Atlético Bucaramanga se metió entre los cuatro mejores equipos de la Copa Postobón, certamen que reúne a todos los equipos de la A y la B, tras empatar anoche 1-1 de visitante contra el América de Cali en el juego de vuelta de los cuartos de final. El duelo de ida finalizó 1-0 a favor de los ‘leopardos’.
Desde los primeros minutos del partido el conjunto búcaro demostró sus intenciones de llegar a la semifinal, con un planteamiento táctico ordenado. Los dirigidos por José de Jesús Suárez fueron cortos entre líneas, lo que le redujo los espacios de maniobra a los ‘escarlatas’, y mostraron algo que no puede faltar en el fútbol: actitud y solidaridad.
La personalidad y sed de gloria de los ‘leopardos’ salió a relucir, aún más, a partir del minuto 19 cuando Jónathan Segura fue expulsado tras agredir a un rival sin balón.
El premio a la disciplina táctica del Atlético llegó al minuto 31, cuando Robinson Aponzá, de cabeza, marcó el primer tanto de la noche, luego de impactar un cobro de pelota detenida desde el sector derecho enviado por Fabián Yantorno.
El hombre de menos nunca se sintió, e incluso, los dueños de casa se salvaron en un par de ocasiones, en sendos contraataques del adversario.
América, por su parte, lució sin ideas, con poco volumen de ataque y predecible en sus pases, al punto que las únicas oportunidades de marcar llegaron mediante la pelota detenida, gracias a la magistral pegada de Mauricio Romero.
Otro América
En la parte complementaria el América salió con más personalidad a buscar la igualdad y producto de un juego más vertical alcanzó el empate, luego de un cabezazo de Paulo César Arango, quien al minuto 55 aprovechó una desconcentración de la zaga búcara.
Los santandereanos aguantaron la posterior arremetida de los caleños, sobre todo, con un portero James Aguirre inmenso que en varias ocasiones ahogó un nuevo grito de gol de los ‘diablos rojos’.
Al minuto 67 las cargas se equilibraron, tras la expulsión de Yesid Aponzá, quien recibió su segunda tarjeta amarilla y dejó al América con 10 futbolistas.
Con el paso del tiempo, Bucaramanga se fue replegando más en su propio campo y le cedió la pelota a un América que lo intentó por las bandas y mediante los cobros de pelota detenida, pero sin la suficiente claridad.
Premio para un Bucaramanga que, al igual que en los últimos duelos, volvió a ratificar que tiene con qué pelear de igual a igual con los mejores equipos de la B y ahora con los más grandes de la A.
En la semifinal, el once de Suárez se medirá ante el ganador de la llave Junior – Pasto.
