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Miércoles 25 de mayo de 2022 - 12:00 PM

Santander es una región de empresarios pujantes e industrias productivas: Andi

La Seccional Santander resaltó el trabajo en el fomento de prácticas empresariales en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Empresarios se comprometieron a seguir con la reactivación, generación de empleo y la internacionalización de la región.

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Suministrada / VANGUARDIA Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi).
Suministrada / VANGUARDIA Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi).

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Suministrada / VANGUARDIA Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi).

Se realizó ayer la LXI Asamblea Seccional Santander y la XIX Asamblea General de la Andi, en Bucaramanga, con el propósito de reflexionar sobre el papel de las empresas y la industria como generadores de empleo y bienestar en el departamento.

El presidente del gremio, Bruce Mac Master, participó en el evento y destacó el aporte de $62 billones del departamento al PIB nacional, correspondiente al 6,2%, además de los US$839 millones en exportaciones anuales que produce la región. “En Santander las empresas generan empleo y bienestar, en una de las regiones más pujantes del país”.

Vanguardia dialogó con el líder gremial sobre la industria santandereana, la coyuntura política del país y la inflación.

¿Cómo ve hoy el gremio industrial en Santander?

El gremio es muy dinámico, es una de las más importantes seccionales que tiene la Andi en el país, con mayor crecimiento y mayor capacidad de seguir creciendo, porque Santander es un departamento que ha sido muy productivo durante mucho tiempo, además tiene una diversidad gigante, tiene la industria local que se ha desarrollado aquí, además es notorio lo que se produce acá. Luego tiene todo el crecimiento relacionado con el agro y agroindustrial, también tiene el crecimiento relacionado con la industria de hidrocarburos, más el crecimiento de la industria de la construcción, que Santander cada vez más es una potencia en construcción a nivel nacional.

El ‘talón de Aquiles’ de la región es el de sus vías. ¿Qué debe hacer Santander para ser más competitivo?

Una de las más importantes riquezas que tiene Santander es su geografía, pero también es uno de sus desafíos, es decir, lo que sucede aquí en la Cordillera Oriental es dramáticamente bello. Este hecho le impone un desafío muy grande a la conectividad, no tengo la menor duda de que este es hoy por hoy el principal reto que tiene la región.

Por ejemplo, arrancar uno desde el Magdalena Medio y llegar a los Llanos Orientales, pasando por semejantes cordilleras y montañas monumentales, como el Cañón del Chicamocha, es un desafío gigantesco.

También desde el punto de vista aéreo hay una restricción, pues el departamento no es el mejor sitio o el lugar más fácil para construir aeropuertos o tener pistas largas. De esta manera, el área metropolitana de Bucaramanga termina siendo un enclave de inmenso potencial con algunas cosas muy modernas, pero con un problema de conectividad que tenemos que resolver.

La industria fue de los sectores que más jalonó el crecimiento del PIB en el primer trimestre del año. ¿Cuáles son las proyecciones del gremio?

La industria tiene la característica de ser, para un país como Colombia, un productor de muchos bienes básicos importantes y de ‘commodities’.

También tiene la característica de ser como el gran diversificador de la plataforma y del portafolio de producción, lo cual es valioso porque una economía como la nuestra necesita tener muchos productos y producir para diferentes mercados en diferentes condiciones, con capacidad de generar una autonomía y con capacidad de producir empleo y producir valor agregado. En estas condiciones uno ve las cifras de la industria creciendo al 25%.

Colombia tiene la oportunidad de crecer en agro, agroindustria e industria. Si Colombia quiere ser un país de ingresos altos y generarles oportunidades a sus habitantes, con buenos niveles de empleo, tiene que seguir apoyando y desarrollando su industria.

En un contexto electoral, ¿cómo analiza esas condiciones de los empresarios?

Es importante, desde el punto de vista electoral, tener la certeza y la garantía de que efectivamente nosotros tendremos las condiciones para seguir desarrollando las empresas que pueden ofrecerles los empleos a los colombianos, para que podamos seguir aumentando la inversión local y la extranjera. Esa es una fórmula que debe ser cuidadosa en la generación de confianza, en términos de la estabilidad de reglas, de que efectivamente se garantice el cumplimiento de los contratos y la capacidad de la justicia de ser un buen árbitro entre privados e incluso también con el Estado.

Uno de los retos más importantes que tenemos en este momento, se lo hemos dicho a los candidatos, es que ellos no pueden jugar con la confianza, ni con el empleo, ni con la capacidad de tener mayor inversión.

¿Se refiere a algún sector económico en específico?

El ejemplo es el de la minería y del petróleo. Es cierto que Colombia tiene que hacer una transición energética, pero debe ser una transición seria, mesurada y responsable. Ya escuchamos al expresidente y candidato presidencial en Brasil Lula da Silva que no se puede hacer una transición abrupta e irresponsable, porque eso generaría un gran daño energético. El caso de Colombia no es distinto. Entonces esa confianza hay que darla porque de lo contrario toda la población termina sufriendo realmente las consecuencias de la eventual incertidumbre que se genere.

El gremio presentó una hoja de ruta de los retos que debe atender el próximo presidente, independiente del que gane, con un enfoque a largo plazo. ¿Qué tuvieron en cuenta para formular esas propuestas?

