domingo 05 de febrero de 2023 - 12:00 AM

Espiritualidad | Dejemos de ‘remendar nubes’

Solemos creer, de manera errada, que podemos ‘remendar’ situaciones o relaciones que, si bien necesitan ‘reparaciones’, en el fondo solo están languideciendo nuestra alma.

Nuestros abuelos solían decir que si nos soñábamos remendando o zurciendo algo viejo y sucio, esa era una clara señal de que estábamos tratando de corregir errores tardíamente.

Ellos argumentaban que andar por la vida con ‘remiendos’ no es otra cosa que un vaticinio de pobreza, de tristeza o de malos tiempos.

De ellos aprendimos que, al comenzar cada 1 de enero, emprendemos el curso de otro año y que, por eso, es preciso sacar o botar todo lo que hemos guardado del pasado para renovarnos.

Y más allá de esa singular interpretación de los ancestros, es evidente que no es una buena idea coser un sueño imposible, una relación tóxica o un proyecto desaliñado como si se tratara de pegar un trozo de tela u otro material a una pieza de ropa rota, supuestamente para reforzarla o cubrir un bache.

Yo sé que existen cosas desgastadas que pese a ello nos gustan demasiado; incluso, aún sabiendo que no resistirán preferimos echarles un ‘remiendo’. Y eso no solamente nos pasa con las cosas que hay en los armarios, también nos sucede con todo lo que guardamos en el alma.

¡Claro! Siempre será clave reforzar la parte desvencijada de algo, pero reitero que a veces ese ‘remiendo’ no es algo más que la prolongación de un viacrucis, de una tortura o de una vida insoportable.

Ojo: no es que no valga la pena intentar salvar eso que estamos perdiendo. Sin embargo, nada logramos al ocultar con un remiendo un problema porque ello significa que no estamos aceptando nuestra realidad y ese proceder nos perjudicará más.

Siempre será fundamental descubrir qué tipo de reparación es posible pero, al mismo tiempo, también debemos reconocer nuestros límites y dejar que todo se dé como debe ser.

Esto puede incluir soltar lo que definitivamente ya no funciona, poner punto final y, en síntesis, pasar la página.

Tal vez sea hora de vernos frente a frente, asumir las situaciones o poner los pies sobre la tierra para deshacernos de lo que definitivamente ya no nos funciona. Sí, tal vez tendremos algunas cosas que de verdad deberíamos mantener, pero a lo demás digámosle adiós.

No le pongamos más ‘remiendos’ a nuestra vida, es mejor estar abiertos a las novedades que nos vaya presentando la cotidianidad.

Permítame recordarles las sabias palabras que pronunció Jesús en su paso por nuestra tierra: “No echéis ‘remiendos’ a vuestra vida”

Y también tengamos presentes estas líneas de las Sagradas Escrituras, que encontramos en el libro de Mateo 9,17: “Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque los odres se revientan, el vino se derrama y los odres se pierden; a vino nuevo, odres nuevos”.

Tengamos siempre presentes que la gracia y la bendición que cada día el Señor nos regala, no nos atemos a algo caduco, busquemos lo que nos renueve y levante. ¡Amén!

REFLEXIONES CORTAS

Espiritualidad | Dejemos de ‘remendar nubes’

* Invoque a Dios y solicítele salud, tranquilidad, serenidad y sabiduría para enfrentar las dificultades que le surjan en el camino. También tenga presente que no importa donde esté o qué hora del día sea, siempre será una buena ocasión para agradecerle a Dios por las bendiciones recibidas.

* En la oscuridad se tienen diferentes y particulares sensaciones, emociones y sentimientos. Pero, más allá de la ‘penumbra’ y a pesar del miedo que suelen traernos las angustias o los problemas, es durante los momentos más oscuros que debemos enfocarnos para ver al menos un rayo de luz y de esperanza.

* La vida es muy corta, así que arriesgue un poco más y atrévase a experimentar aventuras que le dejen hermosos recuerdos. Su existencia está llena de instantes y, en ese orden de ideas, procure que cada uno de ellos le traiga la mayor felicidad posible. ¡Dedíquese a aprovechar cada momento que Dios le regale!

¡CUÉNTENOS SU CASO!

Las inquietudes asaltan con frecuencia a nuestro estado de ánimo. No obstante, con cada cuestionamiento tenemos una posibilidad más para afrontar un nuevo horizonte, ya sea razonando o aplicando sanas estrategias para el alma. ¿Cuáles son esos temores que lo afectan en la actualidad? Háblenos de ellos para reflexionar al respecto en esta página. Envíe su testimonio a Euclides Kilô Ardila al siguiente correo: eardila@vanguardia.com En esta columna, él mismo le responderá. Veamos el caso de hoy:

Testimonio: “Me da la impresión de que a Dios no le importan mis problemas o que no escucha mis oraciones. Me siento abandonado y perdido en medio de las duras pruebas que me trae mi mundo. Me esfuerzo por salir adelante, pero me están dando ganas de ‘tirar la toalla’. ¿Qué me aconseja? Espero su ayuda. Muchas gracias”.

Espiritualidad | Dejemos de ‘remendar nubes’

Respuesta: Si se siente abandonado o perdido, haga acopio de entereza para enfrentar las pruebas de la vida. Yo sé que muchas situaciones podrían ser mejores y que a veces son infructuosos sus esfuerzos; pero no por eso debe claudicar.

Si lo analiza bien, usted tiene más cosas valiosas en las que deberá enfocarse y a ellas siempre tendrá que darles lo mejor.

Aunque parezca distante, en el fondo el Señor le está diciendo que usted será capaz de salir adelante con los retos del día a día. ¡Póngale el pecho a la brisa y evite desanimarse!

¡No se aleje de la oración! Ha de saber que nada lo acerca más a Él que la plegaria. Solo necesita entablarle el más sencillo de los diálogos, sin olvidar que su petición debe ser propositiva y que tiene que llevar consigo su propio compromiso y promesa.

Le digo lo anterior porque muchas veces su oración se reduce a decir “Dios, ayúdame”, en lugar de plantearle: “Dios, dime qué tengo que hacer”. La primera petición lo lleva a la inmovilidad y la otra lo conduce a la acción.

Finalmente, asegúrese de agradecerle por todo lo que ha hecho por usted y comparta sus pruebas con Él. Si lo hace, verá a Dios en los detalles de su vida diaria y, cuando menos lo espere, reconocerá las bendiciones que le otorgará.

¡Hágame caso y afronte sus pruebas con valor y gallardía!

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Euclides Kilô Ardila

Periodista de Vanguardia desde 1989. Egresado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y especialista en Gerencia de La Comunicación Organizacional de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro del equipo de Área Metropolitana y encargado de la página Espiritualidad. Ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar.

@kiloardila

eardila@vanguardia.com

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