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Juan Manuel Santos lanza su libro: ´Jaque al terror`
A manera de testimonio, Juan Manuel Santos decidió plasmar su testimonio de los tres años de labores como Ministro de Defensa y su lucha contra las Farc.
Se trata de ´Jaque al terror: Los años horribles de las Farc`, libro que inicia con una mirada a los años noventa, cuando la amenaza de las Farc parecía incontenible. Según Santos, después de un fallido proceso de paz, el nuevo siglo comenzó con un ejército descomunal que asediaba las grandes ciudades desde sus goteras.
En el libro se afirma que fue a partir de la puesta en marcha de la Política de Seguridad Democrática que las fuerzas terroristas han venido decayendo. A Juan Manuel Santos le correspondió liderarla durante tres años desde el Ministerio de Defensa.
Tal como lo cuenta en ´Jaque al terror`, en este periodo cayeron tres miembros del secretariado, varios jefes de finanzas, los más importantes enlaces con el narcotráfico, los secuestradores más avezados.
Igualmente se logró la liberación de un buen número de secuestrados con operaciones tan audaces como Jaque y la desmovilización de importantes cabecillas como Karina.
Colprensa publica un fragmento de este libro que será presentado el próximo martes 1 de diciembre en el Club El Nogal de Bogotá.
Una guerrilla en mi cocina
Dentro de la inmensa cantidad de información valiosa que había en el computador de Carlos Lozada, los expertos de inteligencia encargados de procesarla encontraron la hoja de vida de una mujer de nombre Marilú Ramírez, que resultaría ser una de las infiltradas de la guerrilla que más adentro había llegado dentro del estamento militar.
Marilú, que en el computador aparece claramente identificada como miembro de la organización terrorista, había hecho amistad con varios militares, desde hacía varios años, pretendiendo ser una estudiante de periodismo que hacía prácticas sobre el funcionamiento de las emisoras del Ejército. Luego, aprovechando la buena fe de sus conocidos uniformados, había entrado al círculo de altos oficiales, bajo la fachada de una muy simpática y entradora corredora de seguros, que asesoraba, además, en temas de compra y venta de vehículos. Siempre manifestaba su interés y afecto por las Fuerzas Armadas y terminó por inscribirse en el Curso Integral de Defensa Nacional (Cidenal), una capacitación especializada sobre temas de doctrina y estrategia de seguridad que se dicta a algunos civiles y oficiales de la Policía que están haciendo curso para general, en la Escuela Superior de Guerra, el cual tomó en el año 2005.
Todo indica que fue Marilú la que proporcionó la información necesaria para que las farc pusieran un carro-bomba en el parqueadero de dicha institución académica militar, en octubre de 2006, que causó más de una veintena de heridos.
Cuando se cruzó la información con los registros del computador de Lozada, nos dimos cuenta, para nuestro asombro, de que la aparentemente inofensiva Marilú había burlado, como tal vez ningún otro guerrillero antes, los controles y filtros de seguridad que ordenamos de inmediato revisar y reforzar y había tenido acceso a cierta clase de información privilegiada, potencialmente peligrosa en manos de la guerrilla. Además, se había granjeado, con su forma de ser extrovertida y alegre, la confianza de varios altos oficiales de las Fuerzas Armadas.
Su captura en octubre de 2007 sacó a la luz la historia de esta "mata-hari" de las farc, pero yo no imaginaba entonces que su infiltración hubiera llegado hasta mi propio hogar. A los pocos días de conocerse su historia en los principales medios de comunicación, una antigua empleada de mi casa, que había querido superarse estudiando Comunicación Social y quien, después de graduada, trabajó en el Ministerio, vino a verme, conmocionada, para decirme que había visto la foto de Marilú que había salido publicada en la revista Semana, y que reconoció en ella a una compañera de universidad, con la que había hecho amistad, pues compartían un curso en los estudios a distancia en la Universidad Los Libertadores.
Eso ya era bastante grave, pero la historia iba más allá. En cierta ocasión, en que tuvieron que hacer un trabajo conjunto para sus clases, Marilú propuso que lo realizaran en mi casa, alegando que tenía dificultades para trabajar en la suya. Por esos días, yo estaba de viaje con mi familia, así que el apartamento estaba solo, por lo que mi empleada accedió. Fue así como Marilú, una peligrosa infiltrada de las farc, sin yo sospecharlo, terminó ingresando a mi apartamento y haciendo un trabajo académico en la cocina de mi casa. ¡Incluso estuvo sentada en mi propia cama! Por supuesto, la tarea de Marilú era otra, y no es de extrañar que en el computador de Lozada, a quien ella reportaba, como parte de la Red Urbana Antonio Nariño, se hallara tanta información sobre mi vida privada, escoltas y desplazamientos.
La Holandesa de las Farc
Otro elemento encontrado en el campamento de Lozada atrajo la atención de los colombianos y también, por razones obvias, de los habitantes de los Países Bajos. Se trataba de un grupo de cuadernos, escritos en holandés, que resultaron ser el diario de una joven holandesa de nombre Tanja Nimeijer, conocida en la guerrilla bajo el alias de Eillen, que militaba en las filas de la guerrilla.
Nadie sabía, ni aquí ni en Holanda, sobre la presencia de Tanja en las farc, y su testimonio escrito resultó, sin que ella se lo propusiera, una cruda radiografía de un grupo que alguna vez fue insurgente, que decía luchar contra las desigualdades ideales justicieros que atrajeron a la ingenua europea, que creía que allí podría luchar por los más necesitados, pero que ahora no era más que un grupo terrorista y narcotraficante, sin respaldo popular, arropado bajo un anacrónico ideario comunista que ni ellos mismos practican.
En los cuadernos, la joven Tanja, de apenas 29 años, hacía un recuento desilusionado de su vida en la selva, donde pasó a ser, como casi todos los integrantes de la guerrilla, una secuestrada más, sólo que sin cadenas, militante y rehén a la vez de una ideología totalitaria que no conoce ni respeta los derechos humanos. Hasta donde se ha sabido, alias Eillen sigue con las farc, como combatiente rasa, y tuvo que pagar algunos castigos por la información que escribió en sus cuadernos y que llegó a conocimiento de la opinión mundial. Un aparte de su diario, de fecha 24 de noviembre de 2006, nos da una idea de la vida de esta holandesa que aún sigue en la clandestinidad: "Estoy cansada, cansada de las farc, cansada de la gente, cansada de la vida comunal. Cansada de nunca tener nada para mí sola. Y esto valdría la pena si se sabe por qué se lucha. Pero en verdad ya yo no creo en eso. Qué tipo de organización es esta, donde algunos tienen plata, cigarrillos, dulces, y donde los demás tienen que mendigar, para ser rechazados o gruñidos por los del primer grupo. Esto ha sido así desde cuando vine casi cuatro años atrás y nada ha cambiado. Una organización donde una chica con pechos grandes y cara bonita puede desestabilizar un mando que había estado trabajando unido por mucho tiempo. Donde tenemos que trabajar todo el día, pero los comandantes hablan mierda. ... Yo, quién sabe si nunca saldré de esta jungla".