Nuestros deportistas merecen un aplauso cerrado por su presentación en los Juegos Nacionales y todos los torneos a los que asisten, porque logran vencer a sus rivales en las pistas de competición, y también la irresponsabilidad e incompetencia de nuestra dirigencia.
Tendencias
“La idea es unir tradición y artesanía con el lujo”: Mario Hernández
Aunque su historia es mucho más larga, desde 2011 el sombrero aguadeño es una denominación de origen protegida en Colombia, con el objetivo de proteger esta tradición artesanal, pero pese a ello, se encuentra en serio peligro de extinción.
Con los años, este sombrero de paja toquilla se ha convertido en un símbolo representativo de la región paisa y cada vez más, se ve como parte de la cultura nacional, siendo tejido a mano con iraca en el municipio de Aguadas, en el departamento de Caldas.
Son 150 años de historia, cuando Juan Crisóstomo Flores, un ecuatoriano, llevó un sombrero hacia 1860, lo desbarató y enseñó al pueblo a tejer esta pieza. Lo interesante, es que los primeros artesanos fueron sólo hombres, con el tiempo las mujeres del pueblo se sumarían a esta tradición. Las guerras y el conflicto armado interno colombiano tuvieron mucho qué ver con ello.
Han sido diversos los factores que han hecho que las artesanas o tejedoras de Aguadas (Caldas), abandonaran esta tradición que se ha enseñado de generación en generación.
En los últimos años, quienes iban a recibir dicha tradición, han decidido dedicarse a otros oficios, argumentando el mal pago que se recibía por una artesanía que requiere de mucha dedicación. También el surgimiento de talleres de artesanos en otros municipios de la región, así como la piratería y la imitación de este tipo de artesanías pero con tejido a máquina.
A todo esto, se le sumó la llegada de la pandemia, las restricciones como la cuarentena y la caída total del turismo en todas las regiones, incluso en Aguadas, Caldas, lo que aumentaba el peligro de extinción de esta tradición en dicho municipio.
En ese momento, Mario Hernández, empresario de la industria del vestuario y los accesorios con medio siglo de experiencia, fijó su mirada en Aguadas, y empezó allí una recuperación de este legado artesanal.
Este año, sus sombreros tomaron mucha más popularidad cuando el rey Carlos III fue visto con uno de ellos.
Mario Hernández escribió en su cuenta de X, en ese entonces Twitter: “El Rey con uno de nuestros sombreros, hechos en Aguadas, Caldas por tejedoras colombianas, trabajamos con una familia de sombrereros de más de tres generaciones”.
En esta charla, el empresario santandereano Mario Hernández explica cuál es su perspectiva sobre cómo debe conectarse la tradición de la artesanía con el lujo contemporáneo.