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Domingo 22 de septiembre de 2019 - 12:00 PM

Ganadores del concurso Jorge Valderrama Restrepo: poesía

Los versos de la poesía son los protagonistas de esta tercera entrega del concurso literario promovido por la Alcaldía de Bucaramanga a través del Instituto Municipal de Cultura y Turismo.

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Los concursantes de esta categoría dejaron aflorar todo tipo de sentimientos, emociones y reflexiones. En la categoría adultos Tania Meneses Cabrera, bajo el seudónimo ‘Yansa’, obtuvo el primer puesto con la obra Calibre 45.

Jhon Edgar Castillo Cadena, Chateaud, quedó con el segundo lugar de la misma categoría, con el texto La Calle. La obra ‘El enojo es’, escrita por Maicoll Medina Rodríguez, fue la ganadora de la categoría juvenil, mientras que Ronal David Valderrama Gómez obtuvo el segundo lugar con el poema Espejos Invisibles.

EL ENOJO ES

Por: MAICOLL MEDINA RODRÍGUEZ

Una sombra

Que

Persigue las almas

No dejará de hacerlo

Porque en el fondo

Nadie la evita.

ESPEJOS INVISIBLES

Por: RONAL DAVID VALDERRAMA GÓMEZ

Pondré mis dedos en el teclado

Como lo hacía el pianista van Beethoven

Armonizando cada nota

Una después de la otra

Dejándome llevar por la melodía

En el único lugar donde encuentro armonía,

Pero estoy Con los pantalones afuera

Acuclillado a la espera

Paciente hasta que algo suceda

De repente empieza a fluir

de manera espontanea

todo lo que ingerí durante el día

Como pequeños destellos de colores.

Sensaciones, que forman imágenes cortas

Marcadas de forma efímera

A causa de lo transitorio de la vida.

Pasamos por alto ese momento como

Ese plato que ponen en la mesa

De seguro también es arte,

Sin tan siquiera tocarlo

Me dejo conmover por las manos

De quien lo ha preparado

Como un acto de magia

Agregando La cantidad exacta.

Me basta con cerrar los ojos

para empezar a visualizar

Lo que me marco durante el día

Al pasar por la calle mi mente percibe a un vecino

Un hombre golpeado por el sol, un poco marchito

Con rastros en su cara que marcan el paso del tiempo

La fragilidad inmersa en su interior como un cristal

Sigo caminando y sin que note mi presencia

bajo la mirada...

veo mis zapatos rotos, y un aire de desmayo me apodera

estoy sentado a la intemperie, invadiendo un pedazo de anden

al lado de un cartel que dice: se remontan toda clase de zapatos

frente a la mesa de trabajo, tomo la aguja e hilo y un poco de pegante,

pero a medida que voy remendando los zapatos entro en estado confuso

CALIBRE .45

Por: Tania Meneses Cabrera

Todos los misterios en una sola calle.

El viento trae desde el oeste suaves perfumes

es el aroma de mujeres erráticas o de justicias cojas

el olor es dulce y fluye entre la dureza de los hierros.

Un sol naranja invade los cielos y empuja al viento hacia otras rejas

ahora, son de hombres las almas que se esconden en la oscuridad de las celdas;

el silencio violento de las pesadillas mudas, invaden el lugar mientras termina la noche

y en las paredes que fingen como calendarios

un día menos es marcado con la rabia de la monotonía.

Amanece y un pájaro canturrea desde la garita

mientras tanto, miles de mujeres se enfilan con viandas para la visita del domingo

el aroma dulce del oeste se confunde con los guisos de madres, hermanas y esposas

tatuadas con los sellos de la prisión caminan presurosas al encuentro del amor.

El pájaro cruza la calle y juguetea con las cuerdas de la luz

se instala en el vecindario, donde no hay fronteras entre la cordura y la locura.

Asustado de las grandes jaulas, emprende con prontitud y agilidad su vuelo

ahora fatigado por el sol del mediodía, descansa en la blancura de un muro ciego

advierte el olor de la muerte y al mismo tiempo el olor de la libertad.

Hedores de rejas, muerte, demencias,

cementerios, enfermedades y abandonos

dan paso a las fragancias y policromías de las plantas

en una pequeña plaza donde venden flores,

se desayuna esperanza para no indigestarse con la realidad.

El viento sigue su curso hacia el este, visita hogares de abuelos y orfanatos

mientras tanto una calle llora la angustia de tanto peso sobre su asfalto

y en la tarde del domingo suplica para que menos tragedias la caminen.

El pájaro, expectante del final de este día

vuela hacía la ventana, donde una nona ha dejado arroz

a cambio de una visita.

Una nueva puesta de sol anuncia al Dios del tiempo

el viento sigue su curso al encuentro con la montaña

El pájaro sigue su vuelo al encuentro con el árbol

la muerte guarda silencio y las rejas no se abren

Los locos no siguen la cuerda, sino lo contrario

Y la calle armada de indiferencia dispara todas sus balas.

