jueves 07 de septiembre de 2023 - 6:35 PM

Espiritualidad

Tema espiritual del día: Llorar en silencio

Los momentos de tristeza suelen aparecer sin avisar; sin embargo, no podemos quedarnos refundidos en ellos. ¡Hay que ser resilientes!

Cuando la vida transcurre en una permanente lucha contra la adversidad y en un continuo batallar, con relativa frecuencia, se percibe un extraño nudo en la garganta que encoge el alma. Es como si los sentimientos inconmensurables de la soledad, la melancolía, la fragilidad y la desesperanza se juntaran en un santiamén para estrechar el corazón.

Ese dolor se llama tristeza. Se trata de una emoción que no se desvanece tan fácil, pero que suele ser disipada con lágrimas que se desprenden, no de los ojos sino del corazón.

¡Cuán difícil es llorar en silencio! Y es complicado porque ese ‘llanto mudo’, siendo desgarrador, destroza por dentro y, peor aún, ese grito de agonía suele pasar desapercibido por las personas que están alrededor de cada uno de nosotros.

He visto a muchas personas buscar un rincón a oscuras donde nadie las vea para dejar ir las lágrimas, casi que en un discreto silencio. Es más, hay tantas personas que aparentan sonrisas por doquier, pero en su mundo interior realmente están destrozados.

¿Nos sentimos hoy así?

Es preciso enfrentar valientemente esas ráfagas de tristeza que aparecen, a veces súbitamente, en nuestra cotidianidad. Y para ello hay que comenzar por aceptar que estamos ‘bajos de nota’.

Es más, deberíamos tener presente que muchas veces ese doloroso sentimiento nos hace valorar lo que es realmente importante en nuestra vida. Estos momentos, al final, nos permiten desarrollar y fortificar nuestro carácter y personalidad.

Claro está que, para ello, debemos hacer acopio de entereza, de resiliencia y de fe, pues esas tres fuerzas nos ayudan a sobrellevar esos instantes de abatimiento.

Esa terna hace que nuestra energía interior logre vencer todos los problemas y dificultades que se nos presenten y, además nos deja grandes lecciones que podremos capitalizar en el futuro.

Ojo: en estos momentos de crisis y de alta tensión no podemos perder ese espíritu combativo, ni bajar la guardia ante los normales tropiezos de la vida.

Aunque suene difícil asumirlo, tenemos que alejar de nosotros ese pesimismo que a veces nos invade.

Más allá de que las cosas no nos estén saliendo como las deseamos, ello no quiere decir que Dios nos haya abandonado, ni mucho menos que no podamos resurgir de entre las cenizas.

La clave de nuestra curación anímica está dentro de nosotros mismos y dependerá mucho de la actitud con la que asumamos nuestras situaciones difíciles.

No permitamos que las presiones externas incidan negativamente en nuestra vida; es mejor aprender a relajarnos para sanar nuestra mente y nuestro organismo.

EL CASO DE HOY

Tema espiritual del día: Llorar en silencio

Testimonio: “Voy por la vida sin rumbo fijo. Me siento como un mediocre, pues creo que estoy desperdiciando mi vida. ¿Qué cree que debo hacer? Deme alguna sugerencia. Le agradezco una respuesta a mi carta”.

Respuesta: ¿Sabe algo? Es relativamente ‘normal’ sentirse perdido en ciertos momentos de la vida; a mí me ha pasado en medio de mi propia cotidianidad.

La clave en estos casos es procurar no sumergirse en ese ‘remolino’ e ir con la mayor entereza a enfrentar la situación.

Así las cosas, permítase percibir estos sentimientos y preocupaciones sin juzgarse más de la cuenta. ¿Qué debe hacer? Le cuento que cada persona tiene su propio camino y su tiempo para encontrar su propósito en la vida.

Una táctica para resolver ese tipo de dudas me la enseñó un profesor del Colegio Salesiano, hace muchos años. Consiste en autoformularse preguntas abiertas para reflexionar sobre lo que realmente le apasiona y le gustaría lograr en la vida.

¿Cuáles son sus intereses y pasiones? ¿Cuáles son sus fortalezas y habilidades? ¿Cuáles valores son importantes para usted? Esto puede ayudarlo a descubrir qué tipo de vida quiere llevar.

Una vez resuelva esas inquietudes, establezca metas a corto plazo y alcanzables que le permitan avanzar. Hacer esto puede ayudarle a generar un sentido de propósito y dirección.

En ese orden de ideas, tal vez sea una buena idea probar cosas nuevas, ya que la exploración lo ayudaría a descubrir distintas pasiones y encontrar su camino.

Sea paciente con usted mismo y tenga fe en que encontrará la dirección que está buscando. ¡Dios no lo dejará solo!

REFLEXIONES CORTAS

Tema espiritual del día: Llorar en silencio

* Saque de su mente los pensamientos limitantes, vanos e improductivos que le están haciendo gastar su energía y que nunca lo conducirán a nada bueno. Si logra hacerlo, mejorará su ‘día a día’ y será capaz de irradiar un entusiasmo que lo llevará a ‘devorarse al mundo’.

* Entienda la importancia de mejorar la forma de comunicarse con Dios, no tanto con las palabras y los pensamientos, sino con la energía amorosa que sale de su propio corazón. Dios es espíritu y si lo adora debe hacerlo desde lo más profundo de su ser. Algo más: la comunicación con Él, mediante la oración, hace milagros.

* Manténgase sereno, incluso en los momentos de incertidumbre y de tristeza. No se desespere ni espere respuestas rápidas, ellas le llegarán cuando menos lo imagine. Una actitud positiva de la vida es mejor que vivir lleno de impaciencia. La bendición del cielo surgirá en el tiempo del Creador, no en el suyo.

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Periodista de Vanguardia desde 1989. Egresado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y especialista en Gerencia de La Comunicación Organizacional de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro del equipo de Área Metropolitana y encargado de la página Espiritualidad. Ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar.

@kiloardila

eardila@vanguardia.com

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