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Nacional
Sábado 27 de mayo de 2023 - 12:00 PM

Se dificultaría conseguir trabajadores para el campo, tal como lo plantea la reforma laboral

Empresarios del gremio creen que la imposibilidad para tercerizar y contratar temporales no resolverá el problema de informalidad. La coordinadora ponente afirma que sí hay flexibilidad.

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Archivo/VANGUARDIA
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Disminuir la informalidad en el campo es el principal objetivo de la reforma laboral presentada por el gobierno. O por lo menos, es una las posturas que más ha defendido María Fernanda Carrascal, representante a la Cámara por el Pacto Histórico y coordinadora ponente del texto radicado.

De hecho, en entrevista con El Colombiano, manifestó que “con esta reforma no solo vamos a formalizar, sino que vamos a reconocer y a devolver derechos para que los trabajadores tengan estabilidad laboral”.

En ese sentido, el proyecto crea la figura del contrato agropecuario. Esto con miras a darles garantías a quienes prestan su mano de obra en las actividades agropecuarias, un renglón de la economía en el que, históricamente, ha imperado la informalidad.

Sin embargo, en el gremio creen que, si el proyecto pasa tal como está radicado, no se resolverá el problema de fondo y será más complicado conseguir trabajadores.

Dinámica compleja

La ponencia que se discutirá en el Congreso dicta que el contrato de trabajo agropecuario “comprenderá aquellas actividades permanentes, transitorias y estacionales”.

Así mismo, en el parágrafo 4 se lee que “queda prohibida la vinculación de trabajadores agropecuarios mediante empresas de servicios temporales y la tercerización laboral”.

Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), señaló que “si bien el gobierno incorpora algunos de los temas que propusimos en el contrato agropecuario, no se está reconociendo la posibilidad de tener contratos por el tiempo efectivamente trabajado”.

Aquí entra en discusión la realidad para un subsector como el cafetero, que tiene dos cosechas cada año y unos picos específicos en la demanda de fuerza laboral. En este caso, las haciendas no podrán tercerizar o recurrir a las proveedoras de temporales.

Así las cosas, el líder de la SAC mencionó que “definitivamente como está la reforma, no se resolverá el problema de fondo, por el contrario, puede conllevar a más dificultad a la hora de contratar mano de obra, algo que ya de por sí es bastante difícil en el campo”.

Vale mencionar que los empresarios del agro han manifestado que no hay un fuerte relevo generacional para quienes trabajan en la ruralidad y han enfatizado en que los jóvenes prefieren emplearse en otros trabajos, derivando todo eso en escasez de colaboradores.

“Por eso —dijo Bedoya— propusimos no solo a este gobierno sino a los anteriores, que se reconozca que hay trabajos estacionales y que un trabajador rural puede tener varios empleadores el mismo día”.

No funciona ese “molde”

Para Juan José Perfetti, investigador asociado a Fedesarrollo y especialista en economía agrícola, el principal vacío de la reforma consiste en querer “llevar el molde de la contratación urbana a la ruralidad”, cosa que, desde su óptica, no responde a la realidad.

Expuso que “hay actividades en el campo con otras tradiciones. En el caso de la papa en Cundinamarca y Boyacá, se contratan a unas personas que tienen trabajadores y uno no se sabe cómo harían para formalizar todo eso, porque son trabajos precisamente estacionales”.

“Van, siembran y después en unas semanas, fumigan, limpian y etcétera, hasta que llega la temporada para recoger, pero no son trabajadores permanentes”, añadió.

Por sus años dedicado a estudiar el campo, detectó que también existen pequeños productores a los que les sobra tiempo y se emplean por algunos días en otras fincas. A su juicio, también quedarían en un limbo porque “no es claro cómo se podrán manejar esos contratos, cómo se va a lograr un contrato formal para que les paguen por unas semanas y que luego desaparezca el vínculo, eso es complejo”.

En línea con ello, Juan Pablo Duque, fundador y CEO de Equilibria Agro, productora y exportadora de limón, estuvo de acuerdo en que es muy alta la informalidad en los trabajos rurales (ver Radiografía). Sin embargo, a su manera de ver, si no se permite la tercerización durante los picos en las cosechas, la operación puede tornarse “económicamente inviable”, especialmente para los empleadores más pequeños.

Y es que, según los datos de Confecámaras, para 2022, casi el 99% de las empresas formales creadas en este sector fueron micro y, tal como lo han manifestado los pequeños empresarios en otras ocasiones, su caja no es tan robusta para vincular directamente la mano de obra transitoria.

“Nuestra mano de obra, por ejemplo, está concentrada en el control de maleza, fertilización y poda. A esa se le puede dar manejo y rotación. El problema es en la producción, si no hay manera de contratar para la temporada, lo que pasaría al final es que se te retrasan algunas labores o se queda fruta en el árbol”, agregó.

Por su parte, el presidente de la SAC reveló que tienen más de 20 proposiciones para la discusión del proyecto de ley y las darán a conocer más adelante, aunque precisó que esas propuestas “no solo tienen que ver con el capítulo del contrato agropecuario”.

Al consultarle a la representante Carrascal por este asunto, contestó que los empresarios sí podrán contratar para la temporada de cosechas, pues “la reforma propone la creación de un contrato agropecuario para la ejecución de tareas propias de la actividad agropecuaria, el cual es flexible y puede adaptarse dependiendo de las actividades que se vayan a realizar, las cuales pueden ser tanto permanentes como transitorias, estacionales ( con base a los ciclos productivos o de temporada); y también pueden ser continuas o discontinuas”.

La parlamentaria ya ha defendido que los trabajadores del sector rural “ganan formalización” con la reforma y aseguró que “los empresarios no pierden, al contrario, ganan y mucho. Ganan seguridad jurídica”.

El agro en empleos y peso en la economía

El agro aporta el 2,8 millones de los 22,7 millones de trabajadores ocupados en el país y, según datos de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), más del 80% de la mano de obra actualmente está en condiciones de informalidad. Jorge Enrique Bedoya, líder del gremio, apuntó que “el sector tiene empresas de todos los tamaños, por eso es tan complicado tratar de resolver el tema de la informalidad laboral y no afectar el empleo que ya es formal en el sector agropecuario”.

Según los datos provisionales del Dane, para 2021, el sector agro contribuyó con $87,4 billones a los $1.192 billones que totalizó Producto Interno Bruto de Colombia (PIB), lo significó un incremento 18 % anual.

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Publicado por El Colombiano

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