Publicidad

Galería
Viernes 27 de noviembre de 2020 - 12:00 PM

Hasta que la plata los separe Por qué mienten los infieles financieros y cómo saberlo

El dinero es un tema espinoso... más si se trata de la pareja Para muchos, hay que tener un dinero aparte, por si las cosas no funcionan y para otros hay que guardar ciertos secretos. Ha sido víctima de una infidelidad financiera

Compartir
Imprimir
Comentarios
Foto: Freepik/VANGUARDIA
Foto: Freepik/VANGUARDIA

Compartir

Foto: Freepik/VANGUARDIA

Según el sondeo del portal Second Love, el 39,28% de las parejas desconoce los ingresos reales de su cónyuge, mientras que el 44,79% ignora los gastos mensuales de su tarjeta de crédito.

Un tema espinoso, sin duda.

¿Acaso en los matrimonios no debería haber secretos financieros?

¿O por pura “malicia indígena” siempre es mejor tener “un dinerito aparte”?

“Sí, hay que tener un dinero particular para gastos personales que están fuera de las cuentas de la pareja, pero eso no significa que este dinero tenga que ser una cuenta oculta”, explica la coach Camila Díaz.

La experta asegura que no es ningún crimen tener gastos que no se mencionan a la pareja: “a menos que ambos hayan acordado llevar una cuenta muy estricta de sus gastos por algún problema financiero”.

Sin embargo, el problema radica en ocultar: si algo tiene que esconderse... ¡es porque nada bueno debe ser!

Al menos, eso decían nuestras abuelas.

Además, estas mentiras financieras sin duda afectan no solo el bolsillo del otro cónyuge, sino también la confianza y el vínculo en sí.

Una investigación de la Universidad de Indiana publicada el año pasado señala que la infidelidad financiera afecta incluso la salud mental para ambos integrantes de la pareja: mentir sobre el dinero genera ansiedad por el temor al ser descubierto o ir a la quiebra y, por el otro lado, la pareja se siente “estafada” y engañada, lo que produce un gran estrés.

Y de acuerdo con la consultora Creditcards, son los millennials los peores infieles financieros: tres de cada cinco ocultan sus cuentas a sus parejas.

Díaz aseguran que la infidelidad financiera es tan difícil como la emocional: “si le engañan con otra persona, usted es libre de tomar su dinero e irse, pero si su pareja ha estado gastando el dinero conjunto, comenzar una nueva vida puede ser mucho más difícil”, explica Díaz.

Estos son los 3 principales motivos por los cuales las parejas mienten sobre el dinero

Tiene una adicción. Es la razón más común: un integrante de la pareja, con el tiempo, se convierte en adicto, ya sea a las drogas, el alcohol, el sexo o el juego. Lo que sucede es que tiene que gastar dinero para satisfacer su ansiedad, por lo que empieza a echar mano del dinero de la pareja y, si la cosa es muy grave, hasta de las cosas de la casa.

Se trata de una venganza. Muchas personas no eligen separarse cuando tienen problemas emocionales: algunas siguen con sus parejas, pero secretamente buscan desquitarse de lo que pueden sentir como una traición y usan el dinero para este fin. Es entonces cuando empiezan a gastar de más o a desviar dinero a otras cuentas para de alguna manera presionar a su pareja.

Relaciones extramatrimoniales. Esta es también una de las razones más comunes. Por supuesto, cuando las relaciones comienzan todo son mieles y gastos conjuntos para viajar y cenar juntos. Pero conforme pasa el tiempo los intereses cambian... ¡hasta de persona! Y es aquí cuando el infiel quiere deslumbrar a su nueva conquista y para eso tiene que usar el dinero de la pareja y hacer todo tipo de triquiñuelas para gastar.

Si la infidelidad se ha convertido ya en una aventura casi formal, es posible que el infiel transfiera dinero a otras cuentas para comenzar una vida con su amante.

Señales de advertencia

La psicóloga Paula Escobar explica cuáles son las señales de que persona están siendo infiel financieramente a su pareja:

Cambian las cosas. Lo primero es que, de un momento para otro, los estados financieros ya no llegan a la casa o el tema del dinero deja de mencionarse. Además, comienza a comprar más cosas de determinado tipo o, por el contrario, deja de comprar cosas de determinado tipo. Es decir, hay un cambio en el comportamiento de esa persona hacia el dinero: es más tacaño para compartir, pero derrocha más en sí misma.

No permite que su pareja vea sus cuentas o le pida cuentas. Cuando están escondiendo algo las personas suelen alterarse y si se trata de una infidelidad financiera es posible que esa persona se altere si le preguntan por sus finanzas.

Cambia las contraseñas de las tarjetas. En términos prácticos es mucho más fácil que una pareja formal y establecida comparta las claves de sus tarjetas por si ocurre alguna calamidad. Cuando la pareja cambia sus claves sin avisar y hace movimientos financieros sobre los que no da mayor detalle o suenan demasiado truculentos... entonces hay que sospechar.

Las transacciones dejan de ser usuales.

Retirar grandes cantidades en efectivo, abrir nuevas cuentas, comenzar negocios con personas que no saben nada del asunto (de repente la tía abuela es una gran inversora, por ejemplo) o si de repente empieza a perder dinero por robos o estafas que parecen sospechosas entonces, bueno, hay que empezar a investigar qué está sucediendo no solo con el dinero, también con su pareja.

Elija a Vanguardia como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí y únase a nuestro canal de Whastapp acá.

Publicado por Redacción Galería

Publicidad

Publicidad

Tendencias

Publicidad

Publicidad

Noticias del día

Publicidad