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Martes 13 de abril de 2021 - 12:00 PM

Vitamina D: su aliada en tiempos de pandemia

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Tomada de Internet/VANGUARDIA
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La vitamina D es bien conocida por su papel en la salud de los huesos, dientes y músculos al promover la absorción de calcio por parte del cuerpo.

También es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro sistema inmunológico, que protege al cuerpo de virus y bacterias.

Durante el año pasado, varios estudios diferentes han analizado el impacto que los niveles de vitamina D y los suplementos podrían tener sobre la COVID-19.

Si bien los datos son prometedores, la mayoría de los expertos dicen que no son concluyentes.

El reumatólogo Antonio Ponce señala que alrededor de mil millones de personas en todo el mundo, a través de todas las etnias y grupos de edad, tienen una deficiencia de vitamina D, fundamental para la salud de los tejidos que recubren los músculos y tendones del cuerpo.

Y no solo eso: la vitamina D tiene múltiples funciones en el cuerpo. Ayuda a tener huesos y dientes sanos, apoya la salud del sistema inmunológico, cerebral y nervioso, regula los niveles de insulina y apoya el control de la diabetes, así como a la función pulmonar y a la salud cardiovascular.

De acuerdo con el internista y endocrinólogo, Jorge Castillo, “la principal fuente de obtención de esta vitamina es el sol. También se puede obtener de algunos alimentos como pescados, champiñones, derivados lácteos o productos fortificados. Sin embargo, por más que consumamos grandes cantidades en la dieta, a veces no logramos alcanzar los niveles adecuados y por eso hoy en día la principal recomendación de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) es consumir suplementos de vitamina D”.

Para esto, es importante valorar su nivel de Vitamina D con su médico de confianza y así determinar qué tipo de suplemento necesita.

“En nuestro entorno actual es muy común que haya deficiencia de la vitamina D en las personas, por lo que es aconsejable no esperar a presentar los efectos que su ausencia tiene en el cuerpo y atender a complementar las concentraciones necesarias para fortalecer el sistema inmunológico”, concluyó Castillo.

Eso sí, consuma los suplementos con moderación, puesto que no puede exceder la cantidad de vitamina D en el cuerpo.

Lo que dicen los estudios sobre la vitamina D y la COVID-19

William F. Marshall, especialista en enfermedades infecciosas de la Clínica Mayo, comenta que aunque varios estudios recientes han considerado el impacto de la vitamina D sobre la COVID-19.

“Un estudio que realizamos con 489 personas encontró que aquellas que tenían una deficiencia de vitamina D tenían más probabilidades de tener un resultado positivo para el virus que causa la COVID-19 que las personas con niveles normales de vitamina D”, señaló el médico.

Otras investigaciones han observado altos niveles de deficiencia de vitamina D en personas con la COVID-19 que presentaron insuficiencia respiratoria aguda. Estas personas estaban a un riesgo significativamente más alto de morir. Y un estudio pequeño, aleatorio, encontró que de 50 personas hospitalizadas con la COVID-19 a quienes se dio una dosis alta de un tipo de vitamina D (calcifediol), solo una necesitó tratamiento en la unidad de cuidados intensivos. En contraste, entre las 26 personas con la COVID-19 a quienes no se dio calcifediol, 13 necesitaron tratamiento en la unidad de cuidados intensivos.

Se necesita hacer más investigación para determinar qué papel tendrán la vitamina D y la deficiencia de vitamina D en la prevención y el tratamiento de la COVID-19.

¿Qué pasa si tomo demasiada vitamina D?

Expertos de la Clínica Mayo explican que la toxicidad de la vitamina D, también llamada hipervitaminosis D, es una afección poco común pero potencialmente grave que ocurre cuando tiene cantidades excesivas de vitamina D en su cuerpo y generalmente es causada por grandes dosis de suplementos de vitamina D, no por la dieta o la exposición al sol.

Eso es porque el cuerpo regula la cantidad de vitamina D producida por la exposición al sol, e incluso de los alimentos fortificados no contienen grandes cantidades de vitamina D.

La principal consecuencia de la toxicidad de la vitamina D es una acumulación de calcio en la sangre (hipercalcemia), que puede causar náuseas y vómitos, debilidad y micción frecuente. La toxicidad de la vitamina D puede progresar a dolor de huesos y problemas renales, como la formación de cálculos de calcio.

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Publicado por Redacción Galería

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