De acuerdo con los datos del Dane, el área metropolitana de Bucaramanga pasa por un buen momento en número de empleados y fuerza laboral, pero todavía le falta reducir, y a un mejor ritmo, su tasa de desempleo.
Luego de Tunja y Neiva, el área metropolitana de Bucaramanga fue la tercera ciudad que más redujo la tasa de desempleo en Colombia, pasó de 13,8% en 2021 a 9,6% en 2022, para el trimestre julio - septiembre. Esto equivale a una disminución de 4,2 puntos porcentuales.
Este indicador ubica nuevamente a la ciudad como la menos desempleada del país, algo que se viene dando desde febrero. No obstante, los porcentajes de este trimestre no se acercan todavía a los buenos índices de desempleo del 2014, cuando fue de 7,5%.
Estos datos los reveló ayer el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), cuando presentó los resultados de mercado laboral.
Asimismo, Bucaramanga y su área transita en los máximos, en términos nominales, de fuerza de trabajo y ocupados, pero en desocupados le falta camino para llegar a los mínimos.
De acuerdo con el Dane, en este momento, la ciudad tiene 662.131 personas en su fuerza se trabajo, la más alta en los registros históricos de esta entidad. Y tiene 598.747 empleados, también la cifra más alta. No obstante, está a 30 mil desocupados de llegar a su máximo mínimo, eso fue en el 2007, cuando registró 33.092 desempleados, y ahora está en 63.384.
Otro buen indicador que evidenció ayer el Dane fue la reducción de la población por fuerza de la fuerza laboral en 73 mil personas, para un total de 320.056. Esto indica que hay más personas presionando el mercado laboral, sea buscando trabajo o ya como empleada.
Por otra parte, Bucaramanga y su área no logra tener una reducción estadísticamente significativa de su población informal. Solo redujo, para el trimestre analizado, 0,5 puntos porcentuales, al pasar de 49% en 2021 a 48,5% en 2022. Es decir, la mitad de los empleados son informales, para un total de 291 mil personas.
Informalidad
De eso da testimonio Elizabeth Suárez Badillo, quien vive del comercio informal desde hace 40 años, y hoy trabaja en una esquina de la carrera 16 del centro de Bucaramanga vendiendo frutas.
Para ella, el empleo en la ciudad es muy duro y exigente con quienes no estudiaron y los adultos. “No le dan empleo a los jóvenes, ahora a uno ya viejo, me toca salir a rebuscar el pan de cada día, vivir el día a día”.
Su jornada arranca en la madrugada al salir a la central de abastos, donde compra las frutas, y luego salir a venderlas en la mañana en el centro, después por la tarde recorrer las calles.
“Uno se gana aquí entre $25 mil y $30 mil diarios, con eso sobrevivo, para pagar servicios y alimentación. Son pocas las fuentes de empleo de calidad, la informalidad es lo que más se ve”, dijo Elizabeth.
¿Qué pasó?
La doctora en Administración Isabel Cristina Rincón, decana de la Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables de la Udes, al revisar el mercado laboral de manera desestacionalizada (comparación con el trimestre pasado), sostuvo que, a pesar de que el área metropolitana se mantiene como la menos informal, no ha logrado reducir su tasa de desempleo a un mejor ritmo como lo han hecho otras ciudades del país.
Por ejemplo, la brecha entre Bucaramanga y Manizales era de 22 puntos porcentuales, ahora es de un solo punto. “Esto implica que para la medición del trimestre julio-septiembre, las ciudades con menores cifras de desempleo lograron disminuir aún más esta cifra, a excepción de Bucaramanga”.
Para la académica, este resultado puede deberse a los efectos en el incremento del precio que el dólar durante el último trimestre.
“Esto tiene que ver con la forma en la que está construido el tejido empresarial santandereano, principalmente representado por el sector comercio que por excelencia importador, que sufre de primera mano lo que sucede con el dólar y en muchos casos, no encuentran otra salida más que disminuir la mano de obra contratada”, estimó Rincón.
Ángel Galvis Caballero, asesor para el Desarrollo Metropolitano Sustentable de la AMB y magíster en Análisis Económico de la Unab, precisó que es la primera vez que se registran 599 mil personas ocupadas en la ciudad y que la fuerza de trabajo llega a las 662 mil personas. Este indicador tiene relevancia histórica y estratégica para la región.
“Es clave debido a que no es un hecho puntual que se estén logrando altas tasas de participación en el mercado laboral, sino que es un efecto acumulado durante lo corrido del 2022. Según el Dane, en el área metropolitana la población ha crecido desde enero a septiembre de 2022 en un 0,38%, sin embargo, la cantidad de ocupados subió en 4,7% y la fuerza de trabajo ha tenido un crecimiento de 4,4%”, explicó Galvis Caballero.
Agregó que esto es positivo porque la población ocupada está creciendo a una mayor tasa que la fuerza de trabajo. Es decir, la población que está terminando sus estudios o que se encontraba realizando oficios en el hogar y que decide entrar al mercado laboral tiene una buena probabilidad de encontrar oportunidades para trabajar.
Al hacer un análisis por sector económico, el analista puntualizó que 11 sectores de la economía tienen crecimiento en el número de trabajadores respecto a septiembre de 2021. El único que presenta una reducción es construcción. Sin embargo, la administración pública, el comercio, el transporte y las actividades de entretenimiento tuvieron incrementos significativos por encima de 13 mil personas por sector.
“Es clave resaltar que la sinergia público-privada es importante en materia de generación y colocación de empleo para el territorio. Durante septiembre hubo dos actividades importantes, la primera fue la Feria Bonita, cuyo efecto se puede relacionar, entre otros factores, con el incremento de 8 mil personas ocupadas en comercio y de 4 mil personas en actividades de entretenimiento. Adicionalmente, se realizó la Feria de Empleo en, en la que se obtuvieron 2.000 postulaciones para diferentes trabajos”, concluyó Galvis Caballero.
