Esta semana, cuando se espera que sea radicado en el Congreso, el proyecto de la reforma tributaria encontrará un panorama político adverso. La expectativa es grande debido, además, a un posible aumento en los impuestos como el IVA.
Aunque aún no se conoce oficialmente su contenido, la reforma tributaria (a la que el Gobierno llama Agenda de Transformación Social Sostenible) enfrentará una fuerte oposición política cuando sea radicada en el Congreso, como se espera que ocurra esta semana.
El Gobierno ha destacado el aspecto social de la reforma, con temas como la ampliación del ingreso solidario a casi cinco millones de familias, la devolución del IVA a cerca de cuatro millones de colombianos, la extensión del PAEF y los incentivos para la contratación de jóvenes.
Sin embargo, es en el aspecto impositivo en donde están los verdaderos obstáculos que presenta la reforma.
Sobre este aspecto, aunque el Gobierno aún no ha confirmado sus principales puntos, ha trascendido que incluye propuestas como aumentar del 1% al 3% y volver permanente el impuesto con el que se gravó a los patrimonios iguales o superiores a 5 mil millones de pesos; incrementar el impuesto a los dividendos del 10 al 15%, gravar las pensiones de más de 7 millones mensuales, además de eliminar deducciones al impuesto de renta y gravar con IVA a productos que antes estaban exentos o tenían una tarifa menor.
Antes de Semana Santa, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquila, inició un proceso de socialización de la reforma que incluyó reuniones con representantes de los partidos políticos y la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, mientras que el presidente de la República, Iván Duque, ha defendido el proyecto en diversas entrevistas con medios de comunicación en donde ha pedido darle un “debate constructivo” a la reforma.
El ambiente político con que llega la reforma tributaria al Congreso de la República sigue sin embargo siendo negativo.
El excandidato presidencial Germán Vargas Lleras, líder natural de Cambio Radical, uno de los partidos claves para sacar adelante la reforma, publicó en las dos últimas semanas dos columnas de opinión en el diario El Tiempo, en las que se va lanza en ristre contra la reforma a la que califica de ‘Conejazo’.
Además de criticar que la reforma no tenga en cuenta las recomendaciones hechas por la comisión de expertos en materia tributaria, el exvicepresidente alerta que aprobar esta iniciativa puede expulsar la inversión extranjera que llega al país.
“Lo que se va a tramitar es, una vez más, una reforma que se aplicará sobre los de siempre, es decir, sobre el grupo de contribuyentes que cumplen con sus obligaciones tributarias: los asalariados y las empresas formales”, afirmó el dirigente político en su columna.
Por los lados del partido de Gobierno, el apoyo a la reforma tampoco parece absoluto.
El expresidente Álvaro Uribe, más que defender la reforma ha señalado la importancia de que la iniciativa vaya acompañada de austeridad de parte del Gobierno Nacional y ha advertido que medidas muy drásticas podrían no pasar por el Congreso.
En medio de la crisis económica que vive el país por la pandemia, será un camino muy difícil el que tendrá la reforma tributaria en el Congreso.
