Para muchos de nosotros resulta difícil decir No: no queremos enfadar a la gente que amamos o nos importa o a nuestros jefes y contactos, pero... si sabe cómo hacerlo no tiene por qué temer. Expertos lo guían.
Es muy fácil decirlo para aquellas personas con una personalidad a la que poco les importa lo que piensen los demás. Aunque no sean mayoría, los hay.
Pero para el resto del mundo, que necesita buenos contactos en su trabajo, en su vecindario, en su lugar de estudio y en su ambiente social, puede resultar muy difícil, a veces casi imposible, aprender a decir NO.
“Solía decir que “Sí” a la mayoría de invitaciones que recibía”, cuenta Natalia, una emprendedora de 36 años.
“A veces incluso me arrepentía al minuto de haber dado mi respuesta, pero temía mucho que cambiar de opinión pudiera perjudicarme”, explica Natalia.
¿Por qué es tan difícil decir la palabra “NO”? Es solo una palabra, ¿verdad?
“Después de sentirme atrapada durante algún tiempo por mi deseo excesivo de ser agradable, mi situación se complicó: empecé a sufrir de estrés crónico, no podía dormir y lloraba mucho en cualquier momento. Tuve que guardar reposo y decir que no a un montón de cosas. Podría decir que la vida me obligó a hacerlo, pero llegar a este extremo es doloroso”, concluye Natalia.
Muchas veces hay un gran miedo a decepcionar a alguien, a que se enoje, a herir sus sentimientos o a parecer grosero.
Pero el decir que “SÍ” a todo también cuesta: en ocasiones disminuye la autoestima, cuando a lo que ha respondido afirmativamente le quita tiempo, dignidad o tranquilidad.
Así que, si aprende a decir que NO de una manera cortés y auténtica, se sentirá mejor con usted mismo y los expertos aseguran que, con frecuencia, la mayoría de la gente entenderá sus razones.
Si es nuevo en esto de decir “NO”, entonces a continuación obtendrá algunos consejos para, al cabo de unos días, ya sea todo un profesional.