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Viernes 14 de diciembre de 2018 - 12:00 PM

Mis amigas se están casando

Incluso si usted es una soltera que adora su estado civil, debe saber que diciembre es uno de los meses preferidos para las bodas: la fecha inolvidable de la Navidad permanecerá por siempre en los corazones de los enamorados. Es entonces cuando se detiene en seco y entiende que sus amigas se están casando

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Enfóquese en sí mismo. Cuanto más cómodo se sienta solo, mejor estará en cualquier otro ámbito de su vida. Esta es una oportunidad para que tenga más confianza como persona independiente y soltera. (Foto: Tomada de Internet/VANGUARDIA LIBERAL )
Enfóquese en sí mismo. Cuanto más cómodo se sienta solo, mejor estará en cualquier otro ámbito de su vida. Esta es una oportunidad para que tenga más confianza como persona independiente y soltera. (Foto: Tomada de Internet/VANGUARDIA LIBERAL )

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Enfóquese en sí mismo. Cuanto más cómodo se sienta solo, mejor estará en cualquier otro ámbito de su vida. Esta es una oportunidad para que tenga más confianza como persona independiente y soltera. (Foto: Tomada de Internet/VANGUARDIA LIBERAL )

Está feliz en su casa, preparando tranquila las fiestas de fin de año, cuando le llega de repente una invitación: “Mariana y Juan Pablo te invitan a su boda...”

Y no es la única tarjeta que ha llegado por estas fechas, y hasta considera que ha tenido suerte de no haber sido elegida como la “dama de honor” en alguno de esos matrimonios.

Sin embargo, y para los hombres también aplica, acaba de notar que esas tarjetas de invitación que han llegado a sus manos son de sus amigas, y aquí es cuando cae en la cuenta de que... ¡sus amigas se están casando!

Si está en soltería o tiene una pareja estable pero el tema del compromiso no ha sido tocado o si lo ha hecho ha recibido largas y negativas, entonces ahí viene el cuestionamiento: ¿qué pasará conmigo?

Este es el caso de Irene, una joven publicista de 29 de años que lleva cinco con su novio.

Aunque un par de veces tocaron el tema del matrimonio, el compromiso no se concretó.

“El diciembre pasado recibí tres tarjetas de invitación, una de una amiga cercana y otra de amigas de amigas. Después de acudir al matrimonio de mi amiga pensé: ¿me veo en esto? Entonces fue un duro momento de confrontarme a mí misma”, explica Irene.

¡Y es justo lo que debía hacer!

Si la conmociona o lo conmociona el hecho de que sus amigas estén dando este paso, es hora de reconocer qué es lo quiere.

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Publicado por REDACCIÓN GALERÍA

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