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Espiritualidad
Miércoles 20 de mayo de 2020 - 12:00 PM

Podemos comenzar de cero, pues hoy somos más fuertes

Debemos recomponernos sin que los miedos y las dudas nos saboteen o nos hagan frenar. Es preciso recuperar las fuerzas, teniendo presentes las lecciones aprendidas durante este período de pandemia.

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Aunque estemos muy golpeados por los estragos de la pandemia, debemos tener claro que sí podemos comenzar de cero.

Más allá de que hayamos quedado bloqueados y no sepamos qué hacer, debemos tener la fe y la esperanza suficientes como para reinventarnos.

La vida misma nos hizo cambiar nuestro rumbo, y así haya sido ‘a juro’ será preciso vencer las inseguridades para ponernos de nuevo en pie.

El tema es apropiado en estos tiempos cuando se habla de una reactivación gradual de la economía y hay dudas por lo que vendrá en realidad.

Muchos tendrán que salir al ruedo cotidiano sin empleo, con los ahorros agotados y seguramente diezmados en sus estados de ánimo.

Obvio que el cuestionamiento sobre qué hacer en la ‘pospandemia’ ronda en nuestra cabeza. El miedo es inminente, pues somos una sociedad emocional que se llena de temores, unos justificados y otros no tanto.

De entrada debo decirles que es absolutamente normal lo que estamos sintiendo; pero no por eso podemos quedarnos con los brazos cruzados.

Todos debemos reflexionar sobre cuál será nuestro papel en el hogar, en el trabajo, en el mismo cuidado de la salud y en general en la vida misma.

Hay que tener claro, eso sí, que nada será lo mismo que antes; aunque eso no quiere decir que vengan cosas malas.

¡Todo lo contrario!

La crisis nos ha hecho más fuertes y de ahora en adelante valoraremos más lo nuestro.

Ya no estaremos dispuestos a dejar ir de nuevo de nuestras manos tesoros como los de la fe, la familia y la salud; además, tendremos más razones para perseverar y seguir mirando al frente.

También debemos saber que no nos recompondremos de la noche a la mañana. Será preciso volver a balancear nuestras vidas entre la aceptación por lo que dejamos atrás y la esperanza de lo que significa superar este histórico momento.

Antes de empezar un proyecto o pensar en volver a la oficina, tendremos que sentirnos seguros de nosotros mismos. Esto implicará hacer acopio de fortaleza y, sobre todo, de serenidad.

Sí, sé que estamos desorientados, pero eso no quiere decir que podamos seguir obnubilados.

Más allá de las pérdidas personales, debemos sentir que hacemos parte de algo más grande que nos incluye a todos y a la vez nos protege: hablo del sentido vital de renacer en medio de las cenizas y al mismo tiempo de estar unidos. Es decir, seremos más fuertes si nos empeñamos en salir juntos de todo esto.

Es cuestión de abrir un poco la mente para visualizarnos e ir más lejos de lo que habíamos llegado antes de todo esto.

Esta actitud resiliente nos ayudará a abrirnos paso ante la adversidad y, por ende, nos permitirá reconstruirnos paso a paso.

¡Echémosles ganas, pues lo mejor está por venir!

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Publicado por Euclides Kilô Ardila

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