Para el gremio ganadero, ese negocio ilícito puede haber movido en ese tiempo aproximadamente 6 billones y a su vez, se constituye en la más seria amenaza para el estatus sanitario del país.
Cuando se compararon las cifras de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, el censo del Dane y las registradas en el II ciclo de vacunación que culminó el pasado 10 de julio de 2019, salió a flote una cifra realmente preocupante: al país han entrado 4 millones de bovinos de contrabando procedentes de Venezuela.
Lo anterior significa que amparados en ese delito, se colaron un poco más del 15% del hato nacional que se estima en 26,7 millones de ejemplares.
Esos ejemplares habrían entrado al territorio nacional desde 2016 hasta la mitad del 2018 procedentes de Venezuela, país que es endémico en fiebre aftosa, ya que no tiene un solo plan de vacunación de protección contra esa enfermedad.
De acuerdo con José Félix Lafaurie Rivera, presidente de Fedegán, “el problema es que solo por un millón de animales de contrabando se presume que existe un negocio de $2 billones y si hablamos de 3 millones de bovinos es un negocio de $6 billones”.
El directivo dijo que esa problemática implica un mayor esfuerzo “en el nivel de protección para evitar la circulación viral, si queremos mantener el empeño de convertir a la ganadería en un sector altamente exportador”.
Lafaurie Rivera manifestó que ese negocio ilícito afecta a la ganadería, exportaciones y bienestar de miles de familias que trabajan en ese subsector honradamente.
El contrabando de ganado es controlado por mafias.
