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Cría de aves de corral y cultivos de palma de aceite impulsan la formalidad rural en Santander: Asocajas
- Colprensa / VANGUARDIA El cultivo de palma es el subsector de mayor formalidad en las áreas rurales, sin embargo, solo el 36 % de sus afiliados se ubican en dichas áreas. Asimismo, el 74 % de los afiliados asociados a la actividad de cultivo de palma se focaliza en los santanderes y Casanare, en particular en Cajasan y Comfacasanare.
Santander hace parte de los departamentos con mayor cantidad de trabajadores rurales formales y núcleos de formalidad generados por sectores económicos, como la palma de aceite y la cría de aves de corral.
Esta es una de las grandes conclusiones de la Asociación Nacional de Cajas de Compensación Familiar (Asocajas), que publicó su más reciente estudio titulado ‘El Sistema de Compensación en la ruralidad’, con la finalidad de conocer la presencia real y potencial de dicho sistema en las zonas rurales de Colombia, de manera más específica entre sus afiliados.
Es decir, analizar el estado de la cobertura y afiliación a las Cajas de Compensación en las zonas rurales, porque el acceso al sistema está estrechamente ligado a la condición de formalidad de los trabajadores.

También se reveló que siete de las 13 ramas de la economía colombiana ocupan a la mayoría de quienes están en el mercado laboral informal, lo que evidencia las inequidades en estos sectores por no contar con las condiciones laborales adecuadas.
Ante esto, Adriana Guillén Arango, presidente ejecutiva de Asocajas, precisó que el caso más crítico es el de la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca. “Mientras el porcentaje de informalidad en el país es del 85 %, en la ruralidad asciende al 92,1 %”.
Por lo tanto, este fenómeno influye de manera determinante en la prestación de los servicios de las cajas a una significativa cantidad de población vinculada a este segmento económico, sostuvo el estudio.
De esta manera, el reto es incorporar a 3,9 millones de ocupados informales de zonas rurales tanto al Sistema de Compensación, como a todo el Sistema de Protección Social. “En Colombia, la llave para tener protección social es el contrato de trabajo y, si esa persona no tiene contrato de trabajo, pues no accede a la protección social. Esa es la razón por la cual las cajas de compensación lamentablemente no tienen una cobertura significativa en la ruralidad”.
Asimismo, el Sistema de Compensación Familiar registra 421 mil afiliados que se desempeñan en zonas rurales, lo que equivale al 4,2 % del total de afiliados. Los departamentos con mayor afiliación reportada a la Supersubsidio son Antioquia, Santander, Cundinamarca, Valle del Cauca, Tolima y Casanare, que dan cuenta de 240 mil afiliados.

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Por regiones
El estudio da cuenta que el grado de la ocupación rural es heterogéneo en las regiones de Colombia, ya que depende de la vocación productiva de cada territorio, su historia económica, el acceso a mercados, los recursos naturales disponibles, la presencia de grandes áreas metropolitanas y la tecnología de las empresas presentes en los territorios.
Ante este panorama, Asocajas concluyó que los departamentos con alta ocupación rural tienden a exhibir menores coberturas del Sistema de Compensación Familiar. Y para esas regiones, el incremento de la cobertura del sistema está estrechamente ligado a la formalización de los trabajadores rurales.

Germán Cano, gerente de Análisis e Investigaciones Económicas de Asocajas, precisó que la tasa de informalidad de Santander ronda el 85 % en la ruralidad, por debajo del promedio nacional. Además, la región reportó 47.961 afiliados al Sistema de Compensación Familiar que trabajan en zonas rurales, convirtiéndolo como el segundo departamento de Colombia con mayor aporte a la afiliación rural.
Así lo confirma el informe de Asocajas: los departamentos con mayor número de afiliados están: Antioquia con 70 mil, Santander con 48 mil y Cundinamarca con 47 mil. Si a dichos departamentos se les agrega el Valle del Cauca, Tolima y Casanare, comprenden el 56 % de los afiliados rurales del Sistema de Compensación Familiar, aproximadamente 240 mil.
“Esto comprueba que nuestro mayor obstáculo o talanquera para lograr una mayor cobertura en el Sistema de Compensación es la informalidad”, reiteró Cano.
Otros hallazgos
Según el registro administrativo de la Supersubsidio, a pesar de tener una cantidad de afiliados comparable con la de departamentos como Cundinamarca o Santander, Antioquia es la región con mayor volumen de afiliados en el área rural.
El estudio también detalló que los departamentos que concentran la mayor cantidad de trabajadores rurales formales son Antioquia, Cundinamarca, Santander, Valle, Tolima y Casanare.

