Tras lograr el título en el Mundial de Clubes, los jugadores del Barcelona se encontraban en el aeropuerto internacional de Narita, Tokio, cuando un aficionado de River Plate, el equipo rival en la final, escupió al argentino.
Tras el incidente, Messi habría reaccionado con un golpe al aficionado implicado, por lo que su compatriota Javier Mascherano y el estratega Luis Enrique debieron intervenir y apartar al crack argentino del lugar.
La prensa argentina calificó de estúpido al fanático implicado en el lamentable incidente.