En uno de los casos el victimario era el papá, y en los otros dos, los hermanos.
Tres capturas por delitos sexuales fueron realizadas por la Policía de Bucaramanga, a través de su grupo de la Unidad Básica Investigativa de Infancia y Adolescencia en donde las víctimas eran menores de edad y los victimarios sus propios familiares.
El primer caso es el de un hombre que abusaba de su propia hija, de 11 años. Los aberrantes hechos salieron a la luz luego de que, durante una cita, un médico descubriera anomalías en las partes íntimas de la pequeña. Con esto, sumado al relato de la víctima, se estableció que el padre abusaba de la menor mientras la progenitora se iba a dormir.
El segundo hecho está relacionado con la aprehensión de una jovencita de 17 años, quien abusó de su propio hermano, un niño de 6 años. Los hechos quedaron en evidencia tras ser sorprendida por la progenitora de los menores, quien confiaba la seguridad del menor en ella mientras salía a trabajar, situación que era aprovechada por la victimaria.
Finalmente, en Piedecuesta, fue aprehendido un adolescente de 17 años quien abusaba de su medio hermano, un niño de seis años, mientras compartían habitación dentro de la casa materna.
“Es importante resaltar que las evidencias muestran como en la gran mayoría de los casos se presentan en entornos familiares, por eso es muy importante tener en cuenta con quien se va a dejar los niños y además observar algunos cambios en el comportamiento y actitudes de los menores que puedan, evidenciar algún abuso”, manifestó la Policía.