Es un análisis sereno y técnico, lo más social posible o lo más empático, es decir, entender al mismo tiempo que lo más importante son las necesidades de las personas, pero que para eso tenemos unos recursos, que son escasos, que toca administrar bien. Por eso, terminamos diciendo: ‘No hay la menor duda de que Colombia tiene en este momento dos grandes grupos de temas’, en los cuales tenemos que concentrarnos que son las políticas de equidad, superación de pobreza y de generación de mejores condiciones para todos los colombianos, y por otro lado, la actividad económica representada por la actividad empresarial, que es la que permite a un país, como un todo, pueda atender las necesidades de su sociedad. Entonces, hicimos un símil ,en este momento tenemos concentrarnos en una autopista de dos carriles, los dos tienen que ser atendidos con igual prioridad, y con igual velocidad, que es el carril de la superación de pobreza y el carril de generar las condiciones económicas y empresariales para que el empleo sea la base de dicha superación. Lo que tenemos, por un lado, es un carril de políticas sociales de atención a las poblaciones más vulnerables y, por otro lado, un carril de generación de condiciones empresariales para que Colombia produzca pujanza, riqueza y recursos para los hogares.

¿Qué pasaría si se olvida alguno de los dos carriles?

Si uno olvida cualquiera de estos dos carriles uno comete un gran error, si uno se concentra solamente en el tema empresarial y se olvida de la población, entonces no sabe uno para qué está trabajando, porque al final solo debemos trabajar para el bienestar de la gente; si solo se concentra en las políticas sociales, pero no tiene una economía suficientemente robusta para pagar, atender y ofrecer oportunidades, entonces uno está cometiendo un error grande, porque su política no irá más allá de uno o dos años. Hay ciertas cosas que se deben hacer, tenemos que concentrarnos en las políticas de sostenibilidad ambiental, especialmente en la ventaja competitiva que tiene Colombia alrededor de su baja huella de carbono.

En ese documento se mencionan reformas, ¿por qué en Colombia las reformas no tienen impactos efectivos?

Respecto a las reformas decimos algo diferente a lo que se ha dicho, no hay la menor duda de que Colombia requiere muchas reformas: laboral, pensional, de salud, tributaria, de tierras, de la justicia, del régimen electoral, entre otras, eso ya lo sabíamos desde hace mucho tiempo. Eso es repetir lo mismo. La pregunta que nos tenemos que hacer es por qué Colombia no ha sido capaz de adelantar sus reformas. La posición que nosotros hemos identificado y que estamos defendiendo es que no tenemos un método para hacer las reformas, no hay una metodología, un procedimiento, entonces no sabemos cómo sentarnos a dar las discusiones, no sabemos cómo salir de los problemas de popularidad de corto plazo. Es decir, no sabemos cómo anteponer la responsabilidad a la popularidad política de los mandatarios de turno. Y como no sabemos hacerlo desde los años 90, no hemos podido con las reformas.

¿Cuál sería ese método?

Debemos construir el método de cómo reformar, debemos construir una forma de conversar, de dialogar, una forma de analizar y tomar decisiones.

Los economistas han insistido en que la economía ha venido creciendo más acelerada que la recuperación del empleo, ¿desde la Andi cómo entienden este rezago?

Es normal y lo cierto es que cuando uno mira cualquier serie estadística o econométrica se encuentra con que normalmente las cosas tienen un orden y unos rezagos. Entonces uno tiene primero a la actividad económica, luego la generación de empleo, y después la reducción de pobreza. Si uno mira los indicadores del crecimiento del PIB, de desempleo y de pobreza, uno evidencia que efectivamente reaccionan. Tuvimos una pérdida de actividad económica del 6,8% en el 2020, luego una reactivación en el 2021, pero el empleo no recupera todavía el nivel del 2019 o del inicio del 2020, pero sí se reduce el desempleo del 21% al 12%. Esta reacción se da porque los empresarios no se atreven a aumentar sus plantas de personas hasta tanto no se haya ratificado la tendencia de crecimiento de producción y la de las capacidades utilizadas.

En el Foro Económico Mundial, líderes económicos advierten el alto impacto de la inflación, ¿esto cómo lo vive la industria?

Una de las cosas más impactante, incluso para los economistas, es lo mágico que era todo el sistema logístico y el sistema productivo cuando no teníamos pandemia, ni guerra en Europa. Las cosas se producían, se consumían, se llevaban a las navieras, los puertos y aviones funcionaban, los precios más o menos equilibrados. Entonces, la pandemia nos enseñó que esa magia se puede perder en cualquier instante y que es difícil de recuperar. Se armaron cuellos de botellas en los puertos de Los Ángeles y Shanghai, y todo el planeta colapsó. Eso significa que las materias primas entonces no fluyen, que los productos no se producen o llegan a los mercados. Eso termina siendo un ciclo muy difícil en el mundo. En este momento estamos tratando de reconstruir esos equilibrios logísticos, en especial los equilibrios de productos. De esta manera, las industrias y las empresas nos hemos visto afectados.

¿A partir de la inflación, qué es lo que más le preocupa a los industriales?

Cuando uno les pregunta a los industriales cuál es el principal problema que está enfrentando, por lo menos el 50% dice que el problema es el de las materias primas. Y cuando uno ahonda más, ellos dicen que esa coyuntura tiene que ver con la disponibilidad de las mismas, con la capacidad de moverse y con los costos, que se han disparado. Eso nos ha metido a una pandemia más potente, que es la inflación.

Todas las industrias colombianas han tenido esos problemas. Nos hemos encontrado con que algunas empresas o sectores se quejan de que sus materias primas han crecido, no es deseable que sus precios sigan aumentado, pero es el resultado de un fenómeno más grande que está pasando en todo el planeta.

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Publicado por Miguel Orlando Alguero

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