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Judicial
Viernes 23 de agosto de 2019 - 12:00 PM

A un año del incendio de Rosales en Floridablanca, la familia no ha recibido ayudas

La tragedia dejó cinco víctimas de la familia Salazar.

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Este sábado se conmemora el primer aniversario de la tragedia del barrio Rosales.
Este sábado se conmemora el primer aniversario de la tragedia del barrio Rosales.

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Este sábado se conmemora el primer aniversario de la tragedia del barrio Rosales.

A un año del incendio que cobró cinco vidas de la familia Salazar Salazar, en el barrio Rosales en Floridablanca, Vanguardia conoció que luego de 10 meses de investigaciones, el Grupo de Explosivos e Incendios y Manejo de Incidentes NBQR del CTI de la Fiscalía, determinó que “la causa y origen del incendio fue accidental. Se descartó que hubiesen sido provocado”.

La tragedia comenzó a tejerse la tarde del 23 de agosto de 2018, cuando una tormenta eléctrica azotó el área metropolitana.

El aguacero fue tan fuerte, que a las 11:50 p. m. generó la caída de un árbol sobre las redes de energía, ubicadas en la calle 25H con carrera 12, muy cerca del lugar en donde residían las víctimas: calle 19 N° 11C-26 del barrio Rosales de Floridablanca.

Poco antes de la 1:00 de la mañana del 24 de agosto, la Empresa Electrificadora de Santander, Essa, reportó la normalidad del fluido eléctrico.

Precisamente al ser habilitado el servicio de energía, inició el fuego que desató la tragedia. “Producto de una sobretensión, hubo un corto en el televisor que estaba en la parte anterior, sobre el costado izquierdo de la sala. Una moto que estaba cerca aumentó el riesgo debido al combustible, pues estaba recién tanqueada”.

Las llamas se extendieron muy rápido, luego de consumir la sala, el fuego subió hasta el segundo y tercer piso. La familia no pudo salir debido a que la entrada quedó bloqueada. Solo bastaron 20 minutos para que se consumiera toda la casa.

Según la investigación, el primero en percatarse de lo ocurrido fue don José Antonio Salazar, de 81 años, quien de inmediato dio aviso a su hijo Agustín, quien descansaba en una habitación aledaña a la de él, en el segundo piso.

En la tercera planta del inmueble se encontraba la hija de José, Luz Adriana Salazar, 33 años, acompañada por Sergio Carreño Plata, de 38, su esposo, y los hijos de la pareja, dos niños de 3 y 8 años.

La mujer fue alertada de las llamas por su padre y hermano, por lo que alcanzó a bajar hasta la mitad de las escaleras del segundo piso y se devolvió.

“Les dijo ‘voy por los niños’ y se dirigió a la última habitación. Esto fue lo último que supimos de ella”, relató una pariente de la familia.

Angustiado y en el afán por salvar a los suyos, Agustín corrió y saltó por la parte trasera de la casa para buscar ayuda, pero no pudo regresar... Fue el único que se salvó a pesar de haber sufrido quemaduras de tercer grado.

“La mente en ese momento no analiza los hechos, además todo estaba muy oscuro para reaccionar, tanto así que uno de los niños fue hallado bajo la cama, con una linterna en la mano”, añadió un investigador quien manifestó que la única manera de salvarse habría sido “que todos se encerraran en la habitación del tercer piso. Haber puesto una toalla mojada bajo la puerta mientras rompían las tejas de Eternit para poder salir por allí, pero nadie conoce sobre esto”, y menos está preparado para una tragedia de tal magnitud.

Durante la investigación, el CTI también pudo determinar que la reacción de los Bomberos estuvo dentro de los términos en cuestión de tiempo, “el tiempo de respuesta fue perfecto”.

A las 2:47 a. m. los bomberos arribaron al lugar y aproximadamente 13 minutos después la emergencia ya había sido controlada, pero nada pudieron hacer para salvar a las cinco personas.

Don José fue hallado en la cama de su habitación en el segundo piso, mientras que la pareja de esposos y sus hijos, en la habitación del tercero.

Ha sido quizá un año difícil para los Salazar, quienes se abstuvieron de dar declaraciones al respecto.

“No quiero referirme al caso, eso es como echarle sal y limón a la herida”, manifestó Agustín, el único sobreviviente, quien solo agregó que “la verdad no quiero hablar de eso, nunca dijeron nada, nunca hablaron nada, nunca nos ayudaron, no quiero remover la pena más, no hubo apoyo de nadie”.

En el barrio Rosales mientras tanto, los recuerdos de esta tragedia siguen intactos. Justo al frente de la casa que continúa ennegrecida y si arreglarse, hay un cartel con la foto de las cinco víctimas, en el que invitan a una eucaristía por el primer aniversario que, precisamente se cumple este sábado.

La eucaristía será en la Parroquia San Agustín, de Lagos I, el sábado, a las 7:00 de la noche.

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Publicado por Redacción Vanguardia.com

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