Desde hace muchos años se han hecho esfuerzos, aunque poco exitosos, de recuperar el inmenso potencial del río Magdalena, tanto para la seguridad nacional, como para el transporte de pasajeros, el turismo o la exportación e importación de toda clase de productos.
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Arroz no se debe sembrar en zonas marginales del país
- Suministrada Fedearroz/VANGUARDIA LIBERAL
En Santander se perdieron más de 2 mil hectáreas en una región amenazada por los embates del río Magdalena, afluente que rompió el dique de contención e inundó las siembras en 2017.
REDACCIÓN ECONOMÍA
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as imágenes de los tractocamiones en medio de lodazales tratando de sacar la cosecha arrocera en varias regiones de los Llanos Orientales, no se puede repetir. En esas condiciones es imposible obtener un precio competitivo en el mercado. De seguir así, de entrada, el cultivador está condenado a la quiebra.
De acuerdo con Rafael Hernández Lozano, gerente de la Federación Nacional de Arroceros, las siembras de este año no se pueden efectuar en zonas marginales, porque “cuando llegue el invierno no hay vías para sacar la cosecha y es imposible que llegue una recolectora, tal y como aconteció en los Llanos Orientales y varias zonas del país el año anterior. Son fincas muy buenas para la producción, pero no tienen el mínimo de infraestructura vial”, agregó.
Área proyectada
El directivo dijo que, además, el Ministerio de Agricultura, en la última reunión del Consejo Nacional del Arroz, dio a conocer la línea de quiebre en lo referente a las áreas arroceras para este año; y además, sostuvo que no se comprometía con las siembras en regiones marginales del país, que en 2018 y 2017 superaron las 100 mil hectáreas.
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Hernández Lozano expresó que esa es la “única forma de hacer reaccionar el precio para los productores, al disminuir la oferta en el mercado nacional. Cuando se tiene sobreoferta local y a su vez, importaciones, el precio nunca será favorable”, agregó.
Hernández Lozano agregó que el año anterior muchos agricultores se quebraron no porque hubiesen tenido mala producción, la cual no la pudieron cortar a tiempo y el grano se daño.
“Hubo casos en los LLanos Orientales que sacaron al mercado arroz con 40% de los granos partidos; esa condición de manera inmediata castiga el precio”, agregó.
La planificación
El directivo gremial manifestó que se trabaja de la mano con el Ministerio de Agricultura y la Unidad de Planificación Agropecuaria, Upra, para determinar cuáles son las regiones aptas para la siembra de arroz en el país.
Para el ministro de Agricultura, Andrés Valencia Pinzón, es necesario trabajar en un plan de ordenamiento de la producción, el cual fue aprobado en el Consejo Nacional del Arroz.
Para el Minagricultura, lo anterior permitirá “identificar las zonas con mejor desempeño productivo; planificar la siembra; fortalecer el acompañamiento técnico; facilitar acceso a financiamiento y gestión de riesgos; y mejorar infraestructura y comercialización”.