domingo 26 de marzo de 2023 - 12:00 AM

Tema espiritual del día: ¡No permitamos que la ansiedad nos enrede más!

Aprender a desenredar las incertidumbres hace que podamos flexibilizar y adaptarnos a diferentes situaciones de nuestro día a día, sin que aparezca la temida ansiedad.

La ansiedad se ha venido apoderando de nosotros. Las angustias que nos persiguen, en cierta medida, hacen que nos sintamos inseguros, nos bloquean e incluso nos embadurnan de ritmos acelerados que, en ocasiones, terminan arruinando nuestra cotidianidad.

El tema es de cuidado porque, sin siquiera sospecharlo, la ansiedad puede llegar a ser la gran invasora de nuestro estado de ánimo, al punto que puede resquebrajarnos la salud física y mental.

El problema más grave surge cuando comenzamos a sentir que nuestro ‘día a día’ se hace añicos y en esos casos podríamos pasar por una ansiedad patológica, la cual requeriría de tratamiento. Por supuesto que ahí es aconsejable buscar ayuda profesional.

Hecha tal aclaración, les solicito un gota de serenidad. Lo menciono porque, en algunos casos, esos baches de la vida pueden llegar a ser hasta ‘necesarios’ porque nos permiten ver un poco más allá de nuestra realidad.

La ansiedad nos puede servir para analizar y reestructurar esos aspectos de nuestra vida en los que podríamos estar haciéndonos los de la “vista gorda” o que no queremos enfrentar.

A mí me ha pasado, incluso lo padecí durante la época de pandemia. Y si bien no la pasé muy bien que digamos, hoy puedo decir que ese proceso que viví a la postre resultó oportuno y beneficioso para mi mundo.

Si usted pasa por episodios de ansiedad, lo primero que quiero decirle es que debe entender que es ‘relativamente normal’ sentirse así; lo importante es que analice el por qué y se permita cambiar en su vida las cosas que no le aportan nada positivo, o por el contrario reforzar aquellas que tiene descuidadas.

Una vez identifique aquellas circunstancias que quiere cambiar, pregúntese cómo podría empezar a transformarlas poco a poco, como un proceso consciente y abierto, donde se permita adaptar maneras de pensar y de reaccionar frente a la adversidad.

Esto poco a poco irá eliminando su ansiedad, porque tendrá los pies en la tierra y será más realista. Dejará de tener pensamientos catastróficos y dejará de imaginar escenarios donde suelen “suceder” cosas que jamás van a pasar.

La ansiedad es un mecanismo de defensa inconsciente que tiene nuestro cerebro para “empatizar” con nosotros mismos y protegernos de situaciones que puedan ponerse peores de lo que ya están.

La llamada “incertidumbre” por la que podamos estar pasando se apodera de nosotros y nos provoca esas reacciones. Lo importante es que lo haga consciente para que vaya batallando contra ella.

Su serenidad, su felicidad y su buen estado de ánimo, así no lo crea, sólo dependen de una persona... ¡Esa persona es usted!

No hay mal que dure 100 años, y siempre hay una luz al final del camino. Tenga mucha paciencia y fe, y verá cómo poco a poco su vida se transforma. ¡Bendiciones!

EL CASO DE HOY

Tema espiritual del día: ¡No permitamos que la ansiedad nos enrede más!

Testimonio: “Quiero enfilar baterías en un proyecto personal, pero muchas personas me sugieren que no lo haga. Algo me dice que lo que quiero hacer es acertado, pero son tantas las personas las que me desaniman que me tienen pensando. ¿Por qué será que me siento tan perdido y no recobro la debida autoconfianza? Deme uno de sus consejos. Gracias”.

Respuesta: La autoconfianza, como usted mismo la define, implica sentirse seguro de usted mismo y de su talento; no de una forma arrogante, sino de una forma realista.

Usted no me habla en su carta sobre qué tipo de proyecto anhela ejecutar; no obstante considero que debe hacer lo que realmente le apasiona, independientemente de lo que los demás opinen.

Debe ser valiente para tomar decisiones. Siempre he creído que todos necesitamos de coraje y entereza para hacer eso que realmente deseamos.

Ojo: lo importante es que usted se sienta pleno. Así las cosas, le corresponde enfocarse en ese proyecto.

No considero que esté perdido. Y se lo digo porque, según leo en su carta, usted mismo considera que lo que desea hacer “es acertado”. Es decir, lo que le está indicando su intuición es que debe seguir adelante con su idea.

Eso sí, céntrese en todo lo bueno que usted es. Y si por algún motivo necesita redoblar fuerzas para llegar a donde realmente quiere, hágalo. Ojo: defina bien el trayecto a seguir y, por supuesto, póngase manos a la obra.

Pídale a Dios serenidad y la claridad suficiente para que pueda despejar las dudas que hoy tiene.

REFLEXIONES CORTAS

Tema espiritual del día: ¡No permitamos que la ansiedad nos enrede más!

* Usted no es lo que dice, es lo que hace; Sus obras son amores, antes que ‘buenas razones’. Es decir, el mejor ejemplo se expresa con acciones y no solo con palabras, por más fundadas que ellas estén. ¡Así que debe hacer lo que le corresponde!

* El cansancio de hoy será la su fortaleza mañana. Cuando realiza un buen trabajo, en tiempo y forma, y el resultado final es satisfactorio para todas las partes implicadas, su gratificación se traduce en reconocimiento y motivación.

* Una persona no es bella por el marco de su cuerpo, si no por la arquitectura con la que construye su mundo interior. También tenga claro que los buenos momentos de su vida los recordará como grandes alegrías, mientras que los ‘malos’ le darán las mejores enseñanzas.

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Euclides Kilô Ardila

Periodista de Vanguardia desde 1989. Egresado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y especialista en Gerencia de La Comunicación Organizacional de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro del equipo de Área Metropolitana y encargado de la página Espiritualidad. Ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar.

@kiloardila

eardila@vanguardia.com

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