Los juguetes de antaño solo buscaban entretener a los niños y niñas y, por supuesto, hacerlos felices durante su infancia. Sin embargo, algunos de ellos no aportaban mucho más y hasta reforzaban los estereotipos de género. Afortunadamente, para la creatividad y el desarrollo de los pequeños, los juguetes se han renovado y hoy, además de traer alegría y diversión, contribuyen mucho más al desarrollo de un área clave en sus vidas: su talento.
Carritos para niños, muñecas para niñas; un armatodo para ellos, un juego de té para ellas, canicas y algunos juegos de mesa para pasar un rato agradable en familia.
Los juegos de antes solo buscaban entretención y algo de diversión para los niños y niñas.
Sin embargo, al crecer, se podía sentir que aunque fue agradable, con un par de juegos diferentes habríamos podido llegar, quizá, a la luna y más allá: a descubrir las estrellas, a crear las más increíbles obras o idear un nuevo lenguaje.
¿Por qué no?
Los niños y niñas de hoy están expuestos a mucha información y, por tanto, a todo tipo de estímulos: el estrés puede llegar a saturarlos incluso a edades muy tempranas, según estudios de la Universidad de Harvard.
Es así que la diversión no puede faltar.
Es solo que en un mundo que necesita mucho más de nosotros, potenciar los talentos de niños y niñas a través del juego promete ser la mejor estrategia para educar seres humanos sensibles, creativos, innovadores y con las habilidades para llevar a la humanidad a nuevos y grandes descubrimientos.
Cuando somos niños queremos experimentar y, de hecho, así aprendemos mejor.
Con esta premisa se creó la estrategia educativa Steam (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas), que busca que los niños aprendan jugando y así descubran sus talentos.
Y los juguetes son una parte fundamental. La compañía Norma, por ejemplo, lanzó la primera línea de juguetes que va en coherencia con esta estrategia educativa.
La idea es que, además de jugar, los niños y niñas descubran para qué son buenos y potencien sus habilidades.
