y con un varios escándalos a sus espaldas.
De ahí en adelante, no volvió a aparecer ese jugador que maravilló al mundo, apenas mostraba destellos de ese talento que lo encumbró en el mundo del fútbol.