Los hombres también sufren violencia de género, es verdad. Sin embargo, son esos estereotipos machistas los que hacen que no sean capaces de llamar a la policía y así evitar responder con violencia cuando sufren agresiones. Pues bien, llegó el momento de cambiar.
El reciente caso de maltrato a un policía de la ciudad por parte de su pareja puso de nuevo el foco en el tema de la violencia que también los hombres viven en sus relaciones románticas.
Este año han ocurrido 570 casos de violencia contra los hombres por parte de sus parejas.
Si bien la cifra no se compara con los 1.085 casos de violencia contra la mujer, sí es importante notar que existe un patrón para las causas de las agresiones que sufren unos y otras: los estereotipos de género.
El coach Fernando Meneses explica que “a los hombres nos enseñan que no debemos ser vulnerables y es por eso que respondemos con violencia a nuestros problemas emocionales. Tenemos pena de llamar a la policía porque no queremos parecer débiles, pero golpear es usar la fuerza de forma desproporcionada, como en el caso del actor que golpeó a su pareja”.
Por su parte, la coach Camila Díaz explica que “es momento de que los hombres cambien este estereotipo del macho porque esto ya no funciona, ni para la ley, ni para su vida diaria. Solo los hace sentirse con una camisa de fuerza, que tienen que ser de tal o cual manera y no es así. Pueden llorar, ser amorosos y si sufren violencia, claro que sí, llamar a la policía y no responder con más violencia”.
A las mujeres se les pide que denuncien las agresiones que sufren. Pues bien, señores, llegó el momento de hacer lo mismo, no responder con violencia y cambiar los estereotipos.
Denunciar la violencia
La trabajadora social e investigadora Kathryn Orcasita explica qué pasa en el caso de la violencia contra los hombres.
¿Por qué los hombres no denuncian la violencia y cómo cambiar esto?
“Porque tienen miedo de verse débiles, temen que su masculinidad sea cuestionada y temen ser vistos como víctimas, no ser respetados, porque el mandato de masculinidad les impide verse a sí mismos así, les impide ver que son las principales víctimas del machismo. Es momento de que los hombres sean más críticos de sus privilegios y del lugar que les dice la sociedad que deben ocupar. El mandato de masculinidad los lleva a construir su virilidad con la fuerza física, el sexo, la moral, la política contra otros hombres y las mujeres. Y esto se ve cuando se les dice a los niños que no lloran o que tienen que demostrar que no son homosexuales o que deben ser indiferentes frente a la chica que les gusta para no demostrar sus sentimientos”.
¿Qué estereotipos asociados con lo masculino deben cambiar para evitar la violencia tanto la que parte de ellos como la que ellos reciben?
“Cada uno debe empezar a observar sus prácticas cotidianas, cómo manejan sus sentimientos, si los reconocen o los reprimen. Cómo se relacionan con sus amigas, compañeras de trabajo, con sus parejas. Qué pensamientos y prejuicios orientan sus acciones, qué actividades hacen en sus casas y por la comunidad e incluso cómo se relacionan con otros hombres.
¿Cómo se puede cambiar esta situación?
“La invitación es a que tanto hombres como mujeres empecemos a reconocer y a cuestionar las diferentes maneras de pensar, sentir y de actuar que sustentan las formas en las que nos relacionamos y que a partir de esos cuestionamientos empecemos a construir unas relaciones no violentas.