“En estas regiones se identifican umbrales de afiliación que pueden corresponder a nichos de formalidad rural debido a la presencia de tejido empresarial que vincula a sus trabajadores al Sistema de Compensación. Asimismo, son departamentos de tamaño medio (en cuanto a superficie), un alto volumen de población y una predominancia del sector primario en la formalidad rural”, se lee en el documento.
Por ejemplo, en Antioquia, Cundinamarca y Santander la mayor formalidad rural se encuentra vinculada al sector agropecuario, de acuerdo con el Dane, seguido por actividades de servicios sociales, comunales y personales.
También se distingue que, en los municipios pequeños de Cundinamarca y Santander, la administración pública tiene un rol relevante en la vinculación de trabajadores formales.
Además, Antioquia, Santander, Cundinamarca y Casanare presentan los mayores volúmenes de formalidad rural y afiliación, tanto si se utiliza la clasificación de la Supersubsidio como si se utiliza la clasificación de la Misión Rural.
Comfenalco Antioquia es la Caja que aporta la mayor cantidad de afiliados rurales, con el 8 % del total nacional, seguido muy de cerca por Comfama (Antioquia) y luego por Cajasan (Santander), que se acerca al 7 %.

“Cajasan, por ejemplo, tiene por lo menos el 15 % de sus afiliados en zonas rurales, ubicándola en los primeros lugares en aportes de afiliación. Es decir, 15 de cada 100 afiliados que tiene Cajasan son rurales”, dijo Cano.
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Aves y palma de aceite
Esto coincide, como lo expresó la presidente ejecutiva de Asocajas, con los niveles de empleabilidad en Santander y sus registros de bajo desempleo. “Santander tiene un buen comportamiento frente al país en afiliados rurales, que están vinculados a actividades de cría de aves de corral, cultivos de palma de aceite y actividades de minería”.
El cultivo de palma es el subsector de mayor formalidad en las áreas rurales, sin embargo, solo el 36 % de sus afiliados se ubican en dichas áreas. Asimismo, el 74 % de los afiliados asociados a la actividad de cultivo de palma se focaliza en los santanderes y Casanare, en particular en Cajasan y Comfacasanare.

Además, se observa que la cría de aves de corral está asociada a la formalidad rural en Santander de manera predominante.
En cuanto al subsector de extracción de hulla (carbón de piedra), los afiliados asociados a esta actividad están concentrados en Santander, Norte de Santander, Casanare y Meta.
Recomendaciones
Para los departamentos con mayor número de afiliados rurales (Antioquia, Cundinamarca, Santander, Valle) se recomienda a las Cajas de Compensación que operan allí, establecer programas o proyectos rurales amplios para este segmento poblacional.
Estos programas deberían determinar las necesidades más apremiantes de la población e iniciar con acciones acordes con esto. Algunas Cajas ya cuentan con programas de este tipo, sin embargo, aún es necesario evaluar su integralidad y sus efectos sobre el acceso efectivo de los afiliados rurales.
Las cajas pueden establecer alianzas con empresas de enclaves agropecuarios para facilitar la prestación de servicios y la entrega de subsidios. Por ejemplo, en Santander en el cultivo de palma.

Entre las recomendaciones se resalta: fomentar el ingreso de jornaleros rurales al Sistema de Compensación, para eso se propone que los empleadores puedan aportar a las cajas el 4 % sobre la remuneración de sus trabajadores, incluso cuando los jornaleros a su cargo devenguen menos de un salario mínimo, entendiendo las estacionalidades, ciclos productivos y jornadas parciales de este tipo de ocupación.
También se recomienda que estos aportes se hagan como mínimo sobre medio salario y como máximo sobre un 0,99 del mismo. Con estos nuevos aportes y recursos de las cajas que podrían provenir de una disminución (de alrededor del 10 %) de los aportes al régimen subsidiado, o de otra fuente, como los excedentes del 55 %, se le pagaría la cuota monetaria normal a esta población en la medida que tengan personas dependientes a su cargo, y adicionalmente se podría evaluar la viabilidad de tener derecho a los servicios de recreación, deportes, capacitación y cultura5 con la tarifa de acceso de categoría A o a través de ‘vouchers’.

El estudio tuvo como base el Censo del 2018 del Dane, este especifica que al menos del 22,9 % de la población colombiana vive en áreas rurales, lo cual indica que la población está altamente concentrada en ese 0,4 % de la superficie territorial que corresponde a zonas urbanas.
Según la misma Misión Rural, la población en zonas rurales se caracteriza, por un lado, por un decrecimiento poblacional y envejecimiento de la población, debido a la migración de los jóvenes a las zonas urbanas y a la caída de la fecundidad.
El Departamento Nacional de Planeación detalló que, aunque la tasa de desempleo es menor en zonas rurales que en las urbanas, las ocupaciones son de peor calidad, pues son remunerados por debajo del salario mínimo y con una baja vinculación a la seguridad social.
Además, según el DNP, el 75 % de la población rural recibe menos de un salario mínimo mensual legal vigente.
Una de las principales brechas entre lo rural y lo urbano está relacionada con las personas que se encuentran ocupadas, de acuerdo con el Dane. El 58 % de las personas ocupadas de Colombia están trabajando en condiciones de informalidad. “Esta situación es preocupante por los impactos de desprotección social que tiene a nivel nacional, pero, es aún más preocupante la que concierne a las zonas rurales”, advierte el estudio de Asocajas.
Tan solo el 15 % de las personas ocupadas en estas zonas trabaja en condiciones de formalidad, es decir que 85 % está en la informalidad, precisó el informe. Esto contrasta con la tasa urbana que es del 45 %.
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Periodista económico en Vanguardia. Magíster en Estudios Políticos, de la Universidad de Caldas. Comunicador Social – Periodista, egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. De La Guajira.
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