Las estimaciones de Cotelco indican que en los últimos 14 meses la disminución de ingresos del sector equivale a cerca de 10 billones, lo que ha significado la no venta de los servicios hoteleros y complementarios.
Desde hace 14 meses el sector hotelero viene enfrentando una difícil situación económica. Inicialmente fue la baja ocupación hotelera a causa de las restricciones de movilidad por cuenta de la pandemia del COVID-19 y ahora por el paro nacional.
Según Cotelco, entre abril y mayo, el 57,8% de las reservas hoteleras se suspendieron. Al menos el 77,1% de los que decidieron no alojarse en estos lugares indicaron que fue por dificultades para el traslado de los turistas (cierres de vías, bloqueos y dificultades para acceder a los aeropuertos), seguido de la percepción de inseguridad por motivos de violencia presentada en las fechas de marchas o protestas (73,6%).
Además, se calculan pérdidas que llegan a $1.1 billones, de los cuales el 35,9% están asociados al efecto del paro nacional, algo así como $400.000 millones.
Gustavo Adolfo Toro, presidente ejecutivo de Cotelco, hace un llamado a avanzar en los diferentes diálogos que se desarrollan entre las partes, teniendo en cuenta los reclamos de la sociedad, con racionalidad y proporcionalidad a la capacidad institucional y económica del país.
“Solo con la reactivación económica de todos los sectores productivos es posible coadyuvar en la generación de empleo e ingresos. No es sano para el país mantener paralizada las actividades, pues el peso que esto implica para los empresarios se traduce en mayor desempleo, menor recaudo para el Estado y, con ello, la dificultad para lograr los loables propósitos de quienes reclaman un mejor país”, precisó Toro.
Aunque ninguna región del país se ha visto excluida de esta situación, los destinos como Santander, Valle del Cauca, Cauca, Nariño, Cartagena, Bogotá, Antioquia, Boyacá, Cundinamarca y Huila son los que mayor afectación registran.
