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Cultura
Sábado 23 de noviembre de 2013 - 12:00 PM

La elocuencia de un líder

Eduardo Durán Gómez por solicitud de Alfonso Gómez Gómez y encargo de la Editorial Unab presenta este valioso documento histórico como homenaje a la memoria del santandereano Manuel Serrano Blanco

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Colombia se ha caracterizado por ser una patria sin memoria–afirma Eduardo Durán Gómez–; olvida rápidamente a los personajes que han logrado sobresalir. Se menciona en algún momento, por ejemplo, a Fernando Serrano Uribe, un santandereano que llegó a ser un gran personaje –presidente en 1816–, y las referencias sobre él son muy pocas, o ninguna. Nuestro país no cultiva la historia, ni cultiva la memoria, así que la idea de este libro es rendir un homenaje a Manuel Serrano Blanco, una de las personas más influyentes en la primera mitad del siglo XX, que llegó a ser colegial en la Universidad del Rosario, junto a Darío Echandía, Antonio Rocha y Carlos Lozano y Lozano, entre otras personalidades nacionales. Llegó a ser reconocido, conJorge Eliécer Gaitán, como uno de los penalistas más importantes de Colombia, y, al igual que José Camacho Carreño, como uno de los mejores oradores, invitado especial al uso de la palabra en actos de la mayor importancia en las grandes ciudades del país. Fue destacado periodista, fundador y director del diario El Deber, de honrosa recordación en Santander.

La obra ‘La elocuencia de un líder’, presentado por Alfonso Gómez Gómez y prologado por Belisario Betancur Cuartas, está dividido en una serie de capítulos que dan a entender la dimensión del personaje que significa Manuel Serrano Blanco. Entre ellos puede encontrarse una semblanza; después, la faceta de su inmensa capacidad de humor. Quienes lo conocieron recuerdan la infinidad de anécdotas alrededor de su vida, y en esta investigación se recogen muchas de esas anécdotas, enriquecedoras del género humorístico. Otro capítulo relaciona una serie de frases célebres, puesto que fue considerado una de las mejores plumas, y llegó a ser autor de cinco libros, en lenguaje pulcro y muy elaborado, que sorprende a cualquier lector. En otro capítulo, el autor aprovechó para recoger las opiniones de muchos personajes sobre Serrano Blanco en su momento, y se retratan en ellos la dimensión de su personalidad. El último capítulo relaciona los temas que acostumbraba a tratar, y pueden apreciarse en este referencias documentales y algunos extractos de sus obras.

En el prólogo, Belisario Betancur escribe: “En ese entonces, las audiencias en los estrados judiciales eran, al mismo tiempo, escenarios de la administración de justicia y espectáculo para entretenimiento y delirio del público. Así fue mi aproximación a la oratoria de Manuel Serrano Blanco: arrebatada y arrebatadora, de inmensa capacidad persuasiva desde el punto de vista de la dialéctica tanto como desde el punto de vis-

ta del sacudimiento emocional. La versación del orador y el conocimiento del alma nacional lo hacían imbatible. Su argumentación era apodíctica y brillante. El ademán, imperativo y rampante”.

Manuel Serrano Blanco escribió cinco libros: ‘La vida es así: confidencias en tono menor’; ‘Las viñas del odio’, un recuento de la vida política en la época de la violencia en Santander; ‘Los presidentes que yo conocí’; ‘Valencia’, en homenaje a su amigo y compañero de jornadas literarias y académicas; y ‘El libro de la raza’, la historia de la raíz santandereana’. En ellos, puede darse cuenta el lector de la enorme capacidad que tenía como escritor. Era un extraordinario lector, y entonces tuvo la oportunidad de acceder a las grandes bibliotecas en Bogotá, y fácilmente podía relatar las grandes corrientes filosóficas y a los grandes literatos del mundo, circunstancia que le daba un bagaje impresionante, que lo hizo triunfar también en lo penal y en su inigualable manejo de la oralidad: un discurso suyo en el Congreso hacía siempre que las barras se atiborraran. Según el ex presidente Betancur, “este libro lleno de objetividad y al tiempo de cariño por el gran colombiano que fue Manuel Serrano Blanco, es una reivindicación de uno de los más grandes oradores de todos los tiempos en Colombia; y es homenaje a la inteligencia y a la elocuencia de tantos que han honrado la política colombiana”.

Eduardo Durán Gómez es abogado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, especializado en Derecho Público; magíster en Historia de la Atlantic International University; director durante una década del diario Vanguardia Liberal; vicepresidente de la Academia Colombiana de Historia; Miembro de la Real Academia de la Historia, de España; presidente de la Sociedad Santanderista de Colombia.

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Publicado por PUNO ARDILA AMAYA

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