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La mitad de los vehículos en Santander evadió el Soat en el primer semestre del 2022
- Jaime del Río / VANGUARDIA Cerca de 47% de los vehículos no tiene Soat vigente y casi 80% de ese total son motos, de acuerdo con datos de Fasecolda.
De acuerdo con el balance del primer semestre de 2022 de Tránsito y Transporte, quedaron comprobadas las problemáticas de informalidad y evasión de este sector. Esto hace que se registre un desbalance en el sistema, dado que a través del Soat (seguro) las instituciones de salud tienen la obligación de prestar un servicio integral a las víctimas de accidentes viales.
La evasión de este seguro en Colombia está en el 47%, mientras que en Santander asciende al 50%.
“Imagínese un negocio en el que la mitad de la gente no paga, pero que igual reciben atención. Si usted es herido en un vehículo que no tiene Soat, lo atiende el sistema de salud, y todo eso carga gastos, pero la persona que no está asegurada no está asumiendo el costo del seguro”, aseguró Miguel Gómez, presidente de Fasecolda.
Agregó que ese es uno de los problemas más serios, con una tasa de evasión alta, que es incluso mayor en las motocicletas, que son las que tienen la más alta accidentalidad. “Entonces el sistema está desbalanceado y financieramente es un dolor de cabeza”.
Por tanto, el gremio de la industria aseguradora describió que hay dos grandes dificultades que tienen en “cuidados intensivos” ese seguro: la alta accidentalidad y el fraude. “La protección de las víctimas de siniestros viales corre peligro”. Con este contundente mensaje, Fasecolda, advirtió los problemas que tienen contra las cuerdas al Soat en Colombia.
Entre las soluciones, sugiere crear una mesa público privada para evaluar políticas que disminuyan la alta tasa de accidentes y limitar el número de veces que se puede utilizar una misma póliza durante su vigencia, entre otras.
A partir de este panorama, Vanguardia les presenta un balance del primer semestre de 2022 para el sector tránsito y transporte.

*Santander tiene 1.022.162 de registros del Soat, de los cuales 514.439 no están vigentes, es decir, el 50% de evasión.
*La Amazonía es la región con mayor porcentaje de evasión del Soat con un 74%, le siguen el Caribe con un 67% y Llanos – Orinoquía con un 63%.
*El primer semestre de 2022 culminó con una evasión del Soat del 47%, lo que significa que, del parque automotor nacional, 8’133.557 no cuentan con un Soat vigente, mientras que 9’222.888 sí tienen esta póliza.
La abogada Daniela Méndez, especialista en especialista en Derecho Internacional de Transporte de la Universidad del Externado y experta en movilidad, consideró que la consecuencias para la movilidad de Santander es una mala calidad del aire y contaminación, lo que conlleva a enfermedades.
“Lo más grave son las muertes y accidentes de tránsito que se pueden generar por no contar con un vehículo en óptimas condiciones que es el fin de la revisión técnico mecánica. Cuyo objetivo de dicha revisión es verificar el funcionamiento del motor del carro y las motocicletas. Asimismo la suspensión, dirección, emisión de gases contaminantes, estado de las llantas, entre otras”, explicó la experta, quien fue directora de Tránsito de Bucaramanga.
Por su parte, Darío Hidalgo, investigador de la movilidad sostenible, doctor en Ingeniería Civil del Planeamiento de Transporte Urbano y profesor de la Universidad Javeriana, precisó que el Soat es un mecanismo de aseguramiento y el costo total de los gastos médicos, incluso rubros funerarios y de ambulancias, se paga con los aportes de los propietarios de los vehículos al comprar este seguro.
“Y si estos costos suben, pero los ingresos por el pago del Soat no crece, entonces lo que tienen que pagar las personas que sí lo hacen será mayor, o de lo contrario, se necesitarán más recursos públicos para financiar lo faltante. Estos dos escenarios evidencias que el dinero sale del bolsillo de los ciudadanos, sean de los propietarios o vía impuestos”.
Para Hidalgo, esta alta evasión en Santander es gravísima porque, si las aseguradoras no tienen suficientes ingresos para cubrir los siniestros que se generan contra estas pólizas, terminan saliendo del aseguramiento y “podemos quedarnos sin el pago del servicio, porque estas empresas tienen que mantener un equilibrio entre lo que ingresa por el Soat y lo que sale para el pago de siniestros”.
A la discusión se sumó el ingeniero de transportes Héctor Gerardo Cáceres, exdirector de Tránsito de Bucaramanga, quien ve grandes afectaciones tanto para las autoridades de tránsito, como para conductores y ocupantes de vehículos.
“El propietario o conductor debe saber que estas multas son considerablemente altas. Además, en caso de que ocasionar algún accidente, el conductor, que no cuente con este documento, deberá cubrir los gastos médicos ocasionados a cualquier ciudadano, estos pueden ser significativos. Lo más delicado, los afectados podrán enfrentar dificultades para recibir atención médica inmediata y de calidad por la falta de ese seguro”, aseguró Cáceres.

