Aunque Adepan advirtió del aumento del 10% del pan para el 2023 por cuenta del impuesto saludable, esta advertencia no se cumpliría en las panaderías de barrio. Pero el pan industrial sí que quedará gravado.
El Gobierno y congresistas radicaron anoche el texto final de la ponencia de la reforma tributaria para segundo debate en plenaria, que empezará su discusión este miércoles.
Entre los acuerdos de última hora, anunciaron que el pan no tendrá impuesto, aunque la meta de recaudo de la reforma se mantiene en $20 billones anuales.
En el texto de ponencia se lee lo siguiente: "Al respecto, algunos coordinadores y ponentes solicitaron eximir a los pequeños negocios del impuesto y precisar que no se gravara los bienes de panadería producidos artesanalmente".
Al respecto, se explicó que ya existe una disposición en el texto del articulado, según la cual “no serán responsables de este impuesto, los productores personas naturales que en el año gravable anterior o en el año en curso hubieran obtenido ingresos brutos provenientes de las actividades gravadas con este impuesto, inferiores a3.500 UVT. (...)”.
Esto es consistente con los umbrales máximos para clasificar como responsable de IVA. "Precisado lo anterior, se consideró que era pertinente aumentar este umbral a 10.000 UVT a fin de lograr el propósito perseguido", indicó la ponencia.
Por tanto, según la nueva ponencia, el pan en panaderías de barrio no tendrá impuesto, solo tendrán gravamen el pan industrial y los comercios que vendan más de $50 millones mensuales en solo este producto.
Sin embargo, en diálogo con la revista Semana, Marcela Morales, directora de la Asociación Nacional de Fabricantes de Pan (Adepan), aseguró que si las cosas siguen como van y se aplican los cambios de impuestos que contempla el proyecto del Gobierno nacional, el pan llegaría a costar hasta $800 cada uno, en su presentación básica.
"Lo cual sin duda sería un duro golpe para la economía de los más pobres".
Pan industrial
El pan industrial que quedará gravado, según los planes de la reforma. Por eso el sector panadero advirtió sobre graves consecuencias en la seguridad alimentaria del país por cuenta de los denominados impuestos saludables que grava a los alimentos ultraprocesados.
Aunque el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, aseguró que se exentará de este impuesto a los pequeños productores como tiendas de barrio y panaderías, no será lo mismo con el pan empacado que se produce de manera industrial.
Según cifras del sector, con la reforma tributaria, se tendrá que pagar 10% más por un paquete de pan y en dos años será 20%, limitando la posibilidad de acceder a un producto que, según los gremios panaderos, no tiene un sustituto. A partir del 2026 la tarifa crecerá de acuerdo con el incremento de las UVT.
De acuerdo con la consultora Kantar, 98% de la población ubicada en estratos 1 y 2, consume pan empacado y es la cuarta categoría de la canasta de alimentos con mayor gasto en ellos. La alerta se extiende, no solo al pan de empaque, sino a otros productos que se suelen comer en el desayuno, que tienden a ser alimentos ultraprocesados.
En ese orden de ideas, además del aumento de 10% en el precio del pan, también subirá en la misma medida el chocolate y la mermelada. Hoy se radicó la ponencia final de la reforma tributaria y a partir de este miércoles comenzará la votación en las plenarias del Congreso en Senado y Cámara.
