jueves 19 de enero de 2023 - 12:00 AM

No permita que las angustias le hagan oscurecer su vida

Por más grave que sean sus problemas, póngales energía, entusiasmo, positivismo y mucha voluntad a las cosas que deba hacer para salir de esa oscuridad en la que se encuentra.

Usted, yo y en general todos nos encontramos con obstáculos. Y aunque unos son más complicados que otros, al final todos ellos logran oscurecer nuestro entorno.

Aunque los problemas hacen parte de la misma cotidianidad, habría que decir que no todos estamos preparados para manejar las emociones que ellos nos despiertan.

Muchos suelen tomar por el camino de la ‘quejadera’. Esto es algo que me parece demasiado aburridor, ya que asumir el ‘rol de víctimas’ jamás les soluciona las cosas.

A quienes viven en ese plan quejumbroso, les digo que tal vez sea hora de dejar esa vieja manía de maldecir por todo. ¡Es mejor utilizar un semblante esperanzador!

Reitero que algunos tropiezos son más traumáticos que otros; no obstante, dependiendo del contexto, podremos recurrir a maneras distintas de resolverlos.

Si usted atraviesa hoy por momentos difíciles, en lugar de quedarse anquilosado en la angustia, le corresponde aprovechar las actuales circunstancias para obtener las enseñanzas que la vida quiere darle.

No puede hacer como si nada, ni dejar que las cosas se le compliquen. No se puede transitar por la vida ignorando las situaciones adversas; a ellas hay que enfrentarlas.

Es preciso manejar con una actitud positiva esas situaciones que a veces se le salen de las manos y le crean conflictos, tanto con usted mismo como con los demás.

La aceptación de todo lo que le pasa, una mirada reflexiva y, en general, toda actividad que lo saque de la rutina y lo obligue a ‘salir a flote’ serán las mejores opciones para usted.

Aunque es mejor hablar que comerse las palabras, debe pensar antes de cualquier cosa. Tiene que estar muy atento a la planificación de los pasos que va a dar, pues ella es la base más sólida para actuar.

Piense en lo que realmente le pasa. Tal vez sea el momento de tomar ciertas decisiones. Por ejemplo, en lo laboral podría ser clave arrancar con nuevos proyectos.

Si mira las cosas con objetividad, descubrirá que “cuando más se desean las cosas, más se debe trabajar por ellas”.

Permítame aclararle que, sin relajarse en extremo, no se puede preocupar más de la cuenta. Si actúa con calma y objetividad, y demuestra un poco de sensatez, se le despejará el panorama.

Tenga presente que a veces los problemas que le trae la vida, en el fondo, solo quieren despertarlo y mostrarle posteriormente mejores alternativas.

Y si al principio no encuentra salidas o se siente confundido, no se afane ya que, “por el camino se arreglan las cargas”.

Si llegó a esta parte del texto y usted es un hombre de fe, le recomiendo la siguiente oración cada vez que pase por una gran dificultad. Ella se lee así:

Espíritu Santo: deme claridad, ilumine todos mis caminos para que alcance mi ideal. Concédame el don divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen y esté a mi lado en todos los instantes de mi vida.

Yo quisiera, en este corto diálogo, agradecerle por todo y confirmar una vez más que no quiero separarme de su amparo. Gracias por su misericordia para conmigo y los míos. Amén.

REFLEXIONES CORTAS

No permita que las angustias le hagan oscurecer su vida

* Como no se come una sola vez, ni se necesitan favores una única vez, procure siempre dar las gracias. Recuerde que ser agradecido es una linda actitud y un hábito de vida sano que se traduce en bendiciones, entre otras cosas, porque tal gesto le mantiene abiertas las puertas para futuras situaciones.

* La vida es lo que usted decide hacer y, en ese sentido, debe optar por cosas agradables: puede disfrutar de una tarde de sol, tiene derecho a amar, debe ser libre y, en general, está conminado a vivir feliz. Dios le da el libre albedrío y, por ende, le concede la capacidad de discernir y de escoger los caminos de su bienestar.

* Para poder avanzar, debe tenerse fe. Ella debe estar arraigada en algo que, sin necesidad de verlo, usted intuya que es seguro. Así las cosas, no hay ningún fundamento más sólido que su autoconfianza. Diseñe su plan de felicidad y póngase manos a la obra; además, crea en la bendición que Dios le otorgará.

LA PREGUNTA DEL DÍA

No permita que las angustias le hagan oscurecer su vida

Las inquietudes asaltan con frecuencia a nuestro estado de ánimo. No obstante, con cada cuestionamiento tenemos una posibilidad más para afrontar un nuevo horizonte, ya sea razonando o aplicando sanas estrategias para el alma. ¿Cuáles son esos temores que lo afectan en la actualidad? Háblenos de ellos para reflexionar al respecto en esta página. Envíe su testimonio a Euclides Kilô Ardila al siguiente correo: eardila@vanguardia.com En esta columna, él mismo le responderá. Veamos el caso de hoy:

No permita que las angustias le hagan oscurecer su vida

Testimonio: “Me siento estancado, aburrido y frustrado. He ido perdiendo interés en muchas cosas y hoy no sé qué hacer. Creo que debería esforzarme más, pero al final termino derrotado en mis propios pensamientos. ¿Qué consejo me podría dar? Espero que atienda mi caso. Gracias”.

Respuesta: Tal y como le pasa a usted, muchos hombres y mujeres, en determinados momentos de la vida, se sienten atrapados en una oficina de trabajo, viven en medio de relaciones tóxicas o siempre hacen lo mismo. Y como sentirse así no es agradable, pues esas personas se sienten frustradas.

En su caso, debe entablar un diálogo con usted mismo, para descubrir las causas que lo hacen sentirse así. Si cree vivir estancado, lo peor que puede hacer es seguir con las manos cruzadas o lamentándose por lo que tenía que hacer y no hizo.

Claro está que no tiene porqué afanarse más de la cuenta. Simplemente debe reconocer y aceptar lo que está sintiendo e indagar sobre qué lo llevó a vivir atrapado en ese tedio.

Tome atenta nota de los pensamientos y sentimientos que experimenta para que pueda darse cuenta de los motivos que lo han arrastrado a ese estado.

El ‘quid’ del asunto es indagar el por qué no ha logrado satisfacer sus expectativas. Si es honesto con usted mismo, podrá hacer un sano diagnóstico y proyectarse mejor.

Ojo: eso no se hace de la noche a la mañana. Puede ser que este proceso le lleve tiempo, pero no puede dejarse llevar por la desesperanza.

Pídale serenidad a Dios para despercudirse de esa fea percepción de abatimiento. ¡Hágame caso!

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Euclides Kilô Ardila

Periodista de Vanguardia desde 1989. Egresado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y especialista en Gerencia de La Comunicación Organizacional de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro del equipo de Área Metropolitana y encargado de la página Espiritualidad. Ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar.

@kiloardila

eardila@vanguardia.com

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