Publicidad

Farándula
Martes 26 de junio de 2018 - 12:00 PM

Nueve años sin el Rey del Pop, Michael Jackson

Desde mediados de la década de los 80 Michael Jackson se hizo adicto a los analgésicos, los mismos que lo lleveron a su muerte el 25 de junio de 2009.

Compartir
Imprimir
Comentarios
Tres meses antes de su muerte, Michael Jackson anunció una nueva gira mundial: This is it. (Foto: Tomada de Internet /VANGUARDIA LIBERAL)
Tres meses antes de su muerte, Michael Jackson anunció una nueva gira mundial: This is it. (Foto: Tomada de Internet /VANGUARDIA LIBERAL)

Compartir

Tres meses antes de su muerte, Michael Jackson anunció una nueva gira mundial: This is it. (Foto: Tomada de Internet /VANGUARDIA LIBERAL)

El 24 de junio de 2009 Michael Jackson ensayó durante horas para su nuevo espectáculo, a estrenarse el 13 de julio de ese año, en el O2 Arena de Londres. Cuando se bajó del escenario estaba exultante. Volvió a su residencia de Bel Air, en Los Ángeles, e intentó dormir, pero una vez más no logró conciliar el sueño y allí estuvo su buen amigo el Doctor Conrad Murray para suministrarle el que sería su somnífero mortal.

Por la mañana del 25, fue el mismo médico quien lo encontró sin vida y, después de intentar reanimarlo con drogas y RCP (reanimación cardiopulmonar), decidió pedir ayuda a los agentes de seguridad. Ya había fallecido, pero ingresó en el Ronald Reagan UCLA Medical Center y se dijo que estaba en coma hasta que su madre, Katherine Jackson, estuvo allí.

El comienzo del fin

Tan solo unos meses antes, más precisamente el 5 de marzo de 2009, Michael Jackson anunciaba una nueva gira mundial: This is it. El primer show que se puso a la venta agotó sus localidades en una hora, y así fue que lo que empezó siendo un tour de 10 presentaciones terminó en un plan de 50. Este retorno era importante para Michael por dos fuertes razones.

Por un lado, volver al ruedo después de las acusaciones que recibió por abuso de menores y de las que salió destruido. A pesar de haber sido encontrado inocente, los juicios lo agotaron física y psíquicamente. Y por otro lado, tenía un motivo tan práctico como letal, las deudas millonarias que amenazaban con frenar un ritmo de vida digno de un jeque árabe.

Pero como dijo su mánager, Frank Dileo, en un documental que E! Entertainment publicó en noviembre de ese mismo año, este no era un regreso sino “una oportunidad de recordarle a su público que él seguía ahí, que aún podía hacerlo y que seguía siendo el mejor”.

En esa misma emisión, Dileo reconoce que Michael también necesitaba el dinero y la productora AEG era el milagro que necesitaba para salvarse del caos financiero en el que se encontraba. Invincible había sido su último trabajo, editado en 2001. Había pasado demasiado tiempo.

Sueño mortal

Su obsesión por dormir cuando quisiera, en cualquier momento en que pudiera hacer un alto en sus prácticas, lo llevó a consumir Diprivan, el nombre comercial del potente Propofol. Lejos de ser un relajante, esta droga es sencillamente una anestesia utilizada comúnmente en procedimientos quirúrgicos. No solo esta nueva y peligrosa costumbre llamó la atención de su entorno, sino que mientras ensayaba para el que sería su espectáculo más grande, pidió que un médico lo asistiera las 24 horas. Tanto era su cansancio que muchas veces terminaban por suministrarle oxígeno después de sus arduas jornadas y el profesional elegido no fue otro que su favorito: el Doctor Murray.

Murray, especialista en cardiología, tenía un contrato de exclusividad con Michael por el que cobraba 150 mil dólares al mes. Pero ni todo el dinero del mundo pudo comprar su inocencia cuando después de la autopsia y de una investigación exhaustiva alentada por la familia del cantante, el médico fue condenado por homicidio involuntario. Si bien fue quien le suministró la última dosis, Michael habría venido abusando de los medicamentos desde mediados de la década del 80.

Viaje de ida

Fue en 1984, mientras grababa un comercial para Pepsi, que sufrió quemaduras en su cuero cabelludo, tras incendiarse parte del set de filmación. Luego de las curaciones y los injertos de piel y cabello por los que tuvo que pasar, el ídolo paliaba su dolor físico con calmantes. Ese alivio se convirtió en adicción y, con los años, ya no supo vivir sin “anestesiarse”.

Había nacido un 29 de agosto en Gary, Indiana, y murió a los 50 años buscando resurgir de las cenizas. Hoy, nueve años después, su familia no parece tener paz. Mientras su padre Joe Jackson se debate entre la vida y la muerte, a los 89 años, víctima de cáncer, el resto del clan se pelea con la cadena ABC y Disney, su empresa matriz. No es que los ofenda nada de lo que cuentan (que no es más que lo se ha podido ir sabiendo a lo largo de estos años) sino que acusan a la compañía de TV de usar canciones, videos y películas de Michael.

El documental de ABC, The Last Days of Michael Jackson (Los últimos días de Michael Jackson), emitido el pasado 24 de mayo, utilizaría de manera ilegal partes de sus canciones más conocidas tales como “Billie Jean”, “Black or White” y “Bad”. La familia habla de “propiedad intelectual” y derechos, pero la cadena asegura estar en regla.

Los mismos Jackson son quienes también acusaron a AEG de haber ejercido la presión sobre el artista que terminó por matarlo. Pero, ¿dónde estaban ellos cuando Michael era un niño que sólo quería jugar en el parque?

Elija a Vanguardia como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí y únase a nuestro canal de Whastapp acá.

Publicado por INFOBAE

Publicidad

Publicidad

Tendencias

Publicidad

Publicidad

Noticias del día

Publicidad