La calle

Por: Chateaud

La calle cada tanto

juega a ser recuerdo

Se mete en los ojos

como quien reclama

un lugar que de antes

le perteneció

El humo persigue

el viento roto de los autos

El viento fue alguna vez

de un ventilador caluroso

e incluso mucho antes

con esa misma brisa

nos habríamos conocido

en caricias suaves

que el sabio viento olvida

Y uno empieza a recordar

las burbujas de jabón

que flotan en el aire

llenas del aliento de un viejo

que quizá fuera un tío

Cada burbuja que explota

inunda el aire de tristeza

Pero los niños ríen

y revientan bombas

y el viejo ríe

y todos

sin mirarnos

sonreímos

porque no todos los días

puedes respirar del viento

tristezas en el aire

La tristeza

Por: Alone

Cuando empiezas a llorar se hace casi imposible detenerse porque

Todo ese dolor acumulado no te lo permite

A veces preguntan - ¿estás triste?

No, no lo estoy

Desearía recibir un abrazo

Una voz que diga – sé que lo estás

La vida pardeada ante tus ojos, sin que valga la pena haberla vivido

LA FRAGANCIA DE NUESTROS BARRIOS

Por: Hamilton Quintero

El atardecer asoma su mirada, en los frescos arboles desgastados por legumbres

vigentes.

Resuenan gritos que pasean lágrimas de hombres; cuyo destino les ha sido

indiferente. La amabilidad se disfraza de interés, la música retumba oídos

dispersos.

Aparentamos conocernos, aparentamos alegrarnos, pero no se puede aparentar

nuestra miseria -no deseo escribirle al llanto- pero aun somos resentidos de todo

lo que brilla fuera de nuestra frontera y más allá de nuestros aliados, donde se ve

el dulce néctar de hombres que adulan su talento con lo superfluo.

¡Amamos nuestro aire empobrecido lleno de desperdicios!

Éste es mi espacio, el cual me vio crecer como la mejor flor del jazmín, dando

quejas, pero santificando las entrañas más profundas de la maleza.

Aquí suspire mi primer amor, mi primera injusticia y el crepúsculo más sosiego del

balcón más lejano....

¿Quién como tú? ¡madre de los juzgados!, ¡acogedora de los refugiados! Y

¡abuela decrepita en tus valores! no pretendo embellecer lo manchado, pretendo

alentar tú dionisiaco vivir, pretendo enaltecer tus injurias mal contadas.

Porque donde otros ven una cárcel más amplia, yo observo a hombres con

verdaderas historias; ¿quién mejor testigo que tu frondoso e infinito cielo arrebol?

¿Quién mejor testigo que la vejez de tus hombres, que en sus bailes y durezas

mantienen la tierra del porvenir?

¿Quién mejor testigo que nuestro barro quejumbroso?

¿Quién mejor testigo que el silencio de tus iglesias, que seguirán repartiendo

esperanzas a tus hijos?

¿Quién mejor testigo que las frívolas canchas, que han visto sueños esfumarse

como días mal contados?

Y ahora dime, ¿quién mejor testigo que yo? Para azotar tus pieles de canelos

suburbios, alimentándome de la savia junto a mis hermanos.

Tan burlona en tu sufrimiento.

Aguarda silencio, aún envidian nuestra casualidad....

¡Yo os amo por igual!

IMAGINARIOS

Por: JIMMY HUMBERTO FORTUNA VARGAS

Sucedáneos de antiguas culturas

Hereditarios de unas formas de vida multicolores

Tu obra es magna

En cada artista de tu ciudad

Emana el sincretismo

Los engranajes

Los postulados y el aire de un nuevo amanecer

En cada muro

En cada cielo

En cada esquina

En cada paso

Están las huellas del arte

Figurativo y abstracto

Surrealista y hermético

Libre y único

Es sabido que los vientos de otras latitudes

Se han posado en cada luminaria

Y que cada obra es un tributo para ti

La creadora

La musa intangible y tangible

Serás pasado

Fuiste presente

Y eres futuro

Las opciones borgianas

Las letras con rayas de tigre

Todos los caminos que se bifurcan

En nuestros imaginarios

Son tus joyas.

TIGRE DE NIEBLA

Por: IVÁN RUIZ ARIZA

-A los rudos santandereanos

que murieron en la batalla de Palonegro-

Un tigre de niebla fue poema

Lento se agigantó sobre el camposanto

Entre cruces fatigadas y orquídeas solitarias extendió su vaporoso aliento

mudo entre el vértigo de la calma

agazapado entre las fosas abiertas

sobre hileras replegadas de soldados sin suerte

Enmarañado entre ramos mortuorios

colmaba la pirámide craneal de los caídos

masticaba cada nombre tallado en un madero,

se alentaba con el eco bravío del último espasmo

Aún fue posible oler el adobe de una casa moribunda a lo lejos, y tres casquillos

bajo el recuerdo doliente de los mil días, evocación de glorias efímeras

de aquellos ojos que a la niebla, arrojaron su ansias palpitantes, entre clamores

libertarios, entre estertores de esperanzas.

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Publicado por Redacción Vanguardia

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