Alejandro Galvis Ramírez - Vanguardia - Especial - Gracias


Hablamos con algunos de los empresarios de la región quienes, en sus palabras, definen al desaparecido Alejandro Galvis Ramírez como un auténtico ‘titán’ por los aportes que le hizo al desarrollo de la economía de Santander y de Colombia.


Alejandro Galvis Ramírez fue definido por los empresarios como un titán del desarrollo de Santander y del país, como uno de los más grandes de nuestra tierra y como un visionario por sus innumerables aportes a la economía y, de manera especial, a la ganadería.

Él logró convertir a su Hacienda El Madrigal en la más moderna ganadería lechera del trópico bajo en Colombia; y sus aportes, con sobrados argumentos, le permitieron tener asiento en la junta directiva del Fondo Nacional del Ganado, FNG.

De manera precisa, la ‘niña de sus ojos’ fue El Madrigal, ganadería a la cual él mismo le dio vida en 1973. En aquel año, el entonces joven Alejandro Galvis Ramírez contó con un aval sustancial en ese momento, el de Doña Alicia Ramírez de Galvis, su madre, quien según él contaba: “le pelechó la idea”.

Su obra hacienda fue una prueba de su tenacidad y constancia, pues no podemos olvidar que gracias a su tesón y empuje, en lo concerniente a concepción y fundamentación del modelo de las fincas productivas, El Madrigal se levantó en La Mesa de Los Santos, donde los suelos áridos por naturaleza hoy reverdecen debido a todo un trabajo de sostenibilidad.

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José Félix Lafaurie, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos, Fedegán, recordó que “él no se quedaba en elucubraciones con los proyectos; todo lo contrario, los llevaba a cabo de manera exitosa, tal y como lo hizo en su hacienda, en donde además hay que reconocerle algo que el ganadero del común no tiene: hizo los suelos”.

“En efecto,- dijo Lafaurie- los suelos de El Madrigal fueron elaborados por Alejandro Galvis Ramírez, gracias a la incorporación progresiva de materia orgánica. Esa hacienda tiene unos suelos altamente fértiles por la visión que él siempre tuvo, pues tenía claro que la ganadería era agricultura con valor agregado”.

Confesó que la imagen que más le llega hoy, al conocer su partida, “es la de Alejandro Galvis Ramírez como ganadero: lo conocí en todas sus facetas, tuve la fortuna de ir con él a muchos lugares del mundo y doy fe de que donde iba siempre tenía ese ojo para detectar aquellas innovaciones que desde su perspectiva podrían hacer más grande nuestra ganadería”.

Galvis Ramírez también defendía los intereses de la gente. De hecho, abogó para que existiera una norma en la que al productor le otorgaran el 50% del precio final del producto, y el 50% restante sea para la industria.

Él sabía que esa era la única salida para que este segmento de la producción pudiera sobrevivir a pesar de producir la leche de mejor calidad en el país.

Era de carácter recio y no le temblaba la voz para ‘cantarles la tabla’ a todos los que intentaban aprovecharse de los campesinos, a los cuales siempre defendió. No se cansaba de decir que “la industria obtenía jugosas ganancias a costa de las pérdidas de todos los productores, que son los que ponen la tierra, los animales y todos los recursos necesarios para la producción de leche”.

Tras su gran trabajo, la Federación Colombiana de Ganaderos de Colombia, Fedegán, lo galardonó en más de una ocasión. Una de esas distinciones se le otorgó cuando se celebraba el Día del Ganadero. ¡No había una fecha mejor para aplaudir la gestión de Galvis Ramírez!

Tal reconocimiento fue por sus más de 45 años de trabajo en la ganadería y, sobre todo, por la plena convicción que tenía de que lo que estaba haciendo siempre iba por el camino indicado.

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En otra de sus facetas de empresario y de sus reconocimientos nacionales, hace once años obtuvo el Premio de Periodismo Simón Bolívar en la categoría de ‘Trayectoria del Empresario del Año’.

En ese entonces se le reconoció que había tomado la gerencia de Vanguardia el 1º de julio de 1967, cuando apenas tenía 24 años de edad. Se le destacó su brillante carrera como economista con un MBA (Master Business Administration) de Michigan State University, así como una Especialización en Gerencia de Diarios.

