Empresarios y gremios aseguran que Santander es el departamento más perjudicado por el escándalo de corrupción de Odebrecht, que compromete el sector 2 de la Ruta del Sol.
Empresarios, gremios y expertos no alcanzan a medir en cifras el impacto económico que tendrán para el departamento los retrasos en la ejecución del proyecto más ambicioso para la competitividad regional que se había presentado hasta el momento: la Ruta del Sol, que en el sector 2, adjudicado al consorcio Ruta del Sol, iba a llevar en doble calzada 240 kilómetros de la Troncal del Magdalena Medio.
Y es que de acuerdo con algunos expertos de la región, además de los impactos en cuanto a mayores costos de transporte que asumen los empresarios por tener una conectividad vial deficitaria, sectores clave que se han proyectado para la economía, como el de logística, también tendrán que posponer su desarrollo.
Uno de los sectores más golpeados es el palmicultor, teniendo en cuenta que según las proyecciones de la Federación Nacional de Palmicultores, Fedepalma, este año y el siguiente, la zona central tendrá excedentes cercanos al 40%, lo que equivale a que se tendrían que exportar unas 500 mil toneladas, y la tercera parte tendrá que salir por esta vía hacia los puertos. “En este momento, se están pagando fletes cercanos a los 40 dólares por tonelada de aceite, lo que representa un 10% de los costos de producción, y aplazar la ejecución del proyecto, contando además con el retraso que ya se había acumulado, nos va a perjudicar tremendamente. También, más de la mitad de los abonos entran por Barranquilla, unas 20 mil toneladas que tenemos que transportar con sobrecostos”, aseguró León Darío Uribe, empresario palmero del Magdalena Medio y miembro de la junta directiva de Fedepalma.
Según el consultor en infraestructura vial Félix Jaimes Lasprilla, los efectos para el departamento son incalculables, especialmente porque tocan directamente a sectores que se están consolidando estratégicamente para el futuro de la economía del país. “Barrancabermeja se tiene que convertir en el principal nudo logístico del país. Por allí pasan tres vértebras principales por río, transporte terrestre y ferroviario, así que, desde luego, ese atraso afectará enormemente esos desarrollos”, indicó.
Para Jaimes, también es importante tener en cuenta la afectación de la Transversal Río de Oro, ya que conectará la Ruta del Sol con el río Magdelana, convirtiendo a Puerto Capulco y Barrancabermeja en puntos estratégicos para el desarrollo logístico del país.
De acuerdo el director de la Comisión Regional de Competitividad, Juan Hernando Puyana, la suspensión de las obras implicará que la región no siga avanzando en materia de competitividad.
“En materia de infraestructura, nos mantenemos en el noveno puesto entre 26 departamentos, y es, sin lugar a dudas, uno de los principales retos de la región, ya que no es un puesto privilegiado. Eso implica que los empresarios sigan teniendo costos altos para transportar a puertos, y en ese punto estamos ubicados en el puesto 15 (ver tabla), y no solo se trata de un tema de vías, sino también el de la navegabilidad del río Magdalena”, indicó.
Jaimes Lasprilla añadió que también habrá una fuerte repercusión en empleo, ya que el año pasado la ejecución de la Ruta del Sol había generado más de 3.500 puestos de trabajo para la región.
Ahorros hasta del 35%
Para el presidente de la Sociedad Santandereana de Agricultores, Hernán Hernández, tener una vía de doble calzada hacia la Costa y que comunique a los puertos rápidamente implicará una reducción de costos entre el 30% y el 35%, según los cálculos hechos preliminarmente. “Es un ahorro descomunal para la economía, y ese rezago nos está atrasando el desarrollo. Es importante señalar que no se han hecho muchas obras, como segundos puentes, lo que está generando congestiones”, indicó.
Hasta un año
Según el experto en infraestructura Félix Jaimes Lasprilla, la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, no tenía otro camino que pedir la nulidad del contrato, a efectos de no castigar a terceros. Sin embargo, advirtió que el proceso para que se pueda sacar una nueva licitación podría tardar como mínimo un año, tiempo en que se castigaría al departamento, teniendo en cuenta que 2017 y 2018 serían los años en que las obras entrarían a concentrarse en Santander.
