Así avanzan las obras en la Variante de San Gil, Santander
Las obras en San Gil comenzaron a mitad de julio de 2020 pese a que habían sido anunciadas por la entidad para diciembre de 2019. La pandemia por el COVID-19 fue una de las razones del retraso y también afectó los cronogramas de los trabajos.
De acuerdo con Juan Esteban Romero, director del Invías, las obras en la Variante se realizan cumpliendo con los estrictos protocolos de bioseguridad establecidos “para salvaguardar la salud e integridad de las comunidades aledañas al proyecto y de los 134 trabajadores de la región que laboran en la obra, la cual ha contado con el apoyo de la Alcaldía de San Gil en temas relacionados con certificaciones de uso del suelo y predios del municipio”.
La entidad además informó que se han llevado a cabo 63 reuniones de socialización del proyecto con la comunidad, gremio y entidades territoriales para informarlas acerca del avance en las obras.
“Con esta importante inversión, el Gobierno nacional, a través del Invías, sigue mejorando la conexión entre el nororiente y el centro del país. Con esta variante los vehículos dejarán de transitar por el interior del municipio de San Gil, lo que mejorará la seguridad vial de 43.000 habitantes del casco urbano y disminuirá los niveles de contaminación de la zona. Adicionalmente, se le brinda un mejor nivel de servicio para los usuarios y transportadores que transitan por el corredor vial”, dijo Romero.
Por el momento, una parte de la vía Bucaramanga – San Gil se encuentra con paso intermitente, en la entrada del municipio guanentino, por las obras que se realizan en este sector. Sin embargo, dicho cierre de carril no afecta el tránsito por la vía nacional.
“Se pueden presentar contraflujos, pero los viajeros pueden estar seguros. La vía está en buen estado”, informó César García, director de Gestión del Riesgo de Santander.
Aunque no se informó si la demora en el inicio de las obras afectará las fechas de entrega de la Variante, Vanguardia conoció que es posible que los tiempos de plazo se alarguen por lo menos por seis meses.
El proyecto
Este proyecto nació para reducir al menos en un 40% los accidentes en el principal municipio turístico de Santander. Aunque los sangileños habían pedido esta variante desde hace más de cuatro décadas, el clamor cobró fuerza luego del trágico accidente que en enero de 2017 cobró la vida de cinco personas y 17 resultaron heridas.
Con una inversión de $183.000 millones, la entidad ejecutará además obras para la construcción de un puente sobre el río Fonce, con una longitud de 360 metros, y el viaducto Las Lajas, de 435 metros.
La variante de San Gil soportará un tráfico diario aproximado de 7.441 vehículos, con un 26% de vehículos de carga pesada, en 9.7 kilómetros y contará con una calzada de 7.3 metros de ancho, además de infraestructura especial con cuatro intersecciones.
Con esta infraestructura nueva los usuarios podrán ahorrar entre 30 y 60 minutos en los tiempos de recorrido.