De manera precisa José Félix Lafaurie recuerda que “él logró consolidar el conglomerado editorial más importante a nivel de periódicos en Colombia. Desarrolló la empresa mucho más allá de Santander con la creación y compra de otros periódicos: Vanguardia, El Universal, La Tarde, El Liberal, en fin... son algunas de los periódicos que estuvieron bajo su mirada empresarial”.

También fue el impulsor de la alianza de medios regionales que está detrás del periódico popular Q´hubo, el Grupo Nacional de Medios S.A., y de Periódicos Asociados Comercializadora Ltda. También participó en Colprensa, la única agencia de prensa del país y en Andiarios.

Para la exministra de Comunicaciones, Martha Pinto de De Hart, “Alejandro Galvis Ramírez encarnó la santandereanidad como ninguno. A su amor por su patria chica y al legado de su padre, se sumó su espíritu inquieto, entusiasta, polifacético y emprendedor”.

“Desde Vanguardia cultivó valerosa y responsablemente los valores e ideales democráticos. Como empresario, ha sido el gestor de importantes iniciativas en diversos sectores de la economía. En la ganadería, la actividad de sus mayores afectos, sus logros son notables”, añadió.

El Presidente de Fedegán también coincidió en decir que él fue “un gran empresario, título que se debe escribir en letras de molde de oro, pues fue el promotor de una gran cantidad de proyectos muy destacados de Bucaramanga y de Santander, con quienes sin duda alguna le hizo una gran contribución al desarrollo de nuestra región y del país”.

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Con tristeza señaló que “con él se va un pedazo de nuestra tierra y del sentimiento y del corazón de todos aquellos que aprendimos a quererlo y a respetarlo desde hace tantos años”.

El empresario Francisco Serrano, amigo personal de Alejandro Galvis Ramírez, dijo que tenía el alma y el corazón acongojados por su partida: “Fue un hombre íntegro, de carácter, quien supo imprimirle su visión a la economía y quien logró cristalizar proyectos que hoy son orgullo de nuestra tierra”.

Dijo que había que enumerar una buena cantidad de iniciativas de Galvis Ramírez y habló no solo de El Madrigal, sino también del Grupo Promisión, que en su tiempo fue un importante holding de inversiones promovido por buena parte de los empresarios de Santander y que, en sus palabras, fue una de las iniciativas empresariales con más proyección del país.

Francisco Serrano resaltó su faceta de ganadero y decía que le encantaba “verlo feliz cada vez que podía estar al lado de sus vacas y contemplando ese verdor inigualable de su finca”.

Le reconoció su importante labor social y no olvida que “Alejandro se puso en la tarea de reunirnos a los empresarios para construir los renovados salones de la Escuela Agroecológica Holanda, proyecto que impulsó a través de la Fundación que honra la memoria de su padre: el patricio Alejandro Galvis Galvis: fue lindo ver que cada aula de ese plantel terminó siendo patrocinada por una empresa en especial, a la que él le tocó las puertas para hacer los aportes”.

Juan Pablo Remolina, director ejecutivo de Prosantander, lo definió como “un gran empresario y un gran ciudadano”.

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Además, expresó que “no solo heredé el cariño y admiración que mi papá y su compañero de pupitre, Eduardo Remolina Ordóñez, tenía por Cuco, sino que también fui testigo de las razones de tanto afecto. Más allá de ser un gran empresario, Don Alejandro fue un ciudadano ejemplar. A él le debemos que hoy Santander siga contando con uno de sus mayores patrimonios: una prensa libre e independiente”.

“Pero no solo eso, Don Alejandro fue un promotor de sueños y causas cívicas. Gracias a su liderazgo se creó Prosantander. Se nos fue uno de los grandes de nuestra tierra”, puntualizó.

Sin duda, no nos alcanzará la vida para agradecerle a Alejandro Galvis Ramírez todo lo que le dio a Santander y al país.

Por eso, fue un privilegio para muchos empresarios haber coincidido con el tiempo de él. Y desde aquí y hasta el cielo, ellos le envían a su memoria sus voces de gratitud en cada suspiro, en cada abrazo, en cada saludo póstumo y en cada recuerdo que nos traerá la imagen de uno de los más grandes de nuestra tierra. Paz en su tumba.


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Alejandro Galvis Ramírez

1942 - 2021

Enero 15 de 2021
Redacción Vanguardia

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