Además de la ventaja por haber ganado el juego de ida, Atlético de Madrid tiene otra motivación: la final de la Champions se jugará en su estadio, el Wanda Metropolitano.
Con los duelos Juventus - Atlético de Madrid y Manchester City - Schalke 04, comienzan a definirse hoy los últimos cuatro cupos disponibles para la ronda de cuartos de final de la Liga de Campeones.
Mientras que mañana se jugarán los compromisos Barcelona - Lyon y Bayern Múnich - Liverpool.
Para hoy, parten con ventaja españoles e ingleses, que ganaron en la ida por 2-0 y 3-2, sin embargo, habrá que esperar a ver qué pasa en el campo de juego, pues la semana pasada se dieron dos grandes sorpresas, la eliminación de Real Madrid, PSG y Roma ante Ajax, Manchester United y Oporto, respectivamente.
Así las cosas, Atlético de Madrid reafirma su esencia de la era Simeone rumbo a Turín, escenario de un combate a presión, decisivo y de tensión contra la ofensiva de Juventus y que aborda desde su fuerza defensiva, su contragolpe, su ambición y un 2-0 a favor frente a Cristiano Ronaldo y la voracidad de su rival.
Un choque descomunal para el bloque rojiblanco, como también lo fue el primer duelo del 20 de febrero en el Wanda Metropolitano, del que salió vencedor rotundo, sin matices, capaz de doblegar a uno de los favoritos y al goleador portugués con un marcador indudablemente bueno, pero que no admite confianza, relajación o términos medios.
Y Juventus se aferra a la épica y a Cristiano Ronaldo, por el que rompió récords de gasto este verano para ficharle desde el Real Madrid, para remontar el 2-0 adverso sufrido en el Metropolitano, un reto nunca logrado en la historia del club.
City, a confirmarse
Mientras que Manchester City, tras una gran remontada en el partido de ida, está más cerca de los cuartos de final de la ‘Champions’, ronda que podría alcanzar por tercera vez en los cuatro últimos años. El Schalke busca evitar su cuarta eliminación consecutiva en esta ronda.
El equipo de Guardiola puede hasta perder y se clasificará a cuartos, mientras que el once alemán está obligado a ganar por mínimo dos goles para al menos forzar el extratiempo, pero su tarea parece una misión imposible.
