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Viernes 20 de mayo de 2022 - 12:00 PM

Los tipos en Europa, solución o caos

Los tipos negativos en la zona euro acabarán en otoño. Esas han sido las últimas declaraciones recibidas desde el seno de quienes saben la planificación que está haciendo el Banco Central Europeo en las últimas semanas.

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Esta subida está muy vinculada a los incentivos necesarios para intentar rebajar la inflación que la post pandemia y la guerra de Ucrania están suponiendo para la economía en los principales países de la zona euro.

Según se dicen en los círculos más cercanos, será a partir de julio cuando arranque la paulatina subida y, con ella, el encarecimiento del precio del dinero prestado. Y eso es lo que está haciendo que muchos opten por buscar en páginas como Loanscouter.com/es préstamos que les ayuden a sobrellevar lo que queda de año mientras bien desde los estados, bien desde las empresas, se buscan fórmulas para permitir volver a tener un poder adquisitivo que se ha perdido en cuestión de meses.

¿Será esta medida suficiente para intentar mejorar la economía final de los europeos y, por contagio, de países de Latinoamérica y Asia? Muchos dicen que no, que mientras la dependencia energética suponga la subida de precios que ha asumido el consumidor en los últimos meses, nada de esto servirá para rebajar el porcentaje tan elevado de inflación que podría llevar, de cabeza, a la recesión de nuevo.

Sin embargo, ha sido la Reserva Federal de Estados Unidos la que sí ha puesto ya sobre la mesa la subida, pero ciertamente su situación está lejos de la situación e indicadores de la zona euro. De hecho, la subida de hasta 50 puntos, el doble de los movimientos tradicionales cuando actuaba en este sentido, muestra una fortaleza del mercado americano que, hasta ahora, Europa rehuye. Sobre todo, porque el gasto disparado que está suponiendo la guerra de Ucrania no tiene visos de finalizar.

De la hiperinflación, el riesgo es que todo se convierta en algo estable. Es decir, en la estanflación temida. Ésta vendría de la mano de unas cifras elevadas de desempleo, como ya se están dando, de una subida de precios que no termine de conseguirse paliar, como está sucediendo con la energía y la cesta de la compra y, en tercer lugar, y un crecimiento estancado y ralentizado en la economía.

Volviendo a las subidas, se esperan nada menos que tres desde el BCE en este año, pero lo cierto es que, según las previsiones, serán hasta 7 desde ahora hasta finales de 2023. Todo porque, después de casi 8 años, es necesario cambiar la política si se busca un cambio coyuntural.

Aunque no todos los países están preparados, sobre todo a nivel social, para poder soportar una pérdida económica y de gasto que necesitarán secundar las familias.

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Publicado por Suministrado

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