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Judicial
Viernes 29 de mayo de 2020 - 12:00 PM

A casi 32 años de prisión fue condenado el vigilante que acabó con la vida de su pareja en Piedecuesta

Víctor Alfonso Herrera Valencia es señalado del feminicidio de María Fernanda Alarcón Vega, de 24 años, su compañera sentimental quien también se ganaba la vida como vigilante.

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Foto / Suministrada
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31 años y 11 meses de prisión es la condena en el proceso que se adelanta en contra de Víctor Alfonso Herrera Valencia, un vigilante señalado de acabar con la vida de su compañera sentimental, en diciembre del año pasado.

Esto se logró luego de un preacuerdo realizado con la Fiscalía.

Según informó la abogada Flor Alba Cely de Vera, abogada defensora de Herrera, la audiencia se realizó esta semana ante el Juzgado 6 Penal del Circuito de Bucaramanga y se citó para dictar sentencia el próximo 21 julio a las 9:00 de la mañana, por los delitos de feminicidio agravado, homicidio en grado de tentativa y porte ilegal de armas de fuego.

Herrera es señalado del feminicidio María Fernanda Alarcón Vega, de 24 años, su compañera sentimental quien también se ganaba la vida como vigilante.

El asesinato

La vida de Alarcón fue apagada hacia las 3:35 de la madrugada del 4:00 de diciembre del año pasado. Ella, como era habitual, se encontraba cumpliendo con su jornada de trabajo en una fundación localizada en la calle 25 #1w-56 del barrio Portal del Valle, en Piedecuesta, cuando al lugar arribó su pareja. Un joven de 22 años, el otro vigilante del lugar, la acompañaba.

“Qué hace con mi mujer”, fueron las palabras que dijo Víctor Alfonso, de 25 años, al tiempo que se acercó a la portería, desenfundó el arma y le propinó los dos disparos en el pecho a su compañera sentimental.

No contento con esto, el acusado apuntó también en contra del otro guardia y la accionó en dos oportunidades, sin embargo, este alcanzó a correr y refugiarse en zona boscosa, en la parte trasera de la fundación. Mientras tanto, el agresor huyó.

Para cuando la Policía hizo presencia en el lugar, tras ser alertada por la empresa de vigilancia, ya Alarcón Vega no tenía signos vitales.

Abandonó su puesto

“Había una convivencia de más de dos años, una relación sentimental de seis y también había un hijo, desde luego es lo que más lamentamos (...)”, señaló para entonces la Policía.

Minutos antes de llegar a la fundación en donde trabajaba María Fernanda la había llamado insistentemente a su teléfono celular.

En vista de que ella no le respondió las llamadas, él decidió abandonar su puesto en la subestación eléctrica de Bucarica, Floridablanca, para posteriormente cometer el asesinato.

“Ella se comunicó con la empresa de seguridad por el radio operador, llamaron a la Policía, que llegó a los tres minutos, pero la hallaron sin signos vitales”, informó la policía.

Gracias a la información suministrada por la empresa para la cual trabajaba Víctor se logró establecer que este había emprendido camino hacia el municipio de Rionegro.

“La captura no se alcanzó a constituir porque no había flagrancia, pero es en el marco de ese plan de búsqueda se logró dar con él. Iba a bordo de un vehículo y su intención supuestamente era presentarse en un despacho judicial.

“Celos obsesivos”

Como un hombre celoso, acosador y extremadamente posesivo describieron a Víctor Alfonso.

Yolanda Vega, madre de la joven asesinada relató para entonces algunos episodios de la tormentosa relación que su hija vivió por cerca de seis años con Víctor Alfonso.

“Ella no quería que nadie se enterara de la vida que llevaba, sufría en silencio. Sacaba fuerzas de donde fuera, estaba en las reuniones familiares y siempre mostraba alegría”, dijo la madre.

Para la progenitora, los celos y los reclamos por parte de Víctor Alfonso, de 25 años, hacia su hija eran la constante en esta relación. Incluso no era la primera vez que este hombre la buscaba en su sitio de trabajo.

Al parecer, él celaba a su pareja mucho con el compañero de guardia (el joven de 22 años) Él decía que estos tendrían algún tipo de relación.

“Si la veía en línea en el Whatsapp, así estuviera hablando con él, le preguntaba que con quién estaba chateando. A lo último ella le había dicho que ya no quería nada, que arreglaran y se fuera cada quien por su lado. Pero él la convenció sobre el hogar, que él la quería, que la estaba valorando, y volvieron”, agregó Yolanda.

La dolorosa llamada

Si bien los familiares de María Fernanda tenían conocimiento de los altibajos emocionales que ella vivía al lado de Herrera Valencia, jamás se les pasó por la cabeza que pudiese ocurrir un desenlace trágico.

Fue una funcionaria de la empresa de vigilancia donde laboraba la joven, quien llamó a decirles que dos horas antes había fallecido por algo ajeno al trabajo.

“A mí se me vino a la cabeza que ellos (‘Mafe’ y Víctor) habían estado peleando otra vez y dije: ¿quién sabe qué hizo ella? ...Llegué a pensar que se había envenenado, pero nunca imaginé que él había ido hasta allá”, indicó la madre.

Justo cuando se dirigían hacia el lugar del asesinato y aún sin tener claro lo que había ocurrido, Yolanda llamó por celular a su yerno y él fue quien le contó la verdad.

“Dijo que él sabía que la había embarrado, que la había cagado (...) pero su decir fue que ella no le contestó el teléfono, por lo que se fue hasta allá y encontró al otro celador sin camisa”, manifestó la mamá.

Sin embargo, la familia Alarcón Vega sostuvo que ‘Mafe’ llamó a su compañero fue para que la ayudara a verificar ruidos extraños que había oído.

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Publicado por Redacción Vanguardia.com

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