Las habilidades de memoria, aprendizaje y concentración dependen de una buena salud cognitiva.
Cuando hablamos de cuidar el cerebro nos referimos a potenciar sus funciones, evitar daños y garantizar la calidad de su madurez, protegiendo las habilidades de memoria, razón, concentración, entre otras. Algunas de estas habilidades van declinando y la capacidad del cerebro para cumplirlas es cada vez menor. Por ejemplo, la memoria es una de las funciones cognitivas que sufre mayor alteración y desgaste con la edad en condiciones normales del curso de la vida humana, pero también por afectaciones patológicas como el Alzheimer u otras demencias.
Además de patologías neurológicas, diversas afectaciones en las capacidades cognitivas pueden desprenderse de complicaciones de salud de diversa índole.
Una investigación reciente presentada en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer ha demostrado los efectos negativos del COVID-19 en la salud cognitiva de las personas que han padecido la infección. Trastornos y deterioro de la memoria, déficit de atención, estrés postraumático e incluso síntomas de ansiedad y depresión fueron algunas de las afecciones presentadas en los pacientes meses después del contagio. Según Heather Snyder, PhD, vicepresidenta de relaciones médicas y científicas de la Asociación de Alzheimer, las infecciones por COVID pueden conducir incluso a síntomas de esta patología.
De esta manera, el cuidado de las condiciones del cerebro son fundamentales para evitar riesgos y deterioro ya sea por causas naturales o relacionadas con alguna enfermedad. Según los expertos médicos, la protección de éstas dependerá de la frecuencia del ejercicio físico, el fomento del aprendizaje y, en gran medida, de la correcta nutrición de las personas y la manera en que complementan su alimentación.
En un artículo publicado en BBC Mundo, Gurutz Linazasoro, médico y portavoz de la Sociedad Española de Neurología, asegura que “la alimentación es uno de los pocos factores de riesgo de enfermedades neurológicas que está en nuestras manos para modificar y controlar”.
La alimentación: clave para una buena salud cognitiva
Como parte del proceso de prevención de patologías y desgastes cognitivos, médicos neurólogos, científicos y nutricionistas, entre otros, recomiendan adoptar una dieta basada en alimentos fuentes de vitaminas y minerales, la cual puede complementarse con suplementos para mejorar la salud del cerebro. Respondiendo a esta necesidad y al interés de los consumidores por acceder a productos que les permitan estar en mejores condiciones y en el cuidado de sus funciones cognitivas, las compañías han centrado sus esfuerzos en investigación y tecnología para desarrollar productos innovadores.
Un caso de éxito en el desarrollo de alimentos a la vanguardia ha sido Vidalia, una marca colombiana que se caracteriza por crear productos orientados a llevar nutrición a los consumidores desde la alimentación funcional. Para complementar su portafolio de productos ha desarrollado Vidalia Focus Cacao, una mezcla en polvo para preparar una bebida nutricional que aporta nutrientes como Omega-3, Zinc y Complejo B, que contribuyen a cuidar la memoria y la concentración, además de tener un sabor delicioso ideal para cualquier momento del día, pues puede consumirse frío o caliente.
10 profesionales de diferentes disciplinas que conforman el equipo de Vidalia han trabajado en este nuevo producto junto a una red de ciencia asociada a la marca. “Nuestro propósito es poner en las mesas de los colombianos alimentos de alta calidad nutricional, con productos hechos desde la investigación, la ciencia y un gran talento humano que trabaja por desarrollar alimentos innovadores, con nutrientes esenciales que, al ser combinados con un estilo de vida saludable, generan bienestar y vitalidad, mejorando la calidad de vida de todo un país”, asegura Carolina Betancur, directora de Vidalia.
