viernes 26 de noviembre de 2021 - 12:00 AM

Posgrados

“Era el momento de empezar, de no dejar pasar más el tiempo”: Juan José Ariza

Su visión analítica, su interés de encontrar oportunidades en medio de las adversidades y asumir los retos que trae cada situación, son algunos de los motivos que encontró el odontólogo Juan José Ariza Sedano para estudiar un posgrado en 2021 y continuar como docente de pregrado, pese a las restricciones que aún impone la pandemia.

Debemos aprender a desaprender. Esa ha sido la máxima con la que el odontólogo Juan José Ariza Sedano ha vencido una y otra barrera que a lo largo de los últimos 18 meses nos ha dejado la pandemia.

Hoy, esa lectura compleja que hizo de la virtualidad como herramienta principal en la academia, quedó atrás. Es más, asegura que se ha adaptado muy bien, en su vivienda dispuso de un espacio como ‘aula digital’, ha encontrado nuevas oportunidades gracias a la educación online y tiene claro que esta modalidad demanda mayor autodisciplina y manejo del tiempo.

Este odontólogo USTA, que tiene siete años de egresado y una Maestría en Bioética de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, UCAM (España), desde hace cinco años y medio es docente de la Santo Tomás. Ahí estuvo el primer reto académico que le impuso la pandemia: pasar de dictar clases presenciales a ‘conectarse’ todos los días a enseñar; ahí también empezó a desaprender.

Asegura que palabras como “problemas, parciales y quizes” las cambió. “Ahora las llamo actividades interactivas, actividades de dominio y organizaciones grupales de momento divertido, que los alumnos han adaptado muy bien”. Por eso, cree que la fusión entre los modelos participativos en clase para que los alumnos aprendan del docente y viceversa, así como los momentos amenos, son grandes facilitadores de los objetivos enseñanza aprendizaje.

Actualmente, este profesional dicta morfología dental a alumnos de segundo semestre de odontología en la USTA Bucaramanga, actividad que le demanda cuatro horas diarias online. También, ha participado en el programa de intercambio virtual que tiene esta universidad, lo cual le ha permitido dictar clases en universidades de Panamá, Perú y otra en Colombia, sin moverse de su casa.

“Yo desaprendí que un marcador y un borrador no me hacen docente, aprendí que lo que me hace un docente es la capacidad de inspirar a muchos, que posiblemente están en la cama, a levantarse, y a sentarse de frente a un computador”, afirma. Y con todas las herramientas que proporciona internet, ha hecho de su canal de YouTube y una cuenta de Instagram, dos de sus grandes aliados para llevar a los estudiantes, a cualquier hora del día, contenidos que complementen su proceso académico.

Para este odontólogo, más que un cambio, la virtualidad es una evolución para el ejercicio enseñanza aprendizaje. Luego de casi cuatro semestres sin volver a la presencialidad total a las aulas, “hoy creo que estamos avanzando, que es una decisión ser muy autónomos en la academia, porque creo que la educación cambió y le dio un peldaño más a lo que llamamos autonomía”.

Nuevo reto

Como parte de esa buena experiencia que a lo largo del 2020 descubrió de la enseñanza online, este odontólogo asumió otro reto en 2021: Estudiar un posgrado. Hoy, cursa el segundo de seis semestres de la Especialización en Rehabilitación Oral en la Santo Tomás, un programa en alternancia, siendo virtual la parte teórica y presencial la práctica. Era el momento de empezar, de prepararme aún más en el campo laboral, de no dejar pasar más el tiempo y prolongar mis sueños, expresa Juan José.

La decisión fue difícil, dice cuando se refiere al momento que decidió iniciar el posgrado. Para él, la clave para alcanzar resultados en este esquema de alternancia está en conocernos a nosotros mismos: fortalezas, debilidades y capacidades individuales, tal como él lo hizo con el manejo del tiempo en casa, situación que al principio fue muy compleja. Sin duda, la presencialidad es muy importante, pero quizás algún día, cuando se retorne a las aulas, la mayoría dirá que extraña la virtualidad, afirma.

Sobre los profesionales que no quieren estudiar porque consideran que ya tienen suficiente conocimiento y no avalan la virtualidad, dice que “ahí está la verdadera pandemia, la verdadera contingencia que debemos afrontar. Quiero decirles a quienes como yo que teníamos muchos temores y la virtualidad no fue nuestra amiga, que estudiar un posgrado nos permite afrontar mejor todos los requerimientos que exige la vida, que está cambiando todos los días”.

“Es la hora de enfrentar esta situación, no metidos debajo de un sofá, sino lo contrario, estando en lo más alto de la cima para ayudar a las personas que están debajo de nosotros, para ayudar a las personas que no quieren empezar”, concluye.

“Hoy estoy a menos recorrido y a menos tiempo de lo que estaba hace un año de alcanzar mi meta. Los invito a estudiar, los invito a crecer, porque hay mucha gente por ayudar”.

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Comunicadora social - periodista egresada de la Universidad Autónoma de Bucaramanga. Miembro de Vanguardia desde el año 2006 como editora comercial, se enfoca en temáticas de empresas e instituciones.

@amfojiz

aforero@vanguardia.com

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