Golpizas con palos, cables y correas les propinaba a sus cuatro hijos de 7, 10, 12 y 15 años de edad, una mujer del municipio de Chima, Santander, quien incluso como castigo los dejaba amarrados durante varios días a un árbol.
Así narró a una sicóloga uno de los menores la dramática y violenta situación que él y sus tres hermanos debían afrontar a diario.
“Mis papás toman mucho y cuando mi mamá se va de la casa es porque nos abandona, ella se va por ahí y vuelve cuando quiere. Mi papá nos pega y nos regaña igual que mi mamá. Un día mi mamá me colgó a un palo, me amarró y me empezó a pegar por las piernas y cola, casi me muero porque por poco y me revienta todo”, expresó uno de los menores.
Esta situación fue advertida por la Comisaría de Familia de Chima, que empezó un proceso con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, con el fin de garantizarles los derechos a los menores.
El proceso pasó luego a la Unidad Básica de Investigación Criminal de Socorro y quedó radicada en la Fiscalía Local de Oiba, Santander, para que la Policía Judicial empezara a recopilar el material probatorio contra la agresora.
Fue así, como tras analizar los dictámenes médicos y sicológicos y varias entrevistas a testigos y a las mismas víctimas, que el Juzgado 1 Promiscuo de Oiba expidió la orden de captura por el delito de violencia intrafamiliar, contra la mamá de los niños maltratados.
La detención de la mujer se materializó por parte de la Policía, en una finca ubicada en la vereda El Opón del municipio de Chima, Santander, que la dejó a órdenes de la Fiscalía.
Tras ser presentada en audiencia pública ante un juez de control de garantías, la capturada aceptó los cargos que le imputaron, por lo que fue condenada a una pena de cuatro años de prisión.
Los cuatro menores de edad quedaron bajo custodia del Icbf.
“Es un caso ejemplarizante en el tema de la protección a los niños y del cuidado en las familias. Este caso se conoció fue gracias al relato que uno de los niños hizo a un sicólogo del Icbf”, señaló el comandante de la Policía de Santander, coronel Edgar Nieto.