Un grupo de ambientalistas plantea la posibilidad de utilizar abejas para medir la contaminación en el Magdalena Medio en Santander. Conozca cómo funcionaría este proyecto.
El ambientalista Javier Céspedes afirmó a Vanguardia.com que en Santander existe la necesidad de medir el nivel de contaminación generado por la extracción petrolera en la región del Magdalena Medio. "Creemos que Ecopetrol no tiene control sobre la contaminación que generan. Si tienen algún estudio, nunca lo muestran...”.
Por esta razón Céspedes, quien es integrante del Grupo de Estudios Extractivos y Ambientalistas del Magdalena Medio, colectivo que trabaja temas ambientales, territoriales y sociales, señaló que las abejas pueden ser empleadas como bioindicadores de la polución de esa zona.
De acuerdo con el experto, las abejas cubren un campo de tres kilómetros a la redonda, que incluyen un radio de aproximadamente 200 hectáreas, para buscar su alimento. "Todo lo que ellas absorben en esa área se va a detectar en el polen que se recoja en las colmenas”.
Esta capacidad sirve para conocer las sustancias que quedan impregnadas en el polen y en las mismas abejas, para lo cual se realizaría una serie de estudios.
El proceso consiste en hacer un análisis de cromatografía líquida al polen que traen las abejas y la miel que producen. Además de un examen de microscopía de absorción atómica a algunas abejas que se sacrificarían. "Con este tipo de estudio se pude determinar incluso contaminación por el uso de pesticidas. Todos los contaminantes se verán reflejados", resaltó Céspedes.
Además, el ambientalista añadió que para este estudio se deben ubicar al menos dos colmenas cada 500 metros del punto que se quiera medir. "ya sea una refinería, un pozo petrolero o una mina".
Sin embargo, Javier Céspedes aseguró que por ahora no ha sido posible establecer un acuerdo con Ecopetrol para llevar a cabo el proyecto. "Planteamos a Ecopetrol que nosotros aportamos las abejas, para así medir la contaminación con esos exámenes. Pero ellos nunca nos ponen atención. Por más que le propongamos nos van a ignorar. Por ahora nos hemos concentrado en educar a la población sobre el beneficio que ofrecen las abejas".
Entre tanto, Céspedes resaltó que se busca el apoyo de la Universidad Nacional de Colombia para reunir un mayor soporte científico para presentar a Ecopetrol un proyecto sólido que sea aceptado por la compañía petrolera. "Es necesario saber cuál es el impacto real de la extracción petrolera. Todos los días se respira olor a gas. En la refinería frecuentemente hay daños en catalizadores, que se pueden percibir por su olor y el polvo que expulsa".
¿Cómo afecta la contaminación a las abejas?
Según el colectivo Abejas Vivas, en Colombia han muerto al menos 14.381 colmenas de abejas en los últimos tres años.
Javier Céspedes explicó que una de las causas que generan la muerte de estos insectos son sustancias como el metano. "Las abejas obreras viven 42 días, si una abeja no alcanza a regresar a la colmena al estar mareada por los contaminantes, no rendirá lo mismo que tiene que rendir. Seguidamente ocurre el colapso de la colmena, que hace que se mueran".
El ambientalista afirmó que en el Magdalena Medio existen cerca de 150 apiarios establecidos, en los que pueden estar conformados por 10 o 15 colmenas de abejas apis, dependiendo del productor.
Además recordó que en Santander también existen otras abejas silvestres, que también se ven afectadas por la contaminación. "Ellas son igualmente vitales para el ecosistema, por su función como polinizadores".
De acuerdo con Céspedes, las abejas generan las dos terceras partes de las plantas que se usan para alimentación. "Gracias a las abejas hay nuevas semillas que se transforman en plantas".
¿Qué dice Ecopetrol?
Ecopetrol afirmó a Vanguardia.com que por el momento el Grupo de Estudios Extractivos y Ambientalistas del Magdalena Medio no ha presentado un proyecto formal para evaluar si es posible emplear abejas para medir la contaminación en el Magdalena Medio.
La compañía recalcó que los interesados en presentar propuestas tecnológicas para trabajar de la mano de Ecopetrol deben cumplir con un proceso para comprobar la viabilidad de esas ideas.
"Deben enviar su requerimiento al correo relacionamiento.proveedores@ecopetrol .com.co, que es el canal oficial para este tipo de solicitudes y allí, de acuerdo con los procedimientos establecidos por la organización para tal fin, se le indicará los respectivos pasos a seguir".
Entre tanto, Ecopetrol resaltó que para la explotación de hidrocarburos cuenta con medidas de manejo contempladas en los instrumentos de control, ya sean Planes de Manejo Ambiental o Licencias Ambientales.
"Se elaboran siguiendo los Términos de Referencia para Proyectos de Explotación de Hidrocarburos (HI-TER-1-03) y la Metodología General para la presentación de Estudios Ambientales, en ambos casos expedidos por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible), adoptados mediante las Resoluciones 1543 del 6 de agosto de 2010 y 1503 del 4 de agosto de 2010, respectivamente".
Además, la petrolera precisó que realiza la evaluación ambientalpara encaminar el proyecto a un desarrollo social y ambientalmente sostenible. Este proceso permite identificar y valorar los impactos ambientales, ya sean adversos o benéficos en el entorno.
Ecopetrol añadió que tras dicha evaluación se definen las estrategias a utilizar para medir, mitigar, y prevenir la posible afectación que pueda generar la extracción petrolera. "Se deben plantear las alternativas para prevenirlos, controlarlos y reducirlos; medidas que se exponen en las fichas de manejo ambiental de los instrumentos de control y seguimiento mencionados".
La empresa recordó que una de sus grandes apuestas es reducir en Santander 410 toneladas de CO2 entre 2016 y 2019. En este departamento se adelantan actividades del sector de hidrocarburos, como la exploración, producción, refinación y transporte.
Dentro de las acciones para alcanzar ese objetivo están la disminución del venteo de gas metano en anulares de pozos productores, el aprovechamiento del gas venteado o quemado en teas para operaciones propias del sector y la implementación de un programa de eficiencia energética en la Refinería de Barrancabermeja.
