Ha comenzado diciembre, que es, para muchas personas, no solamente la época más amable del año, sino la temporada más importante...
Entretenimiento
sigue en pie, como vivió su vida
- Tomada de El Pilón / VANGUARDIA
En medio de los recuerdos impregnados alrededor de la música de acordeón, caja, guacharaca, versos y cantos arropados con amplias polleras estampadas con flores menudas, bongos, pilones y toda la parafernalia de esta expresiva manifestación folclórica, aparece Consuelo Araujonoguera, la mujer que abrió de par en par las puertas de Valledupar para que fuera conocida como la capital mundial del vallenato.
Acercándose a las remembranzas, ella al lado de Cecilia ‘La Polla’ Monsalvo en el año 1981 lograron que la danza del Pilón tuviera mayor vida y no quedara en el olvido, como lo estaba marcando el tiempo.
Hoy esa danza hace parte esencial del Festival de la Leyenda Vallenata, agrupando a miles de piloneros y piloneras, haciendo posible que el pueblo viva de cerca su tradición.
La acogida de la danza entre niños, jóvenes y adultos fue total. Ella en una ocasión le sugirió a Cecilia ‘La Polla’ Monsalvo, que a la hora de su partida de la vida la vistieran de pilonera. Su voluntad no se cumplió a cabalidad debido a lo trágica que fue su muerte. Se le puso un vestido blanco con sus respectivas trinitarias.
‘La Cacica’ era meticulosa, ordenada y con una visión que traspasaba las fronteras del pensamiento, logrando que se concretaran los proyectos que emprendió. En ese orden de ideas, todo lo tenía previsto.
En su rol de escritora, periodista y gestora cultural siempre al servicio del vallenato, escribió tres libros: ‘Vallenatología’, (1973); ‘Escalona: el hombre y el mito’ (1988), y ‘Lexicón del Valle de Upar’ (1994). Dejó por publicar un libro sobre el maestro Leandro Díaz, titulado: ‘En la casa de Altopino’.
En distintos lugares de Valledupar está un recuerdo de ella. Es así como el viernes 19 de marzo de 2010, se instaló al frente del Parque de la Leyenda Vallenata Consuelo Araujonoguera, el monumento en su honor elaborado en bronce y llamado ‘La Pilonera Mayor’, obra del artista Amílkar Ariza.