El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, a través de Innpulsa Colombia y de la mano de su iniciativa CEmprende, realizó en Bucaramanga el encuentro ‘Lineamientos en Política Pública: Libre Asociatividad en la Economía Popular’.
El evento permitió compartir conocimientos y experiencias regionales, nacionales e internacionales sobre la asociatividad, con el propósito de fortalecer y dinamizar la economía popular en el país.
El gerente general de Innpulsa Colombia, Hernán Ceballos Gacharná, explicó que la economía popular hace referencia a las pequeñas unidades productivas, entre formales e informales, en las que están inmersas la mayoría de la población. Por ejemplo, el comercio, el reciclaje, los vendedores informales, las tiendas, los confeccionistas y los artesanos, entre otros.
“Se llama economía popular porque es lo que hace la mayoría de la gente y de las empresas en Colombia”, puntualizó acerca de este concepto que generalizó el Gobierno Petro.
En cifras
Para Ceballos, el 99% de las unidades productivas de Bucaramanga son de economía popular. “Se estima que entre un 25% y un 35% del PIB es aportado por este tipo de empresas”.
Estas cifras constatan la conformación de las empresas. Según Fenalco y la Cámara de Comercio, el 95% y el 98% del tejido empresarial de la economía santandereana son pequeños y medianos empresarios.
De acuerdo con la Encuesta de Micronegocios del Dane, hay 324.551 pequeñas unidades de negocios en Santander. De este total, 138.415 pertenecen al sector servicios (42,6%), que incluye la reparación de vehículos automotores y motocicletas; y 85.160 son de comercio (26,2%), que comprende construcción, transporte y almacenamiento, alojamiento y servicios de comida, información y comunicaciones, inmobiliarias, profesionales y servicios administrativos, educación, atención a la salud humana y de asistencia social, y actividades artísticas, de entretenimiento y recreación.
Asimismo, según el Dane, del total de micronegocios, 275.997 registran una sola persona empleada, es decir, el 85% de todos los pequeños negocios. Mientras que 42.244 unidades tienen entre 2 y 3 empleados (13%). Esto va relacionado con la cantidad de personal ocupado en los micronegocios. Según el tipo de vínculo, el 81,1% es dueño o propietario de su propio negocio.
En cuanto a actividades económicas más frecuentes por los micronegocios, de acuerdo con la actividad económica, las que más se destacan son expendio de comidas preparadas, transporte de pasajeros, construcción de edificios residenciales, comercio al por menor y peluquería y otros tratamientos de belleza.
Política pública
El gerente general de Innpulsa precisó que la política pública de economía popular tendrá varios frentes. Uno está relacionado con el apoyo tecnológico y el acompañamiento en la consecución de mercados. El otro frente es sobre la colocación de crédito con tarifas asequibles.
“Los principales beneficiarios serán esas pequeñas unidades, inicialmente serán las personas que se dedican al reciclaje, los tenderos, calzado, confecciones, restaurantes, ventas callejeras”, dijo el funcionario.
Al preguntarle sobre el porqué empezó la construcción de esta política pública en Bucaramanga, Ceballos dijo fue por sus características de desarrollo y tejido empresarial, por su proceso de reindustrialización y el apoyo al ecosistema de emprendimiento.
El evento
El encuentro contó con el apoyo de la Gobernación de Santander, la Alcaldía de Bucaramanga, el Sena y la Cámara de Comercio de Bucaramanga. También participaron ciudadanos, dueños de micronegocios, cooperativas, asociaciones y otros representantes de la economía.
El ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña Mendoza, quien participó de manera virtual, enfatizó que la economía popular, tanto formal como informal, contribuye al producto interno bruto y sobre todo a la generación de empleo e ingreso de una forma definitiva, para posibilitar el desarrollo y la estabilidad socioeconómica del país.
A lo que el gerente general de Innpulsa complementó que es relevante el diálogo regional y nacional orientado a definir las acciones y alcance para el desarrollo de la economía popular, fomentando la participación y la libre asociatividad en beneficio de los colombianos.
“Se trata de armonizar y trabajar con las regiones, las gobernaciones y alcaldías, y los entes territoriales, para encontrar formas de generar asociatividad libre”, afirmó Ceballos.
La agenda también contó con una conversación entre Elisa María Ardila, líder del Grupo de Desarrollo Cultural y Políticas Públicas del Ministerio de Cultura; Raúl Julián Serrano Meneses, secretario de Competitividad y Productividad de Santander; Luis Gonzalo Gómez, director del Imebu; y José Wilson Carrero Maldonado, director regional del Sena Santander.
Los panelistas destacaron las diversas acciones que se vienen desarrollando desde las entidades públicas para impulsar iniciativas de apoyo a los microempresarios, buscando brindarles herramientas para facilitar su ingreso al mundo productivo y afianzando sus estrategias de productividad, finanzas y ventas.
Por su parte, el director regional del Sena habló sobre la necesidad de potenciar la economía popular como un motor de desarrollo económico para el país, que sea capaz de mejorar la competitividad y productividad de Colombia, e incluso la financiación del Estado.
La capital de Santander fue la sede del comienzo de los diálogos para la política pública de la economía popular, que comprende micronegocios formales e informales.