El argentino habló sobre su libro Diario de Viaje, y presentó en el escenario a su hija Margarita, quien interpretó algunas canciones en el piano.
En días pasados se presentó el argentino Fito Páez, en la Feria Internacional del Libro de Bogotá.
La cita era a las 6:30 p.m. y solo había cupo para 700 personas, que es la capacidad máxima del auditorio José Asunción Silva. Faltando tres horas para la presentación, en la fila habían más de 800 personas y seguían llegando.
Muchos ya con el libro de relatos ‘Diario de Viaje’, otros con la novela ‘La puta diabla’, que salió en el 2013 en Argentina, acaba de publicarse en Colombia.
Otros llevaron los álbumes, en CD o acetato, así como afiches y hasta camisetas, pero la hora de firmas del autor estaba destinada solo a sus dos libros y sin posibilidad de foto con el artista, con el fin de lograr que la mayor parte de la gente lograra el autógrafo.
Con el auditorio repleto y como si fuera un concierto, las luces se apagaron y en escena apareció Fito Páez. Todos vieron con alegría que en el escenario había un teclado, lo que garantizaba que sería una charla con música.
Fueron noventa minutos recorriendo lo que es ‘Diario de viaje’, un libro de relatos sobre su gira realizada en el 2015 como punto de partida para recorrer más de tres décadas de historia musical, los entretelones de la creación de sus mejores canciones y su relación con grandes de la canción de todos los tiempos.
Así, llegó a Charly García, su maestro y amigo, de quien interpretó uno de sus más grandes clásicos, ‘Desarma y Sangra’, como uno de los más exquisitos testimonios musicales que el artista realizó en medio de la dictadura militar en Argentina.
Noventa minutos son pocos para hablar con uno de los gigantes del rock en español, con sus relaciones creativas entre la música, el cine y la literatura, pero también su familia, en especial con su pequeña hija Margarita, quien se animó a salir al escenario y mostrar sus dotes frente al piano, lo cual Fito aclaró que ese talento no lo heredó de él, sino de su mamá, quien fue una de las grandes pianistas y compositoras en Argentina.
Enseguida, y como queriendo imponer un récord en 60 minutos, Fito Páez firmó casi 500 libros antes del cierre de la jornada.
