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Espiritualidad
Martes 28 de mayo de 2019 - 12:00 PM

Qué hacer con esa percepción de vacío

Con relativa frecuencia solemos percibir que nuestra vida no tiene ningún sentido. Qué hacer en esos momentos

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¿Acaso por estos días lo atrapa una percepción de vacío? Podría ser una especie de crisis existencial que lo mantiene dudando de sus capacidades, del futuro e incluso de las relaciones con la vida misma.

También es probable que no sepa de dónde proceda esta sensación que, de manera particular, lo hace sentir desconectado con su mundo.

De manera desafortunada, con cierta frecuencia, una nube gris le hace visualizar de manera errada que todo le saldrá mal.

Es como si las emociones negativas ‘llovieran de la nada’ e inundaran su agenda diaria: Se desmotiva, cualquier cosa lo ‘baja de nota’ y se preocupa por bobadas.

¿Eso será normal? ¡Tranquilo! La verdad es que esos episodios suelen ser más comunes de lo que se pueda imaginar.

¡A mí me ha pasado algo similar! Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido que pasar por crisis existenciales y días de inseguridad ante nuestro futuro y nuestras metas.

Suele suceder que un sentimiento de impotencia se anquilosa en nuestra alma ‘de buenas a primeras’.

Lo curioso es que uno puede tenerlo todo y, sin embargo no deja de percibir un profundo bache en su cotidianidad.

Ojo, lo que definitivamente no es normal es que nos enfrasquemos en esas visiones grises y no salgamos de ese círculo vicioso.

¡Espero que no sea su caso!

De todas formas analice si lo que le pasa puede estar relacionado con ese presente que está viviendo y que, de alguna forma, le inquieta.

¿Sabe? Aunque no lo vea hoy así, esto es muchas veces positivo porque le permite replantearse sobre lo que realmente espera de usted mismo y de sus proyectos.

Le recomiendo evaluar e identificar cuáles cosas le agradan mucho de su vida en este momento y cuáles no le satisfacen tanto. Haga un diagnóstico de lo ‘bueno’ y lo ‘malo’, y de cada uno identifique cuáles fueron las causas para llegar a ese estado.

Si son buenas, reflexione: qué hizo bien para tener esas cosas en su vida; y si son ‘malas’, analice cómo fue que se convirtieron en problemas.

La idea es que primero usted sea consciente de todo lo que tiene en su vida y que, por alguna razón, no valora.

Lo bueno de hacer este ejercicio es que le permitirá ver lo afortunado que es en muchos aspectos de la vida.

Por otro lado, cuando identifique lo ‘malo’ desde esta perspectiva se dará cuenta de que los problemas no son tan graves cómo piensa y que es solo una cuestión de actitud el poder cambiarlos.

Esto le permitirá ver si lo que está haciendo actualmente en su vida lo está llevando a lograr sus metas o si simplemente lo está haciendo por otras razones.

Si es así, es necesario que evalúe cómo empezar a lograr que sus tareas diarias lo acerquen a ello.

Lo importante es que entienda que si quiere lograr un cambio requiere esfuerzo, dedicación, disciplina, voluntad y responsabilidad; pues lamentándose simplemente no podrá aclarar sus ideas.

Usted es una persona muy capaz y aún le falta mucho por vivir. Ánimo que esto apenas empieza. ¡Le envío un abrazo!

EL CASO DE HOY

Las inquietudes asaltan con frecuencia a nuestro estado de ánimo. No obstante, con cada cuestionamiento tenemos una posibilidad más para afrontar un nuevo horizonte, ya sea razonando o aplicando sanas estrategias para el alma. ¿Cuáles son esos temores que lo asfixian en la actualidad? Hábleme de ellos para reflexionar al respecto en esta página. Envíeme su testimonio al siguiente correo electrónico: eardila@vanguardia.com En esta columna, le responderá. Veamos el caso de hoy:

Testimonio: “Perdí el impulso en la carrera de mi vida. Cuando iba a la mitad del camino todo se me derrumbó: el amor de mi vida me dejó, la empresa en la que trabajaba tuvo una fuerte crisis económica y desistió de mis servicios y, para colmo de males, mi mamá falleció hace un mes. ¿Por qué me ocurre todo eso a mí? No sé, es como si todo fuera en contra mía; obviamente las fuerzas me abandonan. Muchas de las actividades que antes me animaban perdieron su atractivo. Por favor, deme uno de sus acertados consejos”.

Respuesta: Soy un convencido de que en esta vida todo pasa no ‘por algo’, sino ‘para algo’.

He tenido diferentes experiencias en distintos episodios de mi existencia y he comprendido que las cosas estaban destinadas a ocurrir, de manera precisa, para que yo aprendiera de ellas.

Estoy completamente seguro de que grandes bendiciones vienen para usted. De las duras crisis quedan los mejores cambios, pero definitivamente dependerá de su inteligencia emocional darle el rumbo que le quiera otorgar.

Tiene dos opciones: echarse a llorar o aprender de lo que le pasó y seguir adelante. Yo de usted, definitivamente me iría por la segunda.

De nada vale lamentarse, y tampoco tendrá ningún sentido el preguntarse: “¿Por qué a mí?” Mejor formúlese el siguiente interrogante: ¿Para qué me pasan esas cosas?

Le recomiendo que identifique qué significa en su vida el haber perdido cada una de las cosas que no tiene en este momento. Por ejemplo: ¿Qué le está queriendo decir la vida ahora que ya no tiene su trabajo? ¿Se sentía estancado? ¿Realmente estaba haciendo lo que le gustaba? ¿Cuál fue la razón?

Una vez identificado todo esto empiece a trabajar sobre ello para no cometer los mismos errores.

Haga el mismo análisis con los demás aspectos de su vida, como la pérdida de su mamá y su desmotivación, e identifique cuáles sentimientos negativos lo atosigan y qué debe eliminar lo más pronto posible.

Es claro que hay sentimientos que nos son inevitables de sentir en situaciones como la suya, por nuestra condición de seres humanos: tristeza, dolor, decepción, frustración e impotencia ante sucesos devastadores.

Pero una cosa es sentir lo necesario y otra engancharse en ello y no salir de allí. Recuerde la frase popular: “El dolor es inevitable, el sufrimiento es una opción”.

Trate de sacar todo eso y déjelo pasar, y cuando tenga su mente y su corazón más despejados empiece a trabajar sobre lo que le recomendé. Nunca es tarde para emprender una nueva vida y ser feliz. ¡Le envío mucha luz!

REFLEXIONES SUELTAS

Yo le propongo que... Sonría, hágales saber a todos que hoy es más fuerte que ayer. La vida es demasiado corta como para quedarse deprimido, llorando sobre lo que ya pasó. ¡Permita que su rostro brille!

Concepto: Usted llega a la madurez cuando alcanza su pleno desarrollo o vive su mejor momento en algún aspecto. Madurar también es aprender a vivir en paz y no hacerle a nadie el mal que no le gusta que le hagan.

Inquietud: Hay gente sin estudio que triunfa, hay otra sin piernas que gana carreras y hay quien sin dinero es millonario. Sabiendo eso, respóndame esta pregunta: ¿Cuál es su excusa para no salir adelante?

¡Téngalo presente! El inconveniente del tiempo es que no podemos manejarlo, él transcurre sin que podamos detenerlo. Por eso, disfrútelo de una vez por todas. Entienda que su tiempo es tan valioso que no lo puede desperdiciar.

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Publicado por Euclides Kilô Ardila

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