Movilidad, entre riesgos y evasión
Méndez agregó que esta alta tasa de evasión en la región hace que los conductores y ciudadanos se expongan a riesgos.
“Se exponen a poner el riesgo la vida por la alta evasión de la revisión técnico mecánica, revisión que se debe realizar anualmente en los vehículos de transporte particulares con más de seis años en circulación y los de servicio público desde los dos años a partir de la fecha de la matrícula”, advirtió Méndez, quien recordó que los conductores que circulen sin la revisión técnico mecánica se exponen a una multa denominada C35, la cual equivale a 15 salarios mínimos legales diarios vigentes.
De acuerdo con el ingeniero Cáceres, los conductores que no porten el Soat contribuyen a un ambiente de inseguridad vial generalizado, ya que los conductores sin seguro podrán sentirse menos responsables y más propensos a cometer infracciones al tránsito, “aumentando así el riesgo de accidentabilidad y lesiones tanto para ellos como para otros usuarios de la vía”.
Añadió que el seguro obligatorio es requisito indispensable para poder circular por las vías de Colombia, cumplir con este requisito contribuye a mantener una movilidad más segura y garantiza una adecuada atención médica para cualquier usuario que sufra un accidente.
Según el profesor Hidalgo, el mayor riesgo recae en las motocicletas porque la principal elusión del pago de este seguro está en este segmento del parque automotor.
“Estamos sufriendo porque las motocicletas, no necesariamente sus propietarios, no están cubriendo el Soat. Esto significa que cuando suceden los siniestros no hay los recursos para cubrirlos. Y las personas que no compran este seguro no deberían manejar o poner a circular ese vehículo”, recalcó el experto en movilidad sostenible.
La dificultad, de acuerdo con Hidalgo, es el control en ciudades como Bucaramanga y su área porque no hay policías ni agentes de tránsito suficientes para estar en la mayoría de calles y avenidas.

*De los 889.597 vehículos que les aplica la revisión técnico mecánica en Santander, el 59% no la tiene vigente, para un total de 524.067 vehículos.
*Del total del parque automotor nacional, a 14’502.648 vehículos se les debe hacer la revisión técnico mecánica, de los cuales el 56% (8’191.465) no tiene este certificado vigente y el 44% (6’311.183) restante sí lo tiene.
*El 78% de las motocicletas no tienen el certificado de revisión técnico mecánica vigente.
¿Cultura evasora?
Johanna Cárdenas Acevedo, directora de Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos, aseguró que la mitad de los vehículos en Santander evadan el Soat es muy grave, en especial en el área metropolitana, ya que esta ciudad reporta al año por lo menos 3.000 accidentes de tránsito y en promedio entre 150 y 160 personas fallecidas.
La economista insistió en que este panorama es delicado para quienes sufren accidentes, debido a que no pueden contar con la atención médica adecuada debido a la falta del seguro. Asimismo, quienes no lo tienen, terminan siendo una carga para el sistema de salud y todos los contribuyentes, puesto que los costos médicos, que deberían ser asumidos por una empresa aseguradora, “terminamos asumiéndolos todos a través de recursos públicos”.
Al preguntarle las razones del porqué hay una tendencia evasora en la región, Cárdenas Acevedo afirmó que esto no es un asunto exclusivo de los santandereanos, ya que estudios y encuestas en el país muestran que hay una cultura alrededor de la evasión de impuestos que se da en todos los niveles socioeconómicos, aunque por distintas razones.
“Sin embargo, si en algo se coincide es en la alta percepción de corrupción en el manejo de los recursos públicos y la falta de confianza en los gobiernos, lo que por supuesto, afecta esa disposición a pagar impuestos o en este caso el seguro de movilidad y transporte”, concluyó la directora.

*Santander registró 27.169 matrículas nuevas. Hace parte de la región Central.
*Girón (Santander) es el tercer municipio del país con más motocicletas registradas en el país, para un total de 325.703 matrículas en el primer semestre del 2022.
*A pesar de la falta de disponibilidad de vehículos por la crisis mundial, las cifras de matrículas nuevas son positivas frente al mismo período de 2021. Los vehículos nuevos estuvieron al alza en el primer semestre de este año. Presentaron un aumento del 26% comparado con el mismo periodo de 2021.
*De las 551.144 matrículas del primer semestre de 2022, el 36% se realizaron en la región Central, el 22% en Antioquia y el Eje Cafetero, el 15% en el Caribe y el 14% en el Pacífico.
*Santander reportó 52.978 traspasos vehiculares en los primeros seis meses del 2022.
*En Antioquia y el Eje Cafetero se registró la mayor cantidad de traspasos en el primer semestre de 2022, al reportar el 29% de las transacciones, le sigue Central con el 25%.
*De las 845.805 transacciones de traspasos este año (enero-junio), el 39% correspondieron a automóviles, el 36% a motocicletas y el 25% restante a otras clases de vehículo.

¿Qué piensan los motociclistas?
Santiago Quiñónez vive en Bucaramanga y es uno de las 462 mil personas que tienen motocicleta en el área metropolitana. La compró hace seis años y la usa para movilizarse de su casa al trabajo.
“Para pagar el Soat me tocaba hacer de todo. Al principio, cuando no tenía trabajo fijo, fue difícil, me tocaba reunir con lo que me pagaban de varios empleos como independiente. Luego cuando accedí a un contrato fijo, ya el pago fue más fácil porque disponía del dinero para hacerlo”, contó el motociclista a Vanguardia.
Para él, la evasión del pago del seguro demuestras las condiciones precarias de ingresos y empleo de los colombianos, “pero no justifico que no lo paguen porque es de obligatorio cumplimiento y es la manera segura de movilizarse en la moto y tener alguna garantía, si hay daños a terceros”.
Dijo que la moto se convirtió el medio de transporte para la gran parte de la clase trabajadora de las ciudades y estas personas se enfrentan al costo de la póliza, “que en muchas ocasiones no tienen para pagarlo porque el ingreso promedio no alcanza, pero también hay personas que tienen la plata, pero no lo pagan, no tienen cultura de pago”.
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Periodista económico en Vanguardia. Magíster en Estudios Políticos, de la Universidad de Caldas. Comunicador Social – Periodista, egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. De La Guajira.
malguero@vanguardia.com